El artículo de Segundo_G, aparecido el día lunes 16 de junio de 2008, comenta lo sucedido a Mons. Juan Ignacio A. por disentir del rumbo de la Universidad de la Santa Cruz. Pues el sacerdote numerario mexicano, Alfonso M., que era el Secretario General en la Universidad de la Santa Cruz, tenía también sus comentarios en cuanto al bajo nivel académico de dicha institución. Confirmado en su cargo el 12 de octubre de 2005, ya para principios de 2007 estaba en Madrid atendiendo "a viejas" (Segundo_G 18-julio). Sorprendidos de que no regresara a México donde tanto hacen falta los sacerdotes. Curiosidades de la vida.

Otros sacerdotes que han pasado por ahí argumentan que como a esa Universidad acuden muchos seminaristas de países con pocos medios económicos, que no han tenido una educación escolar adecuada en su lugar de origen, el nivel académico no puede ser alto por lo que es parejo para todos, esto es, un nivel académico que deja mucho que desear. A más de un sacerdote escuché decir que su tesis doctoral es mala porque no tuvo tiempo de prepararla por tener muchos encargos que ni siquiera eran pastorales o académicos, pero que así se la admitieron y se doctoró.

Lo que pasa en dicha Universidad, como con otras Universidades del Opus, es que la atención no está puesta sobre los aspectos académicos sino sobre los intereses apostólicos, lo que provoca que se descuide la exigencia académica y en general la finalidad que debe buscar cualquier Universidad. Por tanto es lógico que existan personas dentro de la cosa que no estén de acuerdo sobre cómo funcionan sus Colegios y Universidades pero en lugar de escucharlos se les aparta y señala.

Como parte de lo dicho arriba y a la propuesta de reflexionar sobre el “Studium Generale” que inició Josef Knecht el 7 de julio del 2008 y retoma en su artículo del 14 de julio, a los cuáles se sumaron los tres artículos de Atomito del 11, 18 y 23 de julio. Los escritos de Luxindex del 28 de julio, Austral 25 de julio, Armando 23 de julio, Salvador 21 de julio, Ana Azanza 18 de julio, Mineru 16 de julio y otros que se me escapan, deseo comentar que en México, hasta el año pasado ningún numerario que no hubiera pasado por el Colegio Romano tenía terminados las materias del “Studium Generale” del Opus Dei que se imparten en la región. Y eso que en México hay numerarios con más de 55 años de pertenecer al Opus y que año con año acuden a los semestres y cursos anuales a completar dichos estudios. Este dato, duro, creo que hace reflexionar sobre la baja calidad con que se organizan e imparten los estudios mencionados.

Es increíble que habiendo materias que se dan en tiempo record, tomé algunas que se dieron en tres durante vacaciones, otras se dieron en un solo día, nadie que no haya pasado por el Colegio Romano tenga los estudios completos. Era típico que ya iniciado el curso anual, le dijeran a alguno de los sacerdotes asistentes que impartiera una materia, que luego le mandarían el material, por lo que la materia empezaba cuatro o cinco días tarde y el profesor no estaba preparado. En cuanto a la informalidad en la manera en que se imparten éstas materias hay mil anécdotas parecidas.

Sobre el comentario de Moncada del lunes 28 de julio, aviso que ya está en las casas del Opus Dei el ejemplar de Romana que corresponde al semestre enero- junio de 2007 y que en la sección “In Pace” aparece Antonio Petit, desde luego sin mayor comentario o que fue sacerdote. En esa misma sección de la revista de ese mismo semestre, aparece una numeraria mexicana, Tita Herrera, con un comentario muy elogioso. Ella, después de ser directora de la asesoría de su país por muchos años, fue abandonada por el Opus Dei y terminó viviendo en una casa que su familia le proporcionó. Finalmente murió en un centro del Opus al poco de regresar muy enferma y deprimida. Cómo para unos hay comentarios en Romana y para otros no a pesar de haber sido rechazados ambos por el Opus. Este ejemplar aún no está disponible en Internet.

Lo digo al Chile