“La Duda” es una película que se desarrolla en una escuela católica ubicada en el Bronx  a principios de los años sesenta.

Meryl Streep desempeña el papel de la Hermana Aloysius Beauvier lo que le valió una nueva nominación al Oscar. Philip Seymour Hoffman es el carismático P. Flynn quien es acusado de propasarse con un menor de edad.

La Hna. Aloysius no es una monja más; es la Madre Superiora de una pequeña comunidad de monjas dedicadas a la enseñanza y a la vez directora del colegio. Su vida transcurre entre la vida comunitaria y la dirección del colegio de bachilleres; es su mundo al que cuida y vigila. Nada en la comunidad o en el colegio escapa al celo de su mirada inquisitiva.

Hasta aquí el parecido con los numerarios pueden ser puramente externo, es decir, vida en común y dedicación a la enseñanza secundaria. Sin embargo, a medida que transcurre el film se advierte el parecido de familia de algunas costumbres de las religiosas con las reglas de Escrivá. No estar nunca a solas con una persona de otro sexo, dejar siempre la puerta entornada, evitar manifestaciones de afecto son reglas comunes a Escrivá y a la Hna. Aloysius. La religiosa vive con “delicadeza” esas reglas; sigue sin saberlo el consejo de Camino  “Mira que el corazón es un traidor.- Tenlo cerrado con siete cerrojos”. En ese consejo queda atrapada y bajo sospecha la afectividad fuente de amor, espontaneidad, alegría. No hay que sorprenderse, entonces, de las rarezas de los numerarios que suelen gozar de un corazón atrincherado, normativo tal como se puede ver en la Madre Aloysius.

Si tratamos de ver las diferencias basta con señalar que la Hna. Aloysius pertenecía a una comunidad religiosa, estaba dedicada a la educación católica sin ocultamiento ni cortinas engañosas. Su identidad es clara, transparente.

Próximo a cumplir un siglo de vida el Opus Dei es objeto de estudios por parte  teólogos y canonistas quienes se preguntan una y otra vez ¿Qué es el Opus dei? sin obtener una respuesta adecuada.

Una buena muestra de las vueltas y revueltas del Opus Dei es su camino jurídico que concluyó en una prelatura que es por excelencia una entidad dedicada a la organización del clero. Algo, por cierto, extremadamente laical.

No soy canonista por eso agradezco a quienes tienen la paciencia de escribir sobre los aspectos jurídicos de la Obra como quienes intentan sistematizar lo que se presento como “espíritu”.

Los que hemos pasado una buena parte de nuestra vida en la institución sabemos que es una organización agobiada de reglas, llena de puerta falsas, contradicciones, ocultamientos, desconfianza, controles, una marroquinería que enferma a cualquiera.

Finalmente, mi duda es si “La Duda” será admitida en los centros de la Obra sencillamente porque los más despiertos no dejarán de advertir el parecido de familia entre las costumbres que dejó Escrivá y las que vive la Hna. Aloysius.

Segundo

Otro sí: Dejo de lado un tercer personaje que es una Hermana joven quien de buena fe se convierte en delatora desatando el drama. ¿Algo nuevo bajo el sol del Opus Dei?.