Hola dop:

 Te escribo para darte ánimos: ¡estamos en las mismas!!. Como que coincido en todo contigo: sigo en la Obra, en un piso, voy a círculo y retiro, me parece que se ha vuelto horrible la vida en familia, me he cansado de denunciar abusos y defectos, y veo con tristeza que en lugar de corregirse, creen que el que está mal somos los que venimos denunciando los defectos.

 Indudablemente que el Fundador de la Obra exageraba diciendo que fuera de la Obra –para fines prácticos- no hay salvación. Eso ya no se dice ni de la Iglesia, y el Concilio Vaticano II lo afirmó así. El Fundador fue un hombre santo (creo que eso no hay duda), pero no infalible, ni mucho menos. Se equivocó en muchos puntos que los directores actuales deberían de corregir, pero tienen miedo de modificar lo que llaman “espíritu fundacional”.

Se les olvida que las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo están por encima (muy por encima) de cualquier espíritu fundacional o normatividad de cualquier institución. Olvidan que el sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado. 

Viendo el problema de manera más general, me parece que el que podrá resolver el problema de los abusos en la Obra, sería el Santo Padre. No está fácil, y entiendo que el pobre Benedicto tendrá cosas más importantes qué atender. Pero los problemas en la Obra se están saliendo de madre. No está de más recordar lo que Benedicto le hizo al Padre Maciel, (fundador de los Legionarios de Cristo): Lo mandó recluir por los abusos de menores que parece ya claro que sí hizo…

 Ya que estamos en las mismas, vamos decidiendo personal y libremente lo que haremos de nuestras vidas, Dios  respeta y le gusta nuestra libertad. Somos laicos, y la primera característica del laico es que es libre. Ve haciendo ahorros porque los necesitarás; el dinero es tuyo, no haces mal a la Obra por no darlo todo. Una de las cosas que sí que le sobran al Opus Dei es el dinero, así que hasta harás bien en no engordarlo más.  

 Un fuerte abrazo. 

JoseCervantes.