Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: 'El club de los mediocres'.- Zuri

010. Testimonios
Zuri :

Hola Oreja:

como hasta ahora sólo he escrito mensajes serios me apetece contar una anécdota por si entretiene a la gente.

"El club de los mediocres"

Cuando llegué al Centro de Estudios (Montalbán, conocido en broma como wespoin o "El Mayor") me sorprendía la versión oficial que debía figurar en las tertulias y en todo nuestra conversación sobre las calificaciones en los estudios: la versión oficial era que todo el mundo aprobaba siempre, que nosotros éramos muy listos y que nadie suspendía nunca.

Todo era muy forzado porque buena parte de los estudiantes se enfrentaban a carreras difíciles e incluso el más estudioso tenía traspiés. Sólo gente excepcionalmente lista aprobaba siempre. Yo tuve que buscar un trabajo para pagarme la pensión del Centrostudios y daba clases particulares a porrillo, empezaba segundo de ingeniería y ya en primero me habían dado un par de calabazas que había tenido que solucionar en septiembre. El caso es que entre unas cosas y otras, más los fines de semana en que asistíamos a media docena de retiros mensuales al mes (el propio, el del centro de san rafael propio, el del otro centro en el que había que hacer bulto y algún rollete más) las clases de formación etc. me metieron unos palos de no te menees y aprobé sólo tres asignaturas de siete que tenía. El verano pasó estudiando filosofía (y con más clases particulares todavía) y en septiembre tan sólo aprobé media asignatura más.

Claro, yo por mucho que me esforzara me sentía un inútil en aquel ambiente, que además veía que era irreal. Porque a otros cuantos residentes de Montalbán les suspendían con cierta frecuencia, alguno suspendió todas (hacía aeronáuticos el pobre y después de trabajar como un energúmeno hasta altas horas de la noche muchos días no sacó nada en limpio). Otros tuvieron que cambiar de carrera o tomársela con más paciencia y más de uno dejó la Obra al ver que suponía un esfuerzo sobreañadido a los estudios y un serio handicap. Bueno aguanté el tirón como pude y después de nuevos estudios, cursos y cursilletes fui a parar de residente a un centro de Madrid que ahora ya no existe.

Allí la discreción era más proporcionada: no convenía farolear de los suspensos pero tampoco eran un riguroso secreto ni una deshonra y aunque no lo comentábamos en público, en privado se podía comentar, contar nuestras penas o dar apoyo a residentes y adscritos con total naturalidad.

Yo seguía mosqueado por la apariencia superferolítica que todos teníamos que presentar y, junto a otros muchachos (adscritos mayores que pasaban por lo mismo) empecé, en broma a referirme al "club de los mediocres".

La filosofía del club era simple: nos reconocíamos muchachos paleados en diferentes ocasiones (uno había cambiado una carrera difícil por otra asequible, otro arrastraba algunas asignaturas en 3º de BUP o COU, y yo cursaba asignaturas diversas de segundo, tercero y cuarto de ingeniería simultáneamente). Pero estábamos dispuestos a pasar por ello, a superarlo y a aprobar costase lo que costase. Nos reconocíamos mediocres en muchas cosas (gente normal, no lo suficientemente superferolítica) pero íbamos a seguir adelante con mediocridad a cuestas. La filosofía fundamental de nuestro "credo" era sencilla:

1º estábamos condenados a triunfar
2º más valía reconocerse gente normal y tener amistades con gente normal que pensarse superferolítico y juzgar la gente "al peso" de acuerdo con sus notas.

El club de los mediocres siguió adelante con bromas y cierto regocijo general hasta la aparición de un subdirector de la delegación que me aclaró en privado que "no convenía". No se si no entendió la finalidad de la broma o entendió demasiado y no le gustó.

Bueno, besos y abrazos a tutiplén.

Zuri


Publicado el Monday, 03 May 2004



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 010. Testimonios


Noticia más leída sobre 010. Testimonios:
Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: OPUS DEI.- Ana Azanza


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.117 Segundos