La oveja negra leyó en Internet los testimonios de otras ovejas que habían dejado el redil porque no habían aguantado el peso que ella también había sentido una vez.

Los internautas, se asombraron de que una oveja que estaba dentro del redil pudiese leer sus testimonios, pero la oveja no solo leyó sino que escribió y participó, para mayor asombro de las ovejas desertoras. Leyó y comprendió tantas cosas!… “cualquiera no puede ser pastor” pensó. El verdadero pastor debe estar entregado de lleno y siempre a su redil. Debe estar atento a las necesidades de sus ovejas, sean blancas o negras, tratar a todas por igual, de acuerdo a lo que necesitan particularmente, porque si están en el redil merecen toda su atención. La oveja se identificó con varios de los testimonios y dio fe de ellos.

Son temas esenciales los que ella tenía muy presentes en su vida y que, era evidente, los pastores de los rediles no habían tenido en cuenta en tantas ocasiones. La oveja, que había sufrido en silencio, entendía el sufrimiento de aquellas otras pero nada podía hacer, humanamente, nada.

Sentía deseos de gritar ¡SE PUEDE! Por favor… ¡se puede!... se puede vivir una vida de amor dentro del redil! Hay un tiempo, que es como una prueba de Dios, en que uno se lo pasa realmente muy mal y llega a pensar tantas cosas! Hay críticas fuertes contra el redil en la vida de uno, hay una falta de entendimiento –le había pasado a ella- pero después se entiende todo, viene la calma, la tranquilidad, la paz. Pero antes hay que pasar por el “túnel negro”. Ella lo había pasado felizmente. Es como dar a luz una criatura, pensaba, la mamá no se acuerda de los sufrimientos pasados cuando tiene al hijo entre sus brazos. Se olvida todo cuando la felicidad es plena.

Y la oveja escribió en Internet sus vivencias en el redil. No tuvo mucho eco, otros la criticaron, no faltaron las burlas o los comentarios irónicos. Nada de esto le importaba, solamente le importó dejar su testimonio, para que otros lo leyeran.

La ovejita vivió feliz durante muchos años. Estaba con las otras ovejas, las servía con amor porque grande era su AMOR, esto le bastaba, no quería ni buscaba nada más.

FIN

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