Oldie: he leído tu carta publicada el lunes. Da la impresión de que tu “inquietud” es esa tensión excesiva que produce el estilo de vida de la Obra. Quizás se pueda aguantar un tiempo, pero a cierto plazo produce su efecto.

Cuando el próximo 19 de marzo no llames al centro para renovar, dejarás de pertenecer a dicha prelatura personal. Aún en un plazo de dos días se podría subsanar la omisión de la renovación, pero pasados esos días, definitivamente dejarás de ser miembro del Opus Dei. Son insistentes mientras eres “miembro”, ya que tienen ese deber de velar porque una vocación no se pierda. En el momento que tú no renueves y ya no haya vuelta atrás, dejarán de preocuparse por tí y por tus “enfermos en casa”. Una cosa es que se preocupen realmente por tí y otra que se preocupen por cumplir un precepto del fundador. Hay una diferencia en el amor a la persona al amor al precepto. El primer amor se dirige desde fuera de uno hacia otro, el segundo sólo se queda dentro de uno mismo. Pues sólo es una manifestación de amor propio, a los propios conceptos o ideas...

Como comenté en otra carta, antes de que llegue el 19 de marzo tienes la opción de preparar un escrito que puedes remitir mediante notario al centro -para dar fe de su contenido- en que exponiendo que has sido miembro durante 10 años, amparandote en la normativa de la Iglesia, das por rescindido el contrato con la prelatura, y solicitas den acuse de recibo de tu carta mediante oficio de la Prelatura. Pon el nombre del centro, domicilio, y nombre de la directora y numeraria que te atendía. Dirigelo al Prelado o vicario de la región.

Esta es la forma que a ellos no les gusta, prefieren que no renueves el 19 de marzo, y que te vayas sin que haya constancia escrita de tu pertenencia y de tu salida. Tú decides como quieres irte.

Patton, no le des más vueltas. No trates de ver intenciones en quienes no te van a decir nada directamente. Habrás hablado ya bastante con el numerario y éste habrá transmitido al director del centro lo que le parezca que haya visto en tí. Tendrán su opinión y quizás no te quieran presionar, dejándote un margen de tiempo para recuperarte. No tiene porque ser una invitación a irte. Pero mira tú que es lo que quieres realmente. Añadir más motivos, razones o argumentos contrarios a la praxis de la Obra no sé de que puede servirte, si no estás contento. Ten en cuenta que esta institución -como otras de la Iglesia- no son fines absolutos en si mismos, son simplemente medios para llegar a Cristo. La salvación está en la Iglesia y en la Palabra del Señor. Busca una salida de la Obra que te sea compatible con mantener tu propia espiritualidad y trato con el Señor. No alimentes más motivos o justificaciones para salir de esta institución. Podría llevarte a un resentimiento o rebote innecesarios.

Pedro Pérez de la Blanca, leí tu carta, y el antecedente, la otra del año 2008 en la que narras tu situación de mobbing que padeciste en el Opus Dei. Sinceramente, creo que el Opus tiene un estilo de vida que lleva a crear una tensión o trastorno psicológico en la persona que intenta vivir ese diseño espiritual. Aunque esto sea a medio plazo. Me parece que es más acentuado en los numerarios que en los supernumerarios, pero que sucede a demasiadas personas. Me queda una duda de esa carta del 2008, ¿tuviste respuesta a algunas de las cartas que has remitido? Algo me dice que no.

Ya que no recibiste respuesta, ¿porque no crear una asociación por “la verdad y justicia en el Opus Dei” -con el título en latín- que divulgue -no por la web- sino a través de libros, la realidad de esta prelatura? Hasta se le podría encontrar un “logo”, quizás una modificación de la “cruz” dentro del círculo, como si algo estuviera roto dentro.

Mencionaste el caso de Marcial Maciel y los legionarios de Cristo, un ejemplo muy grave para la Iglesia de lo que puede pasar, que una institución eclesial se diseñe de una manera que parezca poseer una “espiritualidad” con fines “buenos” por un fundador “aparentemente santo” (según el estandar eclesial)... y que luego resulta que no, que algo pasa en ese fundador y en esa institución. Lo de los legionarios es una crisis seria, especialmente para sus miembros actuales. Pues se pasan la vida -al igual que el Opus- intentando vivir las enseñanzas del “fundador”. Y esta “espiritualidad” era falsa...¿qué harán ahora?

Un saludo a todos, Daniel M.