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 Correos: 10 - Un caso de homosexualidad.- Carlos F.

010. Testimonios
Carlos F. :

10 - Un caso de homosexualidad

Carlos F., 28 de mayo de 2009

 

 

En este escrito voy a tratar de un caso de homosexualidad que me tocó tratar y dilucidar durante mi estancia en el Opus Dei y que no lo narro aquí por morbo sino, todo lo contrario, lo cito como edificante.

 

Nota: puedo constatar que durante el tiempo que pertenecí al O.D., y lo digo solo bajo mi propia experiencia, no aprecié ningún caso de relación homosexual entre miembros y que el caso que cito no puede considerarse significativo ni común, para nada, dentro de los ambientes de la Organización ya que el O.D. es absolutamente misógino para los temas de la sexualidad natural humana.

 

Durante el tiempo en que transcurrió el caso que voy a narrar yo era miembro de un consejo local que dirigía a un grupo de socios agregados (socios célibes como los numerarios pero que no tienen que tener necesariamente título universitario y que pueden vivir con sus familias de sangre) y el caso es que uno de ellos, vamos a llamarle Antonio, por llamarle de alguna manera, tenía una fuerte tendencia homosexual, o sea era “gay” y a mí me tocaba escuchar sus confidencias, ¡quién sería yo para merecer tal suerte!, lo digo de corazón ya que seguro que hay gentes sacrificadas que se ganan el Cielo pues estoy convencido de que éste era una de ellas. Contaré por qué...



Antonio tenía estudios medios y trabajaba en no sé qué empresa con un sueldo digno que entregaba al Opus Dei, una vez deducidos unos gastos de vida mínimos. El era natural de Andalucía en donde había “pitado” pero por razones de trabajo en la empresa a la que pertenecía se había tenido que desplazar al norte de España a la ciudad en que nos conocimos. La verdad es que, como buen andaluz, era simpatiquísimo y tenía unas ocurrencias y dichos que nos hacían partirnos de la risa a todo el grupo.

 

Pero con aquella “sinceridad salvaje” que la Obra de Dios exige a sus miembros (para poder escribir informes sobre ellos con objeto de que los superiores de la Secta preparen las adecuadas estrategias de control y manipulación sobre cada uno), tanto yo, como director suyo que me tocó ser, como el sacerdote don Fulano que él tenía asignado escuchábamos sus confidencias, y la verdad es que eran edificantes, su entrega a la Obra y a los demás, su amor a la Virgen, sus mortificaciones, su capacidad proselitista… pero pronto pudimos apreciar que tenía tendencias homosexuales, en una palabra que era lo hoy se llama “gay”*  y así como los demás nos confesábamos de tener pensamientos sobre chicas, él tenía pensamientos sobre chicos y, en concreto, de sentir un amor platónico sobre otro agregado del grupo que por su profesión estaba en muy buena forma física y “cachas” (atlético), digamos que su trabajo, por no decir cuál exactamente, podría ser el de bombero o policía uniformado, etc., pero solo eran, eso, ”fuertes pensamientos platónicos” y, en algún caso, alguna insinuación y mirada cariñosa, nada más.

 

* La palabra “gay” con la que se denomina en la actualidad a los homosexuales es de origen anglosajón y significa “alegre”. Pero en los tiempos en que relato esta historia, principios de los años setenta del siglo pasado, en España se empleaban (y se siguen empleando actualmente) para los hombres homosexuales otros calificativos no tan finos, tales como: marica, maricón, sarasa, bujarrón, de la acera de enfrente, afeminado, pervertido, etc., etc., etc.

 

Pero claro, como he indicado, en el Opus Dei hay que hacer informes a los superiores de de las confidencias y confesiones íntimas de los miembros y, en los que hacíamos el sacerdote D. Fulano y yo, se ponía de manifiesto el comportamiento ejemplar, por no decir santo de este miembro, que simplemente como un rasgo de carácter, era homosexual y que así como los demás luchábamos contra nuestras tendencias heterosexuales, él luchaba de manera destacable contra las suyas homosexuales.

 

En este caso que cito, creo que los superiores del Opus Dei se portaron de manera prudente y políticamente vaticana ya que solo “recomendaban el que – igual - sería bueno plantearle que – igual - abandonase el Opus Dei pero dejando en nuestras manos tal decisión, valorando su entrega al Opus Dei y su amor a la Virgen”, en una palabra, que tanto el sacerdote don Fulano como yo ni nos planteábamos proponerle el que se marchase del O.D., ya que aparte de ser una falta de caridad enorme sería hacerle una “putada” ya que habríamos herido sus sentimientos espirituales más profundos.

