Recuerdo cuando los dias cercanos a la apertura de curso o cualquier otro evento en los Colegios Mayores, las noches que pasabamos preparando lo necesario.

Semanas antes, ibamos adelantando las cosas que se podian ir guardando ya hechas y que no corrian el peligro de estropearse.

Muchas tardes tuve que dejar mi trabajo y ayudar en el oficce .... Por cierto, me enfadaba con frecuencia. El motivo de mi enfado se debia a que normalmente, cuando habia que apoyar un trabajo extra, siempre se acudia al personal del planchero con el consiguiente retraso luego a la hora de entregar la ropa el dia señalado...  

Una vez pasado el apuro, nadie acudia a echar una mano con la ropa de la semana y de ahi, mis berrinches ...

Cuando era por la tarde la celebracion, se llenaba el oficce y la cocina de gente dispuesta a hacer lo que hiciera falta ... el ambiente era especial, se ponia musica de fondo. En grupos, ibamos rellenando tartaletas, preparar salsas y cremas ....

Era como un gran campo de batalla ...

 Estaban los mandos mayores que dirigian la operacion y la clase de tropa, en la que yo me solia encontrar. 

Me tocaba (por no ser experta en la materia) abrir miles de medias noches, cortar jamon y queso, untar cuadraditos de pan de molde todos recortaditos, perfectamente iguales, etc,

 Me encantaba cuando me mandaban hacer unas brochetas de frutas tropicales, rematadas con guindas de colores y con cuadraditos de queso.

 Lo llamabamos "erizos", los presentabamos pinchados en una naranja y quedaban muy vistosos, con la forma del animal,de ahi el nombre. 

Me llegue a especializar ... Algun dia en la actualidad, suelo invitar a las chicas que me ayudan a cuidar a mi madre, cuando los hago, y el exito esta asegurado ...

Era divertido observar a toda la casa colaborando para que todo saliera perfecto. 

Realmente, era un trabajo muy cansado por lo artesanal que llevaba muchas horas. 

Recuerdo una directora buena profesional de la cocina y reposteria, cuando era monitora en el Colegio Mayor, nos animaba a quedarnos por la noche, mientras dormian las alumnas.

 Viene a mi memoria de manera especial, unos pastelitos en miniatura que adornabamos con un trozo de pistacho .... como era de madrugada, despues de un dia intenso de trabajo, no estabamos para muchos" trotes" ...

Tenias que tener muy buen pulso para poder poner el adorno en el punto exacto donde exigia la expresion artistica de la directora .... y sobre todo ser muy "manitas".

 Hacia cosas realmente estupendas con una categoria profesional muy alta esta directora. Recuerdo la epoca cuando estuve en el oficce y tenia que hacer quince tartas, que solia venir a ayudarme a veces

 Solia mirar con espiritu critico las tartas que me tocaba adornar a mi, se veian con un arte barroco excesivo que hacia daño a su espiritu creador, pero delicadamente, me iba dando ideas, nunca me imponia nada ni me desanimaba ...

 Perdiamos mucho sueño .... a la mañana siguientenos dormiamos todas en la oracion 

Lo pasabamos bien, sobre todo por la juventud que teniamos

 Con el paso del tiempo, se solia encargar casi todo a tiendas especializadas y lo traian ya hecho

 Me hubiera gustado ver desde un rincon, a los residentes y algun sabio catedratico, comerse aquellos minusculos pastelillos que tanto tiempo nos habia costado hacer .... eso si, me los imaginaba comiendolos de dos en dos para poder saborearlos ...

 Un abrazo para todos

 MariPaz