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 Tus escritos: Rasgos típicamente femeninos.- Marisa

075. Afectividad, amistad, sexualidad
marisa :

No he podido evitar al leer el escrito de Atomito ponerme a escribir sobre el asunto que plantea “El desarrollado lado femenino de San Escriva”, estoy de acuerdo con él en el fondo de la cuestión. En lo que no coincido es en los argumentos y en lo que Atomito llama “rasgos típicamente femeninos”, luego lo explico.

Sin duda ninguna el “santo bala”, como se diría ahora, tenía “pluma”, eso es evidente, con asistir a una de sus tertulias te llamaba la atención: sus ademanes, su tono de voz, sus movimientos… De ahí a saber, de verdad, cuales eran sus inclinaciones sexuales y la importancia en su personalidad del lado femenino hay un abismo yo no me atrevería nunca a pronunciarme pero, sí llaman la atención algunas de sus obsesiones.

Todas recordamos su preocupación, casi obsesión, trasmitida a través de documentos, instrucciones, notas, etc. para que nadie, fundamentalmente, numerarias y agregadas (hablo de lo que conocí), tuviese la oportunidad de intimar con ninguna de sus “hermanas”, si se sospechaba lo más mínimo al respecto, el cambio de casa era inmediato. Las indicaciones eran claras: los dormitorios nunca serían de dos personas (individuales o tres en adelante), nunca se cerraban las puertas del todo (ni cuando se hacía la charla), el corazón guardado con siete cerrojos….

La obsesión era de tal calibre que un argumento frecuente cuando alguien se iba era aludir a sus “problemas de afectividad”. Yo lo viví en carne propia, cuando me fui, era la primavera del 75 y él “santo” todavía vivía, esa razón, “los problemas de afectividad”, es la que dieron algunas directoras a personas cercanas a mí para justificar mi salida. Quienes me conocen, saben por qué me fui y os aseguro que no tenía problemas de afectividad; tenía problemas de conciencia al sentirme obligada a actuar, a decir y a hacer cosas que sabía que estaban mal. Tenía problemas de salud, porque somatizaba el malestar continuo en el que vivía, tenía problemas laborales porque trabajaba en una obra corporativa y me sentía acosada, en fin, tenía los problemas que, de una forma u otra, hemos tenido todos los que hemos pasado por la opus dei. Dos años después, en el 77, a raiz de la publicación del primer libro de Marian, que casi todos conocemos, desataron aquella campaña infame contra ella, aludiendo a la misma cuestión.

No quiero alargarme mucho pero está claro que para él y para sus seguidores, en la más absoluta ignorancia la mayoría, la sexualidad es el origen de todos los males y la homosexualidad el peor de los pecados. Por eso el rechazo es total y puedo suponer el horror que puede sentir alguien con la personalidad del “santo bala” si, en algún momento de su vida, descubrió en sí mismo un sentimiento de ese tipo. En una situación así, todas las precauciones son pocas y volcó en “sus hijos e hijas” todos sus miedos, sus obsesiones y todo su fanatismo.

¿No os llamaba la atención tanta precaución y tanta preocupación para evitar la más mínima intimidad entre nosotras? A mi sí, la verdad, siempre me resultó excesivo. Era inevitable llevarse mejor con unas personas que con otras y eso, simplemente, es normal, no debería preocupar a nadie pero, claro, se me olvidaba, allí dentro nada es normal. 

Con el paso del tiempo y recordando estas cosas alguna vez me vino a la cabeza eso de que “el que algo teme, algo debe”. Por eso creo que sí había “algo” que pudo obsesionar a Escrivá y que llevó, a él y a los suyos, a los excesos que todos conocemos.

Vuelvo al principio y a los argumentos de Atomito, verás, me llama la atención que diferencies tan drásticamente lo que tú llamas “rasgos típicamente femeninos” de los masculinos. No creo que esto sea así, no me siento identificada con los que nos adjudicas a las mujeres, ni mis aficiones, ni mis actividades, ni las de muchas mujeres que conozco, son las que tu sugieres y, a la vez te digo, conozco a hombres que les gusta la decoración, que se fijan en los detalles y que no tienen el más mínimo interés en temas cientificos/tecnologicos, y no son gays. La lucha por la igualdad, liderada por las mujeres, está consiguiendo, poco a poco, acabar con esas ideas y esa adjudicación de roles que, perdóname, tiene poco sentido y no se corresponde con la realidad.

No quiero ahondar más en esto, sobre todo, porque no es tema de esta web y abrir un debate sobre la igualdad en esta página me parece fuera de lugar.

Un abrazo
Marisa




Publicado el Friday, 17 October 2008



 
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