El Opus Dei cuenta ya con diez procesos de beatificación y canonización que están en marcha, según recoge la página oficial de la prelatura, aunque dos de ellos no están incluidos aún en la lista oficial, según un hijo suyo numerario lo ha anunciado en un viaje a Monterrey (México) en junio del año que acaba. Los restantes son  monseñor Álvaro del Portillo, primer obispo prelado del Opus Dei y sucesor de San Josemaría al frente de la Obra; el ingeniero argentino Isidoro Zorzano, uno de los primeros del Opus Dei; la joven barcelonesa Montserrat Grases; el sacerdote José María Hernández Garnica; la doctora en Ciencias Químicas  y una de las primeras mujeres de la Obra Guadalupe Ortiz de Landázuri; su hermano, el médico y padre de familia Eduardo Ortiz de Landázuri; el pediatra y padre de cinco hijos guatemalteco Ernesto Cofiño; y el ingeniero industrial suizo Toni Zweilfel. Con tantos procesos, no es de extrañar que la prelatura tenga un director de la Oficina de las Causas de los Santos, al igual que tiene otro para la información a nivel general en todo el mundo y en cada país. Lo que le falta de años de experiencia que hay en otras instituciones de la Iglesia Católica, el Opus lo quiere solucionar con una enfervorecida "batería" de beatificaciones. Es como todo un frente de guerra, pero de beatificaciones...

El matrimonio de supernumerarios en proceso de beatificación es el formado por Tomás Alvira y Francisca Domínguez, que tuvieron ocho hijos, de los que la mayor parte son del Opus Dei. Tomás Alvira fue uno de los tres primeros supernumerarios que se hicieron de la Obra (los otros dos fueron Víctor García Hoz, catedrático de Pedagogía en la Universidad Complutense, y Mariano Navarro Rubio, ex ministro de Hacienda y ex gobernador del Banco de España con el gobierno del General Franco). Tomás Alvira tuvo un destacado papel en los años de la posguerra en Madrid, pues llegó a estar al frente del Instituto Ramiro de Maeztu. En esas fechas se produjeron claras incomprensiones hacia el Opus Dei, con enfrentamiento con el padre Granda, jesuita que también era profesor en este centro docente. Algunos de los docentes se pusieron de una parte y los otros de la otra. A ello se añadía que era profesor Fidel García Cuéllar, sacerdote perteneciente a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

Según publica la página oficial de la prelatura, a finales del 2001, durante el Pontificado de Juan Pablo II, se realizó la primera beatificación de un matrimonio, el de los italianos Maria Corsini y Luigi Beltrame Quattrocchi. Actualmente, también los franceses Marie-Zélie Guérin Martin y Louis Martin, padres de Santa Teresita del Niño Jesús, están en proceso de beatificación.  El Opus Dei olvida que entre los primeros matrimonios canonizados en la Iglesia Católica se encuentran San Isidro Labrador, patrón de Madrid, y su esposa  Santa María de la Cabeza. Caso de seguir adelante el proceso de beatificación de Tomás Alvira y Francisca Domínguez, estarían entre los primeros matrimonios de la historia de la Iglesia.

Cuando yo pertenecía al Opus Dei oí con frecuencia a algunos de sus máximos dirigentes que había que la mayoría de los santos canonizados en la Iglesia Católica era religiosos o religiosas, por lo que la prelatura podía hacer mucho en este campo, ya que ella defiende la "llamada universal a la santidad". En el fondo era una crítica sobre el excesivo peso que tienen los religiosos dentro de la Iglesia Católica. Los opusianos presumen mucho de su carácter laical, aunque en algunos momentos parecen más frailes y monjas que los mismísimos religiosos.

En la página oficial del Opus Dei aparecen datos de la biografía de los ocho citados y los favores obtenidos por su intercesión, menos en el caso de Jose María Hernández Garnica, uno de los tres primeros sacerdotes numerarios (los otros eran Alvaro del Portillo y José Luis Múzquiz), que no publica ningún favor, aunque tiene estampas con oración para la devoción privada. Este sacerdote fue enviado por el fundador a Inglaterra y posteriormente a Estados Unidos de América para dar los primeros pasos en este país por parte del entonces instituto secular. Se solía comentar internamente que era un hombre feo, por lo que podía tener un trato más fácil con las mujeres.

Lo que no incluye tampoco en su lista la página oficial de la prelatura es el sacerdote asturiano José María Somoano, nacido en 1902 y fallecido en 1932. Poco antes había conocido al hoy San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, con motivo de la labor social que desarrollaba en el Asilo de Porta Coeli y en el Hospital del Rey con enfermos infecciosos. Existe el libro "José María Somoano en los comienzos del Opus Dei", del  numerario José Miguel Cejas. En la reseña de la agencia opusiana Aceprensa, firmada por el agregado Jerónimo José Martín, se dice: "En ese hospital, Somoano conoció al Beato Josemaría Escrivá, que había fundado el Opus Dei pocos años antes y que también desarrollaba una intensa labor entre los pobres y enfermos. Este encuentro abrió un nuevo horizonte en la vocación sacerdotal de Somoano, que le llevó a secundar fielmente, junto con otros sacerdotes amigos suyos, los afanes apostólicos del Fundador del Opus Dei".

La reseña aprovecha para recordar la preocupación del fundador de la Obra por los sacerdotes seculares, que le llevó a fundar la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Esto se contradice con lo que San Josemaría dijo para referirse a algunos de los sacerdotes que trataron con él, que habían sido su "corona de espinas". Se trata de cambiar la historia real y ocultar datos reales. ¿Por qué prescindió entonces de estos clérigos para sacar adelante el Opus Dei? Una vez terminada la Guerra Civil el único que continuó fue Heliodoro Gil, que fue secretario particular del ex arzobispo castrense, Fray José López Ortiz.

La Obra suele presumir de que no tiene secretos. Recientemente demostré en un artículo en Opuslibros, de 6 de agosto de 2008, que el postulador y el vice postulador de la causa de beatificación y canonización de Alexia González-Barros eran los sacerdotes numerarios Flavio Capucci y Benito Badrinas, respectivamente. Ambos sacerdotes tuvieron el mismo cargo en el proceso de beatificación y canonización del que hoy es San Josemaría Escrivá de Balaguer. Curiosamente uno de los actores que representa a uno de los sacerdotes de la Clínica Universitaria de Navarra dice que al Opus Dei le conviene un niño/a que sea santo. Montserrat Grases se hizo del Opus Dei con diecisiete años, pero hace tiempo que su proceso está parado. Alexia González Barros, con padres supernumerarios y hermana numeraria, puede ser la que llene ese hueco en las ansias opusistas.

NACHO FERNÁNDEZ