Querido Diego:

Vaya por delante que coincido contigo en algunas, bastantes, de las cosas que escribes. Yo también estuve dentro, y me fui hace muchos, muchísimos años; los primeros fueron psicológicamente muy duros, y poco a poco el recuerdo de lo que viví se fue diluyendo en el tiempo.

Mi vida personal, familiar y profesional la considero muy satisfactoria; ¿ves?, en esto también coincidimos. Tampoco me considero ex de nada... bueno sí, ex-socio de la Real Sociedad, lo único, y tampoco me enorgullezco de ello ahora que estamos en segunda división.

Sin embargo, el título de mi mensaje hace referencia precisamente a la parte de tu currículum que incluyes en el mensaje, y que me hace comentarte con cariño, y  tratando de quitar "tensión" a tu mensaje, que una de dos: o no eras tan buen diplomático, o de lo que no entiendes es de psicología.

Obviamente hace mucho tiempo que te marchaste, y ya no te acuerdas del dolor y del sufrimiento de cuando estabas dentro, y del que sentiste al salir sin ninguna referencia válida para el mundo real, en el que ninguno de los valores -y no entro en si son mejores o peores, buenos o malos- con los que has pasado una larga temporada de tu vida, te sirven absolutamente para nada. El problema es precisamente reconstruirse, y tú, por lo que dices, lo conseguiste en un plazo que consideras razonable, pero que obviamente no puede ser el mismo para todas las personas.

Hace cinco meses que caí por casualidad en esta página; te aseguro que todas mis neuronas empezaron a dar chispazos después de treinta años, sí, sí, treinta años, e incluso se me saltaron las lágrimas varias veces al leer comentarios de personas que estaban viviendo y pasando por lo mismo que había pasado yo. Y eso que como te digo, llevo veinte años casado, tengo un hijo de doce años que es una verdadera pasada, y... ¡qué leches! yo también tengo un "carguete", que vaya usted a saber por qué, aunque la mayoría de los que entran en esta web entenderá mis precauciones, no voy a comentar en qué consiste.

Hablar de psicólogos y de obsesiones es sencillo, pero es simplemente quedarse en lo superficial de lo que hay en esta página; te lo digo sin intención de reprocharte nada, sino  tratando de hacerte comprender lo importantísimo que me parece que la gente pueda expresar como se siente, y ser escuchada por personas en su misma situación presente o pasada. Y por cierto, permíteme que te corrija -qué mal me suena esta expresión, ¿no?- por hablar de la "virtualidad" de esta página, ya que me consta que en ella escribe gente real, con problemas y con soluciones reales, derivados de experiencias reales, desgraciadamente traumáticas en muchos casos.

Normalmente no suelo escribir en la web, quizás porque creo que ya superé mis problemas, aunque obviamente hay rasgos de mi personalidad que derivan de la época que pasé en la obra, entre los 14 y los 17 años. Pero en este caso, sí que desde la cercanía que siento contigo, puesto que parece que ambos nos encontramos bien ahora, te pido un poco más de sensibilidad hacia quienes todavía tienen, con independencia del tiempo que necesiten, que superar su situación.

Recibe mi afecto y mi respeto.

jota