El buen fin de lo que escribimos en la web, reside a mi juicio, en buena medida, en la credibilidad de nuestros testimonios y en el rigor con que decimos las cosas, especialmente cuando tratamos temas que son históricamente comprobables.

Sharon Sharia escribió hace unos días, sobre el Cardenal Pietro Palazzini un escrito en el que muestra como la figura de este personaje, podría dar lugar a un sin fin de temas para tesis doctorales, según como los sabios de la Prelatura quieran enfocarlo. Personalmente me gustaría conocer mas de este cardenal que, efectivamente, tuvo una enorme influencia en todo lo relativo a la historia reciente de la institución: él comía en la mano de Don Alvaro y viceversa, ambos coincidieron en la Comisión Conciliar que se ocupó del los asuntos del clero y fue él quién gestionó la sede de San Girolamo della Caritá para las facultades eclesiásticas, aparte de muchas otras cosas.

En ese escrito, sin embargo se deslizan un par de errores, que podrían parecer de poca monta, pero que vale la pena aclarar.

Pietro Palazzini, fue promovido a la púrpura romana el 5 de marzo de 1973, como cardenal del orden de los diáconos y como tal se le asignó la diaconía de San Pedro Damián en el Monte de San Pablo. El 12 de diciembre de 1974, haciendo uso de un derecho de los cardenales, optó por la diaconía de San Girolamo della Caritá. Por lo tanto, desde esa fecha, San Girolamo fue su iglesia en Roma. Pasados los 10 años previstos en el derecho, optó por su promoción al orden de los Cardenales Presbíteros, lo que le fue concedido el 2 de febrero de 1983. Esa promoción, suponía la asignación de una iglesia que fuera título presbiteral. El Papa, haciendo algo que es muy común en estos casos, elevó pro illa vice, es decir durante la vida del Cardenal, la diaconía de San Girolamo a Título Presbiteral. Por lo tanto, hasta su muerte, esa fue su iglesia en Roma.

Los Cardenales, desde tiempos inmemoriales y como privilegio reconocido por el derecho, tienen la facultad de poder elegir, ser enterrados en su propia diaconía o título presbiteral, por lo tanto, nadie tenía que intervenir para lograr que lo enterraran en su propia iglesia, como afirma el escrito al que me refiero.

Falleció en Roma el 12 de octubre de 2000, y el 13, es decir al día siguiente, se celebraron sus funerales, en el altar de la Cátedra, en la Basílica de San Pedro, hecho absolutamente normal, puesto que los funerales de los Cardenales que fallecen en la Urbe, suelen celebrarse ahí, salvo que el difunto hubiere dispuesto otra cosa. Y además lo celebró el propio Pontífice, hecho también absolutamente normal, puesto que desde el inicio de su pontificado, Juan Pablo II se propuso celebrar personalmente, en la medida de lo posible, los funerales de los Cardenales, que se realizaran en la Basílica Vaticana. Ambos hechos, pues, no son inusuales como lo sugiere el escrito al que me refiero.

No es cierto, que concluido el funeral, el cadáver del Cardenal haya sido trasladado a San Girolamo de la Carita. Probablemente porque no estaba preparada la sepultura en la iglesia, el entierro se realizó en la Capilla de los Canónigos Vaticanos, en el Cementerio romano de Campo Verano. Solo en el año 2008, esto es ocho años después de su muerte, fue trasladado a San Girolamo della Caritá, su título cardenalicio.

Por lo que hace al mafioso al que se refiere Sharon, no está enterrado en esa iglesia. El personaje en cuestión, fue enterrado en una cripta familiar, en la iglesia de San Apolinar, donde tienen derecho a enterrarse los miembros de la familia, con el añadido, de que si bien por entonces ya las facultades eclesiásticas tenían en su poder algunas dependencias del anejo Palacio del Apolinar, la Iglesia seguía en manos del antiguo rector, que dicho sea de paso, no quería dejar su puesto y no estaba en las mejores relaciones con la Prelatura. Por lo tanto, ésta nada tuvo que ver con ese enterramiento.

Haenobarbo