Querida Dolores!

Hace tiempo que no sé nada de ti, pero últimamente he tenido problemas serios con el internet que ha hecho que esté incomunicado del mundo, en el sentido literal de la expresión.

Hoy por fin llegó el internet y me he estado poniendo al día de OpusLibros. Mi sorpresa ha sido mayúscula al leer lo que están haciendo las del opus, me indigna esa actitud anti cristiana, deleznable y desde todo punto de vista repudiable.

Como esta página la leen muchos directores y directoras, espero que entiendan de una vez por todas, que los comentarios que hacen sobre otras personas que se han ido de la Obra, son una falta grave, punible por la ley y que en cualquier momento, pueden ser denunciados por difamación y atenerse a las consecuencias.

Nada les autoriza a informar sobre la vida particular de algún ex miembro y menos aún, a deducir en sus mentes vacías, que tal hecho es producto de su “infidelidad”. Es más,  lo que ellos consideran infidelidad es la muestra más clara y fehaciente de la fidelidad al Evangelio y mandato divino.

Estoy sumamente consternado con este hecho, muy molesto y no me explico cómo la Iglesia Católica permite que instituciones como el opus sigan operando.

Pero a ti Dolores te digo que admiro tu valentía en denunciar el hecho, con contundencia, diciendo las cosas claras y espero que la que se atrevió a decir lo que dijo, tenga la humildad de reconocer su falta, su pecado, no ante nosotros, sino ante DIOS.

Te envío un fortísimo abrazo!

Ángel V.

P.D. Aunque esto no es tema de esta página, no puedo evitar decírtelo: No llego a ser Presidenta como quería, pero si a la Secretaría de Estado.