Me ha sobrecogido tu escrito, igual que cuando leo en esta web situaciones parecidas, y es que todos los que hemos salido del Opus Dei, hemos pasado por lo mismo ,por eso cuando leemos otra experiencia parecida o casi igual a la nuestra, estamos muy sensibilizados. Tus palabras nos hacen recordar el dolor que hemos pasado en nuestra salida, dolor, por lo menos en mi caso hasta que tome la decision de salir, despues la sensacion era en mi caso como si me hubieran quitado un peso de encima.

Todos los dias meses o años que estas intentando decidir que hacer es una lucha interior entre lo que queremos, lo  que sentimos, el dolor, la responsabilidad, la carga moral, los prejuicios, el que diran, como si llevaramos una losa en la espalda y cada dia nos fueran añadiendo kilos, hasta que llega un momento en el  que psicologicamente casi vamos tocando el suelo, como si nos arrastraramos. Dices que desde que estas con tu familia te sientes mejor,  te aseguro que eso es solo el principio, tomatelo con calma, no tengas prisa, pero no hagas nada que no desees, si te vas no va a pasar nada de lo que siempre nos decian, piensa que solo son argumentos para que no salgamos.

 No creo que Dios quiera que sufras, se le puede seguir por muchos caminos y estoy segura que tu encontraras el tuyo, rezo por eso.

  Un abrazo,
Versus.