Querida Agustina,

Leo una aclaración que le has hecho a un escrito de Carmen Charo, y no queriendo entrar en el, si que me ha hecho recordar algo que a mi me pasaba mucho...

Siempre he sido muy amiga de mis amigos, pité tarde  y ya tenía una vida mas o menos hecha, así que las "ideas madre" de antes estaban bien asentadas. La directora de mi centro era de mi edad y aunque al principio no nos entendiamos, era lo que yo llamo una "niñata" que no tenía (ni tiene) idea de la vida, luego congeniamos mucho, me iba preguntando cosas de mi vida antes y le iba demostrando que las cosas se podían hacer de muuuuuchas maneras.

Con esto no quiero decir que le diera lecciones de nada, pero pienso que sí le abría la mente... que hay vida distinta a la nuestra, le decía...

A qué viene todo esto, pues que aunque sí sabía que no se podía tener amistades particulares y no se podía "consolar" a nadie por muy hecha polvo que la vieras... yo nunca me quedé impasible ante los lloros de nadie, es mas me he pasado noches enteras a los pies de la cama de gente que estaba mal sin consultarlo antes, y no lo hacia a escondidas, pensaba que es lo que tenía que hacer.

Mi directora ha llorado conmigo lo que no está escrito, en cursos de retiro, en cursos anuales en convivencias... y aunque alguna vez´nos pegaban un 'toque' para mí lo primero era la persona... hubo una vez que ya estaba en otro centro de directora que fui a verla para preguntarle algo y su subdirectora me dijo que estaba en la cama, y yo le dije que gracias y ni corta ni perezosa entré a verla porque sabía perfectamente qué le pasaba (sabeis eso de que cuando uno lucha contra uno mismo hay momentos en los que o te vas o te metes en la cama... pues esas cosas le pasaban muy amenudo y yo le daba un aire nuevo a sus directrices).

Para mi fue una de la cosas mas conflictivas en mi paso por el Opus Dei, el ver que se me decía, que la gente tiene que desahogar en la charla, todas amigas de todas... y luego ver que eso era imposible vivirlo y que te creaba una tensión horrorosa, pensando que estabas haciendo algo horrible... Porque no se quiere a todo el mundo igual, y cuando ves a alguien llorar hay que darle un abrazo, y si desahoga pues qué mas da....

Cuando ya estaba fuera, le contaba a mi última directora que me hacía gracia pero que estaba harta de enterarme de cosas que no quería saber (trapos sucios de gente y del Opus Dei) y ella me dijo que efectivamente que Dios me había dado una capacidad de entender que quizá otras se hubieran escandalizado... yo ahora con el paso de los años pienso que quizá me dijo eso para tenerme contenta y que no lo fuera aireando... o no?

Lo mio no es la escritura, son las distancias cortas, una buena caña y una buena conversación, pero me hace gracia como según voy leyendo cosas se van asentando en mí ideas que pensé que no eran correctas y que voy comprobando que si no eran correctas, por lo menos podrían haber sido válidas.

Arrulo