Asunta :
Me quedo boquiabierta con lo que cuenta Perico. Del fundador de la Obra ya se sabe mucho de cómo era pero de Don Álvaro yo ingenuamente pensaba que era un pobre ”mandado” con buenas intenciones. Tampoco es que yo lo llevaría a los altares, porque está claro que aunque siendo un mandado y obediente al ”cerebro” de la institución era lo suficientemente listo para negarse o largarse en un momento dado cómo lo hemos hecho otros después. Pero esto de que aceptara comprar un carnet de conducir de México me parece inaudito. ¡Qué verguenza ¡qué mal ejemplo para sus “hermanos” y posteriormente “hijos”!. Porque muchos de los que vivían en Roma con él se enterarían y se darían cuenta de que de pronto se encontró con un carnet prácticamente regalado o mejor dicho comprado. Seguro que lo justificaron diciendo algo así : “para qué perder el tiempo en autoescuelas si Dios me brinda esta posibilidad, así tengo tiempo para otras cosas más santas…”
¡Desde luego gracias a Dios que nos dio fuerzas para largarnos de semejante mafia!
Un saludo
Asunta
Publicado el Wednesday, 24 September 2008
|