Leyendo el día 15 la página, me encuentro con el escrito de jgomez dirigido a BuenLadrón, en cuyo título dice: "No me cierra".

 

Hablo de coincidencia con asombro y con risa, porque un día antes, el 14, le escribía un email a una gran amiga de aquí del opuslibros diciendo que el juez Garzón, debería ir a Pamplona y que en verdad haría un gran bien al Mundo entero, lo decía muy convencido eh! . Me ha dado gracia esta Conicidencia,  porque Javier lo dice a BuenLadron, pero creo que sería una gran Conveniencia para muchos seres humanos saber qué pasa en la Clínica Universitaria y sobre todo con el Dr. Sarrais y me imagino que con todos los psiquiatras de ahí.

 

Yo fui sometido a un tratamiento con él de 5 meses que fue suficiente como para tenerme atontado y no pueda dar guerra en el centro, cómo él me decía, o más bien para que sea más dócil, según decían los directores de mi centro, unos auténticos anticristianos vaya!. Han pasado años y mi cuerpo sigue pasando factura, pero la nobleza del barro con el que fui creado y la gracia de Dios cada día me sacan adelante, pero médicos muy especializados ahora,  se admiran de que no tenga daños neurológicos irreversibles, porque los medicamentos usados eran realmente salvajes, de uso médico sí, pero las sobre dosis recetadas,  son las que ponen de escalofrío a todo galeno. 

 

Además nuestro amigo Sarrais, incumple con todo tipo de moral profesional, cristiana y humana, pues a más de tratar con salvajismo, para "que el paciente sea dócil", no guarda el secreto profesional, puesto que inmediatamente de la consulta,  llama al director o subdirector y pasa el informe de la terapia, o más bien de las cosas que el paciente se ha quejado, el porqué de su agobio, los ayes del alma,  que evidentemente son producidos, cuando se está calumniado, coartado la libertad, sufrido, humillado y demás.

 

 Primero se olvida de su psiquiatría por un momento y se convierte en Cura consejero de dirección espiritual y te dice; ¿pero no te das cuenta en el paraíso que vives? debes dar gracias a Dios por las comodidades y !por que no te condenarás!, gracias al Opus Dei,  luego se quita la estola virtual, sigue con  el mandil material, y te mete una bronca de mucho cuidado, para luego mandarte peor de lo que llegas y dos días más tarde ya estás totalmente atontado por meses, casi mudo, casi sin pensar, casi vegetal. Ese mismo día o máximo al siguiente llama al centro y decide  contar de que te habías quejado esta vez. Lo descubrí un día que oí la conversación del Director con Sarrais, porque descuidadamente dejó la puerta abierta mientras yo configuraba el ordenador de la salita adjunta y le hablaba de un compañero que lo pasaba fatal. Y luego porque este mismo director, cuando caí en no ser dócil,  un día se le fue la sin hueso y me lo confesó, "El Dr. me ha dicho que has dicho tal y cual cosa";  claro, si hubiera tenido una grabadora en mi poder, ay! el Cura ya estaría suspendido y el Psiquiatra también, que hubiera sido lo mejor para la humanidad, pero que lástima, no la tuve.

 

Curiosamente Sarrais, para finalizar te envía tratamiento de un mes pero con 28 antidepresivos cargados de mg y somniferos  también fuertísimos y te dice que para poder analizarte mejor los dos últimos días antes de cumplir el mes de control, no tomes nada para ver si has vuelto a tu estado normal. Entonces llegas a casa con el paquete de la farmacia y empiezas a drogarte, uf!!!, duermes como un oso invernando, de hecho 8 horas son pocas, por ende pasas el día atontado, pero como en el desayuno te tomas el antidepresivo fuertísimo, te pones a mil, entonces vives un querer hacer y no poder, una confusión horrorosa que te mantiene idiota, babeando, y por lo tanto en la luna..., así no protestas más y dejas vivir a los demás, porque te conviertes en un ser dócil, según ellos, pero en ese estado eres un perfecto anormal, hombre! estás drogado!.  Al día 28 no tomas los venenos y llegas donde él, el día 30 y te destapas en 1 hora lo que has visto en 28 días y  no lo puedes ni coordinar bien y claro aflora tu reclamo ante todo, ante él y otra vez... más tratamiento para ser dócil, anulándote y  a llamar al centro, a informar, y luego la dormición del estúpido y la excitación de la bestia. Gracias a Dios a los 5 meses por indicación de un compañero de trabajo, cuyo cuñado es médico, fui dejando de a poco por mi cuenta las drogas y al 6 mes, Gracias a Dios me fui! y desde ahí soy libre, pero todavía pagando la factura del envenenamiento físico, la manipulación de tu alma, el usarte como un coche a la conveniencia del director o subdirector del centro, vaya Obra de Dios!!

 

¿Es o  no es esto suficiente para que el Juez Garzón, intervenga en la Clínica y a Sarrais lo pongan entre rejas, porque como dice Javier, son violaciones de lexa humanidad?

 

Tido