Querido Australopecitus,

¿Qué te puedo decir?, ¡me encantas!, tampoco veo a CarmenCharo como la nueva Torquemada, y tal y como dices, nunca me faltó al respeto, sencillamente me sentí miserable, me dolió que se me interpretara mal. No creas que no entiendo la posición difícil que tengo yo en esta página, puedo parecer la más traidora de las mujeres, muchos se preguntarán: y ésta hipócrita fariseíca que se queja amargamente de la obra y sigue dentro, ¿qué pretende?. Te digo sinceramente, desde el fondo de mi corazón:  tomar valor para marcharme. Yo he sufrido mucho dentro, quizá no tanto por lo que me han hecho a mi directamente, sino por lo que he visto que hacen con otras personas. Tengo algunas semanas haciéndome la "muerta" para el Opus Dei, la última vez que fui al centro fue cuando sucedió la desagradable escena de la directora con la nax., ese día se rompió algo dentro de mi. Me siento como si estuviese frente a un criminal que está a punto de cometer un crimen, y yo estoy amarrada y amordazada. Siempre he dicho en la charla todo lo que no me parece, en veinte años ¿tu crees que me han hecho caso una sola vez?, tú , y todos los Ex, saben por experiencia propia que la salida es igual de difícil que volver a nacer, estás conectad@ de mil formas con la obra, claro, que ninguna es vital y se pueden romper las conexiones pero ¿cómo?, cómo les explicas a tod@s que lo que tanto defendiste y por quien tanto has dado y trabajado, es una vil farsa, una tomadura de pelo, un asco.

En un escrito que envié el viernes, le cuento a Ingenua el día que me dí cuenta, gracias a un sacerdote- no de casa, claro- de la farsa en la que yo he vivido. Es horrible darte cuenta de que por muy inteligente que te sientas o que aparentes ser, en sus manos eres un títere, que eres usad@ exactamente igual que un pañuelo. Yo tengo licenciatura, maestría y un postgrado, ¿tu crees que de algo me sirvieron para darme cuenta de que me estaba volviendo una loca fanática? No te puedo explicar el dolor y la verguenza que siento al recordar todas las faltas de caridad, todas las injusticias y todas las cosas imbéciles que he hecho "en el nombre de Dios" alentada por la directora. Estoy segura de que Dios me ha perdonado, espero que me perdonen es@s a quienes he hecho daño.

Yo me siento como aquella canción de Facundo Cabral: No soy de aqui, ni soy de allá, en estos momentos de vida me siento extraña. Sigo atendiendo mi casa, mis hijos, ni marido, mis clases, pero me siento como que no soy yo ¿me entiéndes?. Alguien me podría informar si  ¿esto es normal?. ¿que tengo que hacer?, ¿busco un psiquiatra, o de plano dejo que pase solo?

¡Que pena Australopitecus!, yo comencé  aclarandote mi situación con Carmen Charo y ya te tiré un rollazo.  De cualquier manera te vuelvo a decir que ¡me encantas!, disfruto mucho de tus escritos.

Un abrazo con cariño

Saly (pimienta)