En la actualización del pasado viernes Ramón y Casimiro coinciden en referirse a la retirada del concierto a un colegio del Opus en Cantabria. Para quienes lean esto fuera de España: el concierto en materia educativa no tiene nada que ver con las jaranas de giras y festivales de cantantes y ese tipo de gentecilla. Los conciertos son unos acuerdos entre la administración pública y centros privados mediante el cual se subvenciona con dinero público parte del coste del centro escolar. Antes de entrar en materia me parece interesante dejar claro dos cosas: 1. me parece que el Opus es una secta destructiva y peligrosa y, por tanto, que hay que pararle los pies a sus pompas y sus obras, y 2. me parece que la coeducación es un buen sistema. Yo he dado clase en un colegio de Fomento (sólo chicos) durante cuatro años y luego diecisiete años en centros públicos. Prefiero la coeducación, pero se puede educar en ambos casos.

Y dicho esto añado: me parece una pésima noticia esta retirada del concierto. Me parecería muy bien que se persiguiera estos colegios por otros motivos. Por ejemplo, esos profesores que han sido expulsados porque han dejado de ser del Opus y no porque no sean competentes en su materia; o esos profesores que han sido expulsados porque interesaba colocar a uno del Opus con mucho gancho apostólico; o ese acoso y derribo a niños y jóvenes. Eso son cuestiones graves y quien ha pasado algún tiempo en esos colegios, sabe algo de esto. Pero es que me parece que aquí la cuestión no es esa...

Ramón y Casimiro recogen retazos del auténtico problema. Para empezar, Casimiro remite a una nota de la CEAPA donde esta organización se alegra enormemente porque, dicen, se trata de un colegio que se financia con dinero público y usa unos métodos anacrónicos. Insta a fortalecer la escuela pública y anima a otras comunidades autónomas a seguir el ejemplo de Cantabria. Resumiendo: el tópico progre de que el dinero público para los centros públicos añadido a que se trata de centros anacrónicos, esto es, que no están en la línea ideológica de la pedagogía que ha inspirado la Ley de Educación imperante, ley que ha logrado que los alumnos sean cada vez más torpes (y hasta los informes internacionales, tipo PISA, lo dicen). Esto, para quien no esté idiotizado por la dogmática progre, supondría un argumento en contra; se razona así: si la educación diferenciada va contra una pedagogía que obtiene resultados nefastos, quizá sea buena. Además, ¿de qué va la CEAPA? Para averiguarlo, ahí está google. Y se llega a la web de la CEAPA y se encuentra que las dos últimas noticias destacadas son la aludida por Casimiro y otra en la que se “pide a las autoridades que depuren responsabilidades y rescindan el concierto educativo al centro que ha emitido un audiovisual antiabortista” (aquí: http://www.ceapa.es/files/notasprensa/File00198.pdf).

Bueno, pues a mi la gente que quiere depurar a los que no piensan como ellos no acaba de caerme bien. Sin comentarios. Sintéticamente, hay un intento de imponer una serie de principios ideológicos, principios que se pueden compartir, pero no imponer. Y a mí me parece mala noticia. Quien impone tiene una actitud dictatorial, es un tirano, sea el Opus, sea la Consejería de Educación. Fijaos qué bien descrito está el funcionamiento totalitario del Opus en una novela (1984, de Orwel) que describe una dictadura comunista: los planteamientos absolutistas coinciden en imponer y depurar a los disidentes (sea en un GULAG, sea en la 4ª planta), difieren en qué imponen. Y me parece mala noticia que se cierren vías educativas. Repito que me parece buena opción la coeducación, puede ser un buen principio educativo. Pero hay por ahí circulando un informe internacional (de 2008) que ha hecho un estudio comparativo entre 25 sistemas educativos del mundo. Se ha cogido los que mejores resultados obtienen y ha visto qué características tienen. (Para gente que tenga que ver con la educación es muy interesante: si lo queréis os lo envío por correo electrónico). Y de ese informe destacaría: 1. el asunto de la educación diferenciada a veces produce mejores resultados. 2. los métodos impulsados por nuestra ley de educación producen resultados nefastos. Sintéticamente: los mejores sistemas educativos van en una dirección diametralmente opuesta.

El tema del dinero público para centros públicos. Hay que ser conscientes de que los centros públicos también cuestan dinero. La diferencia está en cuánto. Pues bien, los centros concertados son más baratos (cuestan dinero público, sí, pero muchísimo menos que un centro público) pero obtienen mejores resultados. Entonces, la elección es: ¿prefiere usted gastar menos dinero, de modo más eficaz o lo contrario? Bueno, quien sea un defensor del dogma progre lo tiene claro. Los que defendemos la libertad, el mínimo control, mínimo Estado, también lo tenemos claro. Es que basta conocer un poco cómo funcionan las instituciones públicas (colegios públicos incluidos) para pasmarse del modo en que se derrocha el dinero que llaman público pero que sale de los impuestos privados.

Tenía algún punto más que comentar, al hilo de lo que dice Ramón, pero veo que me estoy alargando demasiado y tampoco es cuestión de agotar el tema. Recientemente Agustina ha cortado algunas intervenciones porque se iban por los cerros de Úbeda (que si la fe, el ateísmo y esas cosas). Y me parece muy bien. No sé si yo me voy también muy lejos de nuestro pusillus grex. Si es así, me parece muy bien que no me publiquen. Porque desde una perspectiva reducida (mirando sólo al Opus), estará bien todo lo que sea poner trabas a la secta opusina. Pero si miramos un poco más allá y vemos lo que se está jugando en la sociedad, quizá nuestro gozo no sea tan completo. Vale et salve.

munruhig