Estimado Patton:

Hace tiempo que no escribo, cada cosa tiene su tiempo, pero hay cosas que son la gota que derrama el vaso... Todos los temas que pasan por la web los siento como míos y si no he escrito antes es por falta de tiempo y de capacidad...

Alguna vez escribí en esta web sobre las Normas y Costumbres; creo que entre este escrito y otros muchos comprenderás a lo que se compromete una persona que desea vivir dicho “espíritu” (si bien nunca serán suficientes las explicaciones para lo que significa vivir dentro del opusdei...)

Desde luego que -me atrevo a decir que NADIE-, al comienzo de su vocación sabe a ciencia cierta a que se compromete de forma absoluta. En parte es comprensible: cualquier camino que uno emprende se va conociendo, en algunos aspectos, poco a poco; pero lo grave es que la obra (entiéndase: los directores) no buscan que se conozca, sino que se dosifica todo a tal grado que resulta que al pasar el tiempo, incluso años, uno se encuentra sumergido en actividades que nunca imaginó, que te ciegan el alma, sin conocer incluso los estatutos que rigen la prelatura, o sea, a sus miembros, o sea a TI.

Si para adquirir un crédito automotriz uno lee hasta la última cláusula y la letra pequeña; consulta con algún amigo que sepa del tema, analiza la situación financiera personal, familiar, nacional, mundial..., con la familia... (por supuesto que la empresa que otorga el crédito deberá, por su bien y la del que adquiere el crédito que no quede nada sin conocerse). Me pregunto yo: ¿En qué momento de ceguera, engaño, inmadurez, doblez, estupidez alguien decide obligarse de por vida a algo que no conoce con profundidad? No queda más que una ignorancia supina ó un engaño artero. ¡Qué losa tan pesada caerá sobre aquellos que a sabiendas engañan así a las personas! (he de decir que yo lo hice y por lo cual he procurado pedir disculpas a cuantos acerqué al opusdei e incluso pitaron... creo que nunca podré ofrecer mis disculpas lo suficiente...).

Pero más grave aún... Acabo de encontrarme con un buen amigo exnumerario -a quien traté, y pito en gran medida por mi, y abandonó el opusdei hace años- a quien días antes de hacer la fidelidad le sueltan de sopetón en la charla: “¿Nunca has pensado que quizás, posiblemente ser numerario no sea lo tuyo...?” (¿¿¡¡!!??). De ahí en adelante fue orillarlo a abandonar la obra a la que él jamás había pensado abandonar. Pienso que decir a alguien que el opusdei no es su vocación es válido, pero lo que está mal, esencialmente mal y grave, es que jamás se le dijo, como era la obligación de los directores –ni a mi me lo dijeron en 12 años, ni creo que a ningún aspirante a pertenecer a la prelatura- que desde escribir la carta hasta el momento de hacer la fidelidad uno esta a prueba tratando de descubrir si ese es el camino correcto al que debamos pertenecer y que decidir no seguir es tan válido y correcto como continuar.

Todo lo contrario, a mí como a tantos -¿todos?- se nos dijo que pertenecíamos al opusdei desde el que escribimos la carta y después de ese momento “volver la vista atrás” ó simplemente osar girar la cabeza era ya era una traición a Dios... (yo también lo dije... a mi favor tengo el que yo era un ciego, inmaduro... Malditos los que lo hacen a sabiendas ó que al menos a sabiendas deciden no hacer caso a su conciencia que les reclama algo... pobres directores, ¡Que pena y lástima me dan, de verdad, que pena tan profunda me dan!

Patton, te deseo lo mejor. Mi mejor consejo: si deseas dedicar tu vida al opusdei que sea “sabiamente”: investiga hasta que te canses, pregunta hasta que te ignoren, reflexiona hasta que te mueras... si después de ésto decides continuar... te deseo lo mejor (leer opuslibros ayuda)

Un abrazo a todos los que con sus escritos nos abren los ojos un poco más. ¡Gracias!

Sancho1964