No sé si es exactamente el mismo que utilizan con vosotros.

En algo fundamental que nos hace daño en nuestro mundo donde actuamos sin someternos a obediencia - la calumnia por detrás sin pruebas, cuando te das cuenta tu credibilidad y la confianza que en tí tenían quienes más te importaban está por los suelos -, me parece clavado.

Quiero felicitar a Andrés por su valentia y buena descripción. Pienso que no importan demasiado los hechos concretos que puedan estar más o menos tipificados en el código penal y que sólo excepcionalmente se pueden demostrar, si no el daño que hacen dándonos en lo que consideramos más importante en nuestras vidas (Saturio por ejemplo, valora mucho su capacidad como empresario y se sentía orgulloso porque aunque había dejado sus estudios, su trabajo había hecho que su madre viuda y sus 6 o 7 hermanos, siguieran adelante sin disminuir su nivel económico y social; esté más o menos acertado en la forma de exponer a veces el problema al creer que el opus está en el origen de casi todas las desgracias económicas, Enrique Rojas le dio donde más le dolía en ese momento, no tenía que malmeter con sus empleados si no con su madre y hermanos).   

¿Qué hace un cura en una parroquia con su credibilidad por los suelos, herido porque no ha dado motivos?

¿Qué hace una madre en una familia con adolescentes que piensan que debe ser un cero a la izquierda porque es una enferma mental ya que lo ha dicho el que "el mejor, el que más sabe de España"?.

Siempre he dicho a mis hijos que si me hubiese ido de copas y vuelto borracha todos los días, tirado de los pelos con las vecinas, sacado un cuchillo ... lo mismo que ha ocurrido me hubiese dolido poco o nada y estaría mucho más entera.

Después, casi nadie se pregunta como han llegado esos adolescentes a la conclusión de que Enrique Rojas era "el que más sabía de España" o por qué los feligreses han empezado a gustarle menos el cura. 

Tratando en palmitas a quien sustituyó a Andrés o simplemente dejándolo a su aire, ya le han hecho polvo a Andrés su testimonio y tiene muchas posibilidades de no volver a hablar más. Y otros sacerdotes que pasen por lo mismo, también.

Valoro mucho tu testimonio y lo creo a piés juntillas. Gracias Andrés. Te doy un ¡Bravo! muy fuerte. Quizás has abierto una vía para otros compañeros y probablemente vengan otros negando la mayor (eso es mucho más fácil q ocurra), dando por falso lo que cuentas alegando que su experiencia es otra (enviados o de motu propio, no será fácil descubrirlo). Y que se quejen a tu obispo y éste te mande callar...

Esa gente - Enrique Rojas o "el Canciller" - que actúan con los de fuera de esa forma, evidentemente sólo reparten cuando encuentran resistencia y dan cal y arena para mantener su imagen. No les queda otra. Necesitan de otros que confirmen lo que intentan aparentar. ¡Buenísimos y divinos de la muerte infinitamente!!.

Sigo creyendo que aunque persigan money (no importa demasiado q sea poco o mucho sino que sea constante). Y también que ven tras nosotros -en nuestro cambio de voluntad o quitándonos del lugar que ocupamos- una fuente de "apostolado" (no importa que sea real o no, ellos así lo creen).

Son personalidades narcisistas (además de perversas y Enrique Rojas para mí, hilderiano por ideología y metodología) a las que les gusta muchísimo más que a la media, el prestigio y la admiración de los demás, y por lo que deduzco de lo que leo, en el Opus Dei proporciona galones y prestigio el número de peces que se llevan a la despensa.

Un abrazo, Isabel Caballero (Madrid - España)

P.D.: He citado a "los miembros del Opus Dei que consideran...". Ahí entran sólo esos, no sé si son pocos o muchos, pero nunca jamás he citado ni adjudicado lo q considero fechorías de Enrique Rojas a ningún otro porque no conozco a ningún otro que haga lo mismo que hace Rojas. Si lo supiera lo diría fuera del Opus o no porque no hacer daño a los demás, es mi primer mandamiento y está por delante de la imagen, los deseos y las metas de los poderosos, sólos o acompañados. Me da exactamente igual q la imagen de Rojas perjudique al Opus. Si no perteneciera, no perjudicaría.