Hola a todos: El otro día me dejaron la película la duda para verla en DVD. La protagonista me recordó a una Directora que tuve en un Centro. Físicamente es igual. Con independencia del parecido físico, quería hacer alguna apreciación. Yo no soy experta en cine y a lo mejor mis consideraciones no tienen nada que ver con el fin de la película.

Hay una frase de la película que me llamó sorprendentemente la atención "en ocasiones hay que hacer el mal para buscar el bien". No es textual. En la película la Superiora del Colegio se basa en una duda razonable para destituir al sacerdote. Es una duda. ¿Qué pruebas fehacientes tenía? Tenía la certeza según su criterio. ¿Pero dónde estaba la verdad y la prueba de los hechos?

Se inventa que habló con unas monjas dónde había estado el sacerdote. Monjas con las que no habló pero que le sirvieron de fundamento para pedir su destitución. Los hechos son que es cariñoso con un chico. No se ve ni que le haya bajado unos pantalones etc. Hechos son: que le regala una bailarina que baila delante de un espejo, que guarda una camiseta en su taquilla. La camiseta pudo ser que fuera de deporte y el chaval se la dejara olvidada en el Despacho. Lo cierto es que no tenía ninguna prueba. Yo me acuerdo que me hicieron una Corrección Fraterna en la Asesoría porque yo había hecho unas compras sin permiso. La realidad fue que le pedí a un hermano una prenda de vestir (jersey de marca  prestado), una agenda de una marca buenísima y me la llevé a la oración con total mala idea, para que la vieran todas. Lo curiso es que nadie me preguntó si me había comprado el jersey o la famosa agenda pero si informaron a la Asesoría que no cuidaba la pobreza porque me había comprado un jersey y una agenda sin solicitar la oportuna autorización.

En otra ocasión, encontré una carta en Dirección y tuve la Intuición que hablaba de mi. La Intuición no falló. Aunque estuvo mal que yo leyera la carta, lo que yo leí en esa carta y se comunicaba a la Delegación, parecía un informe referido a otra persona. Yo fui tan idiota que dejé la carta en Dirección y que siguiera el curso que tenía que llevar: llevar a la Delegación o lo que sea, pero lo que allí se decía, eran acusaciones totalmente falsas sobre mi persona. Por eso, mi gran Decepción, al comprobar que en la Obra, la Caridad es un DON que sólo lo tienen muy pocos y es lamentable...

A lo que voy es que en ningún momento tiene justificación la mentira aunque el fin sea Lícito. ¿Por qué le dicen a numerarios que se han ido a pisos que son numerarios cuando en realidad, se han querido quitar un muerto de encima, porque les son molestos y pasan absolutamente del Interesado?, ¿Por qué mienten?, ¿qué bien se persigue en este caso?, ¿el del interesado, el del Centro o el bien de la OBRA?. ¿Por qué se miente?, ¿por qué cuando a un sacerdote de la Obra se le pide la verdad sobre un asunto evidente, por qué miente?. ¿Es aquí cuando es aplicable la Mentira Piadosa?, ¿o estamos hablando  donde es aplicable al caso el  "Voluntario Indirecto"?

En la Obra, me refiero, cuando se recurre a la "mentira piadosa" (que a veces de piadosa, tiene muy poco), se atenta al más hondo sentido de la caridad. Se miente y se miente demasiado y para mí, el fin no Justifica los medios.

Al igual, que afirmo que se leen las agendas.Yo la electrónicas no tengo ni idea. Pero ya expuse aquí una vez como la Directora leía cada día la mía. Un día me acompañó a comer y me empezó a hablar de lo que yo esa mañana había apuntado en mi oración de la mañana. Yo creo en el Espíritu Santo pero no hasta esos extremos. Me molestó su comentario (el de la Directora) y empecé cada día a ponerle una trampa en la agenda (un cabello colocado en un lugar estratégico) y resultó que el pelo se "movía solo". Con lo cual deduje, que la asistencia del Espiritu Santo a los Directores es sólo y en muy, muy determinados supuestos. Hablo ya de Directores que rozan el Misticismo, o sea, muy pocos. Así que aviso a navegantes y que cada uno decida qué escribe en su agenda. A lo mejor ya ni siquiera necesita hacer la charla porque la Directora le puede contestar directamente por escrito o ponerle un papelito con un recado.

Conclusión: No se pueden afirmar hechos sin pruebas que lo acrediten. La mentira no tiene justificación por muy lícito que sea el fin. La mentira es mentira y la verdad es la verdad. Decía Piepper "quien te quiere, te quiere en la verdad y en el bien". Concluyo que la mentira no admite justificación. Ahora que cada cual haga lo que quiera y allá cada uno y su conciencia, si es que tiene conciencia. Pero sí le aseguro a cada uno, que todos daremos cuenta a Dios de nuestra vida y no nos va a juzgar ni S.Josemaría , ni D.Alvaro del Portillo, ni D.Javier Echevarria. ¿Ante quien, o Quien hemos de quedar bien? Que cada uno saque sus conclusiones y que sepa que la Obra no es Dios y el gran peligro, sería confudir que la Obra y Dios son la misma cosa cuando Sustancialmente son conceptos ABSOLUTAMENTE distintos.Ese es el gran peligro que les podría ocurrir a algunos.

Un saludo,
Histri