Hola amigos, soy westy. Antes de nada decir que si alguien duda de la veracidad de este escrito puede preguntar a Jacinto Choza al que conozco desde hace años y responderá por mi.

Bien, el caso blanquito (podría ser el caso negrito, el caso azulito, verdecito...), pero bueno yo elijo el color blanco, pues como digo el caso blanquito es en cierto modo sorprendente y en cierto modo triste ¿Quien es blanquito? Vaya usted a saber... porque el que miente una vez miente cien. Sólo se que entró en Vuela Libre con un nick a todo color (ya he dicho que para los colores no hay nada escrito) y se presentó como una persona que había sido tres años del Opus Dei y hacía doce que ya no lo era. Pues nada, bienvenido. Al poco me envío un mail privado diciéndome que quería escribir un libro que recogiera las experiencia de los ex miembros utilizando para ello una entrevista grabada. Mi respuesta fue que de grabaciones y entrevistas nada, pero que podíamos quedar para tomar un café...

Cuando nos encontramos lo primero que dijo fue: en realidad no sé si he sido o no del Opus Dei. Debí mandarlo al cine, pero le dejé hablar y ya era tarde para la retirada. Yo no daba crédito.... no sabía que era la admisión, ni la oblación, ni cual se hacía antes... vamos que ni zorra idea. Pensé: joder, en que huerto me he metido, pero en fin... Nos sentamos con nuestros respectivos cafés y comenzó el bombardeo de preguntas... he oído que... he leído que.... me han dicho que... Me imaginé que delante tenía a un Quijote con armadura, una bacía de barbero por casco (en cristiano, una palangana), lanza y pantuflos. Tuve que apartar esa imagen de mi cabeza volviendo al café. ¿Qué hago? Emplee el método "si, pero no". "Sí" consistía en explicar la versión oficial, pero como era ignorante en este materia, tenía que esforzarme y explicar...bla..bla..bla. LLegaba el "pero no". Eso era más fácil, hay mucha casuística, practicas erróneas institucionalizadas y a veces ¿fuera de la legalidad canónica? Bastantes "in"... os dejo a cada uno el calificativo.

Después de dos horas, por fin salvada por el móvil. Le llamaron y aproveché la ocasión para largarme. Al despedirnos me dice que si quiero ir a tomar café con otra ex. Lo que faltaba, no se había enterado de nada, o sea que me fui cabreada por haber perdido una tarde de domingo.

Si alguien cree que la historia se acaba aquí se equivoca. A los días entra de nuevo en el foro y plantea el siguiente tema "El Opus Dei generador de agnósticos". Pero bueno pensé, este tio es tonto o es tonto. Escribo a webmaster. Seguí pensando que quién puede ser tan estúpido como para evitar que yo me plantee la siguiente cuestión: ¿si convierto el enunciado en pregunta que obtengo? Pues lo más parecido a una entrevista. Como mis amigos empezaron a opinar sobre el tema escribí en un post lo que le había comentado a webmaster. Posteriormente nos informó del mail que le había mandado el colorinchi. Vamos, que no había sido del Opus Dei pero que había vivido varios años como ellos. Me pregunté que como quién si no distinguía la derecha de la izquierda. Luego me tachó de infiltrada, o sea que yo era un topo del foro, algo así como un 007 y que tenía pruebas de ello porque había grabado nuestra conversación sin que yo lo supiera.

Primero cabreo, segundo serenidad, tercero acción.

Supongo que sabe que en el momento en que haga uso del contenido de esa cinta puedo iniciar acciones penales contra él y para ello no tengo ni medio problema. No se imagina con quien ha tropezado, a quien tengo acceso, no sólo en Pamplona sino mucho más allá. Como no creo que entienda lo que significa "mucho más allá" os pondré un ejemplo: tirando por lo bajo puedo empezar por el anterior Presidente del Gobierno de Navarra y de ahí para arriba.

Bien, acabo de escribir esto en Opus Libros y ahora por fin se acaba el culebrón "colorinchi o el monstruo de las galletas". Permitidme una consideración final. Mi especialidad en filosofía es la teoría del conocimiento desde una perspectiva muy particular que ahora no viene al caso. Tengo la facilidad de poder pensar como piensa otro, o sea, de meterme en su cabeza como si fuera la mía. El intelecto del tal colorin colorado es tan simple que escriba lo que escriba sabré que es él. Estaré atenta y como he dicho a otras personas, no creo que llegue a escribir ni la hoja dominical. De todos modos ha subestimado mi inteligencia y otras muchas cosas ¿cuántos C.G viven en las proximidades de tu antiguo cole? En fin, tengo cosas más importantes que hacer, sólo quería contar a mis amigos que por desgracia hay gente que quiere aprovechar para su interés el dolor ajeno,

westy