 

No mucho después de conocer a esta entrañable y magnífica persona yo me marché del Opus Dei por razones que expongo en mi escrito nº 5, poniendo tierra por medio, por lo que desconozco cual ha sido el desenlace sobre este asunto.

 

Su caso me dio que pensar, ya que, tanto en mis épocas de estudiante como después en las relaciones sociales, he conocido a personas homosexuales y que son eso, personas, y me parece que tanto la jerarquía de la Iglesia católica como la de todas las demás religiones cristianas, herederas del jansenismo y calvinismo, siguen menospreciando a las personas homosexuales ya que la homosexualidad está considerada como una perversión, digna de los peores castigos o como mínimo y caritativamente como una enfermedad.

 

Nota: hace ya muchos años en que la Organización Mundial de la Salud dejó de designar a la homosexualidad como una enfermedad considerándola simplemente como una característica más de la personalidad sexual con la que se  nace.

 

Por el contrario, no creo que Jesucristo despreciase a nadie, ni a las prostitutas ni a los homosexuales, ni a nadie que fuese buena persona, pero ni incluso a los “pecadores”. Así por ejemplo, para Jesús, el imberbe, joven, bello y femenino Juan era su discípulo predilecto, tal como dicen las Escrituras, siendo considerado este apóstol por los homosexuales cristianos, en base a la sensibilidad que destilan sus Evangelios y a las descripciones que en la Escrituras se hacen de él, como de su misma condición y modelo de santidad a seguir por ellos. Por otro lado, las únicas personas valientes que estuvieron junto a Jesús en la Cruz, quizás a riesgo de su vidas, fueron, por una parte, su madre María, por otra, María Magdalena (de la que ahora se dice que en cualquier caso era una buena mujer, enamorada de Jesús), Juan su discípulo incondicional y otras mujeres piadosas, mientras que los demás discípulos se hallaban escondidos y temerosos, incluido el varonil Pedro, que lleno de miedo negó hasta tres veces toda relación con Jesús.

 

Por lo anterior,  creo que tanto la Iglesia católica como las demás religiones cristianas hacen mal de excomulgar a los/las homosexuales de su seno ya que, en primer lugar, son personas, pero es que además, son muchas veces ejemplares. ¡Qué, a veces, son un poco “lokas” o “alegres” (gays)!, bueno…¡suerte que tienen!. Citaré el caso de una pareja que conozco que son dignos de imitar en el cuidado que tienen con el padre de 92 años de uno de ellos,… ¡cómo lo llevan a la calle y lo pasean siempre arreglado y con qué cariño!, me gustaría ver si cumplen tan bien con sus deberes filiales y son tan caritativos gentes que se dicen supercristianas pero que desprecian a los homosexuales (*).

 

* En el Opus Dei, como se sabe, se tiene prohibido a los numerarios, numerarias y numerarias auxiliares que se hagan cargo afectivamente o económicamente de sus padres enfermos o ancianos ya que la dedicación de estos miembros debe de ser totalmente en cuerpo, alma y dinero para la Obra de Dios, es decir, si la situación paternal anterior ocurre, “que sean otros familiares los que cuiden de ellos o corran con los gastos de una residencia geriátrica”, es duro decirlo pero la vocación “divina”en el Opus Dei es así.

 

Puede que tanto yo como quienes me leéis actualmente podamos ver el día en que la Iglesia católica bendiga una unión homosexual, que no tiene necesariamente que llamarse matrimonio (digo yo), aunque las asociaciones de estos colectivos lo considerarían una discriminación.

 

Nota: Si alguien, al leer este escrito, se pregunta sobre mi tendencia sexual le diré que soy absolutamente heterosexual y que, no sé si para bien o para mal, jamás he tenido “malos pensamientos con hombres”, sino todo lo contrario mis “buenos pensamientos”, sobre los que me tenía que confesar en el O.D., una y otra vez, eran siempre sobre mujeres, jejeje. Pero creo que la Iglesia católica debe de acoger en su seno a las personas homosexuales porque son tan hijas de Dios como cualquier otra y que debería de buscar una solución ritual a su derecho humano de quererse y de formar pareja.

