Siempre es lo mismo.

Andamos, dando vueltas y más vueltas, en torno al origen del opus, a su carácter sobrenatural, a su modus operandi y a tantos otros temas relacionados con él. Nos preguntamos qué hará falta para que algunos se den cuenta del tremendo timo  que es la institución, adviertan la cantidad de atropellos  a la libertad individual, a la lógica y  la verdad que en ella se perpetran y se cometen. En fin, para que tengan la evidencia de las numerosas incongruencias y profundas contradicciones en que incurre (san opus)  amparado  “exclusivamente” en la inspiración divina del 2 de octubre de 1928.

En el fondo, esto ocurre porque venimos de una cultura judeo-cristiano-musulmana que admite, sin la menor reserva, la existencia de la revelación divina. En ese contexto el carácter sobrenatural de la obra sería incuestionable porque... procede de una revelaciooón divinaaa... y se acabó.

Pero ¿qué pruebas hay, aparte de la palabra de Escrivá, de que el 2 octubre de 1928 Dios en persona se dignó desplegar y patentizar, con todo lujo de detalles, ante un abrumado José María, el  "maravilloso" panorama del opus?

Ahí está el origen de toda la confusión, de todo el lío. O te lo tragas o no te lo tragas. Al final, razones como razones,  todos los argumentos conducen a la misma conclusión: revelación divina pura y dura  Como siempre, “es una cuestión de fe”. En este caso ni siquiera fe en Dios: simplemente fe en Ecrivá.

Respecto a lo que estoy diciendo traeré a colación una anécdota familiar.

Tengo yo un primo muy razonable que  conversa amigablemente, de vez en cuando, con una hermana mía, que es del opus. Él no es del opus y no muy creyente y me ha dicho a veces:

--- Tu hermana tiene una mente potente y es lógica hasta el extremo; demuestra todo lo demostrable, te hace entender todo lo que es comprensible. Claro está que en el curso de muchas conversaciones, que he tenido  con ella, hemos tocado temas de todo tipo, tanto científicos como religiosos. En los temas científicos es fácil toparse con cosas que no sabemos por ignorancia o porque faltan pruebas. Así es que, estamos ambos de acuerdo, no podemos aceptar lo que no está demostrado. Pero... (y aquí  está  la  contradicción) ---dice mi primo--- cuando llegamos a un tema de fe indemostrable, tu querida hermana, dice  --- “Eso es un  dogma, hay que aceptarlo tal como es,  y no se hable más. Hay que encender los focos de la fe que arrojan incluso más luz que la razón…."  ¡¡¡Se acabó la mente potente, la lógica y la argumentación!!!

Pues eso pasa con el opus, es una cuestión de confianza en la palabra de un hombre que no ha demostrado nada. Ha dicho que el opus es esto o lo otro, y lo de mas allá. Ha dicho que tiene hilo directo con Dios. Si te lo crees, el opus será “divinooo”, perfectooo,  inmaculadooo, nada menos que "obra de Dios" , si no te lo crees el opus será, en el mejor de los casos, una  "absurdez" y, si te pones a pensarlo,  un timo,  un atentado contra el sentido común, contra la libertad de conciencia…etc, etc. Es decir, "opus Escrivá".

Siempre es lo mismo, para que darle más vueltas.

Bueno, abrazos para todos y paz en libertad. 

Ex – Apéndice