Es bién sabido que en la secta de san Chema es muy común eso de dar "gato por liebre", especialmente cuando hablamos de textos publicados. Poquísimas veces el autor de un escrito es quien lo firma.

Hace algunos años, la que era mi directora me pidió escribir algo sobre la vocación al opus dei porque se celebraría próximamente el 70 aniversario de la fundación de la locura ésa. Yo escribí una serie de anécdotas que me parecían graciosas, lo entregué y me olvidé de ello. Varios años después, me informan en el centro al que asistía, que habían publicado ése anecdotario, pero que RR, una numeraria con ínfulas de escritora, había tenido que retocarlo un poco para corregirle el estilo, me dieron un ejemplar del periódico que lo había publicado y me fui de ahí.

Cuál no sería mi sorpresa al leer el artículo en cuestión, percatarme de que estaba completamente cambiado, lo único que respetaron el original fue el título, porque hasta mi nombre modificaron. Pensé que como se trataba de una publicación intrascendente -se trata del semanario de una diócesis muy pequeña-, no debía darle mucha importancia y lo dejé pasar. Claro que fui a quejarme de que habían cambiado todo y me dieron una excusa del tipo: "Es lo que conviene" y ¡a callar!, nunca más escribí nada por encargo de las directoras. Hoy, por una mera casualidad, nos enteramos de que ese texto circula por internet ¡¡¡con mi nombre!!!.

No puedo comprender el afán que tienen los dires. de utilizar ¡hasta tu nombre! para su conveniencia.  A mi me molesta de sobremanera que cualquiera pueda pensar que yo escribí algo tan cursi, tan soso y sobre todo, tan lleno de mentiras, ¿por qué la tal RR no lo firmó, si fue ella quien lo redactó de principio a fin?... ¿Alguien me lo puede explicar?.

Besos y abrazos con cariño (msd)

Salypimienta