 

Como dice el entrañable Miguel Fisac, ex miembro del Opus Dei que falleció hace poco y que conoció la época fundacional del O.D. y cuyos abundantes testimonios podréis encontrar en esta web de opuslibros: “a mi los de izquierdas me consideran de derechas pero los de derechas me consideran de izquierdas.

 

En el precioso cuadro la “Ultima Cena” de Leonardo Da Vinci que se puede contemplar en la iglesia de Santa Maria delle Grazie de Milán, a la derecha de Jesús, como sitio preferente, aparece su discípulo Juan, tan fino y afeminado que parecía una mujer, pero Jesús no solo no lo rechazó por ser así sino que fue su discípulo amado, correspondiéndole éste con una fidelidad incondicional y escribiendo, como persona culta que era, el Evangelio que lleva su nombre. En el siguiente link a Youtube se puede ver un vídeo con comentarios sobre dicho cuadro, una pintura llena de símbolos, entre ellos el del “Santo Grial” o cáliz de la última cena, en forma de “V “, símbolo del útero materno que vierte su sangre de vida sobre sus hijos cristianos, este símbolo en “V” también aparece en la extraña separación entre Jesús y el discípulo Juan que está a su derecha. Este cuadro tiene tanta simbología que inspiró a Dan Brown su documentado libro “El Código Da Vinci”, lleno de intriga.

 

http://www.youtube.com/watch?v=Gl5QC0TXdPs

 

Pero ya que he citado a María Magdalena y cuando me enrollo no hay quien me pare (sólo Agustina, jejeje), lo que si creo, es que nunca veré que la Iglesia católica acepte sacerdotisas en su seno ni desde luego, ni jamás, una “Papisa”, ¡antes el Fin del Mundo!, pues ello, según las enseñanzas de la Iglesia católica, es herético (¡!),  pero la posibilidad de que una mujer llegue a ser sacerdotisa o incluso papisa no está vetada ni en los Evangelios ni en las Escrituras y es que, el que tanto el sacerdocio como la jerarquía de la Iglesia sean ejercidos solo y exclusivamente por sacerdotes célibes (pero no necesariamente castos, véase las vidas de los papas y clérigos renacentistas o los escándalos recientes en  USA o los de abusos sexuales destapados este mismo mes en Irlanda, nada menos que con seis mil afectados/as, etc.) fue una praxis dogmática que se impuso en los primeros siglos de la Iglesia continuando hasta nuestros días pero sin una base bíblica. Esta claro que las mujeres jamás encontrarán en la Iglesia católica la igualdad de derechos religiosos con los hombres, esto es así y es como es, lo que pasa es que la sociedad occidental es cada vez más madura y va muy por delante de mitos y dogmas poco asumibles actualmente.

 

¿Fue María Magdalena una simple prostituta, tal como nos han contado en las historias oficiales o quizás fue algo más?....,  ¿quizás Jesucristo quiso que fuese su primera discípula femenina?.... Con la primera persona con la que contactó Jesús tras su resurrección fue María M. (¡!) … ¿es que quizás no interesaba, en los primeros siglos de la Iglesia católica, que las mujeres pudiesen llegar a ser sacerdotisas ni por supuesto, “Papisas” y había que denigrar a María Magdalena al rango de “santa prostituta arrepentida””, … ¡en fin cosas que hacen pensar!

 

Por lo que los Evangelios de Juan, Mateo y Felipe cuentan sobre María Magdalena, de inculta no tenía nada  … ¿Por qué Pedro no podía soportar el que María M. le diese lecciones e incluso le llevase la contraria?, ¿la veía a acaso como a una rival?, el caso es que las relaciones entre ambos, tal como cuentan las Escrituras, fueron muy difíciles y tensas.

 

En los videos siguientes se devela la personalidad y el gran corazón de esta magnífica, valiente y tenaz mujer calumniada y denigrada injustamente al rango de “santa prostituta arrepentida” y es que la historia occidental de estos últimos veinte siglos la han escrito los hombres… ¡por algo será!.

 

http://www.youtube.com/watch?v=pewdOrwlIaI

http://www.youtube.com/watch?v=i_inY-iGNqE

http://www.youtube.com/watch?v=9HNDsB0htcY

http://www.youtube.com/watch?v=R-mroyZg1Ko

 

Escrito por Carlos F

 

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Publicado el Thursday, 28 May 2009



 
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