Querida Isabel,  

entiendo el dolor que te puede haber producido que te cuenten que “x” piensa que eres lo que piense que seas.

Lo entiendo no sólo intelectualmente sino porque me ha pasado muchas veces, la última vez alguien sin querer me dijo el dato exacto de que quien yo pensaba era “amigo” mío le decía en un correo que cómo es posible que la primera persona (parte de mi círculo íntimo) pueda estimarme. A mi me partió el alma porque esta persona que envía y reenvía correos detrás mío para hablar mal de mi, tenía mi dirección electrónica y mi bienvenida como para decírmelo a la cara. Y duele, duele mucho. Creo que duele más que saber que alguien a quien no identificas piensa lo que fuere que piense de ti...

Isabel me tardé más de 3 días en recuperarme y no vale la pena. Ni siquiera si quien quieres no te entiende. Ni siquiera si quien amas te da la espalda. La única lealtad que debes tener es a ti misma, porque si no te amas a tí a quien ves y conoces bien, ¿cómo vas a amar a Dios a quién no ves? ¿cómo vas a amar a un prójimo a quien tienes que amar como a tí misma?

No creo que debas justificar ante nadie tus actuaciones. Sé fiel a ti misma. Has emprendido una lucha contra alguien que te ha destrozado la vida (por lo que leo, la tuya y la de muchos más) y si tú crees que eso es lo que debes hacer: sigue adelante. ¿Acaso quienes hablan mal de ti son la razón de tu lucha? Yo creo que has vivido bien sin ellos ¿por qué tomarlos en cuenta ahora que no te hacen falta?

Sólo para aclarar lo que reflexionabas, te contesto que el haber sido del opus no nos hace ni buenos ni malos. Es más, yo diría que si asumimos como verdaderas las estructuras del opus y no nos recuperamos, es posible más bien que seamos “malitos” y hagamos bajezas y vilezas al “estilo opus” como por ejemplo hablar mal de alguien a sus espaldas, usar el anónimo –de un chat o de un blog- como arma de la calumnia y enviar correos hablando mal de alguien a quien puedes tranquilamente decirle las cosas a la cara, en privado y en igualdad de condiciones.

El haber sido del opus nos hace personas que en su momento fuimos víctimas de una secta PERO el grado de recuperación de cada cual es responsabilidad personal. No soy más hermana de un ex opus de lo que puedo serlo tuya o de un in opus, porque sé que si sufres yo (por ser como soy) sentiré la necesidad de darte una palabra de aliento o de solidaridad, seas quien seas y sea cual fuere tu pasado, tu presente o tu futuro. Pero esa soy yo, porque así soy yo. No porque sea parte de ninguna “hermandad”.

Y por ser como soy te digo por experiencia que lo mejor para tí sería perdonar lo que fuera que digan, porque quien lo dice no te conoce. Puedo añadir que si lo dijo en medio del envalentonamiento que da ser parte de una jauría (presencial o virtual), no tiene ni la mitad de valentía que tienes tú de decir lo que piensas y sientes a la cara, con transparencia, frente a frente, una a uno y sin miedo.

Eres leal contigo misma y por eso te mereces tu propio respeto. Y si te respetas tú que es la única con la que convivirás toda tu vida, la única a la que no puedes dejar de oír y sentir cada día todos los días de la semana, y al llegar el final del tiempo sólo quedarás contigo… ¿qué te puede importar que diga o deje de decir quien no conoces? Aunque reconozco que duele y que cuesta un poco recuperar la paz. Pero al recuperarla te vas dando cuenta (eso me pasa a mi) de que en realidad no estoy aquí para impresionar a nadie sino para hacer lo que yo sé que debo hacer.

Y por eso sé que lo que yo diga tampoco debería tener relevancia para tu vida, ni para curar tu dolor, pero lo digo porque necesito mostrar mi solidaridad contigo aunque tu lucha no sea la mía, y puesto que si no lo digo, no sería leal conmigo misma : - )

Un fuerte abrazo Isabel,

Emevé