Hola a todos:

La verdad, me ha llamado la atención el tema de que no se puede llamar al móvil de un sacerdote. De entrada, cuando una persona llama a un sacerdote, se supone, que es para un asunto relacionado con su Ministerio. En concreto, yo he tenido un listado largo de teléfonos de sacerdotes para llamarlos en el caso de amigas que querían que sus padres fuesen atendidos porque padecían cáncer y querían que se les ayudase a buen morir, en otras ocasiones, para que me diesen el teléfono del Capellán del Hospital para que fuese a la UCI y administrara la Unción de Enfermos etc. Para eso he utilizado yo el teléfono fijo o móvil para llamar a un sacerdote. En el caso que fuese un asunto de conciencia no se me ha ocurrido ni mandarle ni un e-mail ni un mensaje de texto... Para eso, le he localizado para ver en qué Centro, Iglesia, Capilla me podía atender y he preferido, yo un confesonario. Sin embargo...  

Cuestión distinta es cuando ya un móvil se utiliza para cuestiones "afectivas" vamos a llamarle así.

En el mundo laboral, siempre se ha dado el caso, de alumnos que se han enamorado del profesor-a, pacientes que se han enamorado del médico, clientes que se han enamorado del abogado-a etc.En estos casos, por lo menos en el ámbito de la medicina y el jurídico, un buen profesional que se enamora de su paciente-cliente... Lo que debe hacer si está enamorado, es derivar a la persona a otro profesional.Y si es al revés, pues se le deriva igual con mucha prudencia...

Lo que no se le ocurre ni al médico, ni al abogado es cambiar de móvil, o prohibir que le llamen mujeres u hombres o viceversa... Lo que hay que hacer es actuar con ética profesional.

Si se ha dado el caso, que alguna numeraria, o numerario se ha enamorado de un sacerdote, aquí intervienen ambas partes al 50% o una parte un 75 y otra un 25... La realidad es que se han enamorado. VIva el Amor!!! Los porcentajes da igual. Y si se han enamorado, ¿por qué? ¿Por un teléfono móvil?... El tema es mas serio creo yo. ¿No será que falta cariño?.

Mi pregunta es la siguiente: ¿y las Directoras de Centros que se pegan hasta una hora de teléfono hablando con el sacerdote del Centro?, y las Directoras de Centros que se enrollan en un confesonario en ocasiones hasta más de una hora dando cuenta de lo dura y ardua que es su tarea y de las almas que lleva qué?

Me parece que el problema no es llamar o no a un cura al móvil sino el para qué le llamas.Y si alguien se ha enamorado, o ha habido un cura que ha dejado la Obra por hablar por el móvil con una numeraria, el problema no está en el móvil sino qué ocurre para que o bien el cura o bien la numeraria se esté llamando continuamente ...

Creo que lo que hay que plantearse de verdad: ¿Por qué hay gente que padece tanta soledad, soledad que hay en los los Centros, por qué los Centros no son realmente hogares de familia, donde abunda el cariño, el volcarse en los demás?...  y así yendo a la raíz de las cosas, las personas  no buscarían  el afecto fuera: ni en un cura, ni en médicos ni en abogados ni en compras compulsivas ni en la comida, comiendo compulsivamente porque en el fondo,se está buscando con perdón la " teta materna"...

Me parece absurdo el tema porque si yo tengo a mi padre muriéndose a ver ¿que Director-a, me impide a mí que llame al cura al móvil? y qué absurdo, en la sociedad democrática y moderna en qué vivimos, que obliguen hasta quitar el número de móvil de la memoria del teléfono... Se siguen leyendo las cartas de los numerarios antes de hacer la fidelidad????

Si tanto miedo hay a todo, quiten los ordenadores de los Centros, que las numerarias no tengan portátiles, que no puedan utilizar el ordenador, etc. Libertad señores, Libertad y cada uno sabe el uso que se debe hacer de las cosas... Es como quien dice: Internet es malo... Depende de cómo lo uses. Te abre un abanico de posibilidades y puedes adquirir mucha cultura o lo puedes utilizar para ejercer la pornografía y toda la problemática de mundo actual...

El quid de la cuestion es para qué utilizo el móvil. Si es para ligar con el cura, da igua que sea cura del Opus Dei, Carmelita, Jesuita, o para qué llamo al médico: para que me cure o dé consuelo y para qué llamo al abogado... En esos casos, lo profesional, lo ético, es derivar a la persona a otro experto en el tema: cura, médico-abogado etc.Que cada cual saque conclusiones o si alquien aporta otra idea al tema seguramente, me enriqueceré. Gracias.

Un saludo,
Histri