Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: El tema del verano: El Studium Generale.- Armando

070. Costumbres y Praxis
Armando :

El tema del Studium Generale del opus dei, ha suscitado un interesante debate al cual deseo sumarme, porque soy de la idea que así como se denuncian las cosas malas, los atropellos a la dignidad de la persona y todo lo que hemos manifestado en esta página, también deben matizarse aquellos aspectos que, como en todo de la sociedad, no es extremadamente malo y tampoco extremadamente bueno. Existe un amplísimo gris en la realidad tanto social como particular de los grupos sociales, por lo que mi aporte va más allá de la denuncia o la apologética del Studium Generale, pretendo hacer un homenaje a aquellos profesores que supieron orientar mi espíritu crítico.

Caeré en la autobiografía para poder comentar las ideas que han generado las lecturas de vuestros aportes al respecto...



Cuando pité como agregado, había cursado ya año y medio en la universidad, hacia Historia y eso en general es sinónimo de materialismo histórico, dicho mal y pronto: comunismo. Me había matriculado en la universidad estatal y por ende, la formación era la de los teóricos del materialismo histórico que lo presentaban como el método para interpretar los hechos históricos, la realidad social y para replantear el curso de la Historia. La Revolución como motor de la misma era el objetivo a alcanzar para asegurar un auténtico paso cualitativo de un modo de producción a otro, en este caso, al socialismo.

 

Esas ideas revolucionarias me cautivaron y fue en ese frenesí idealista que conocí el opus dei. ¿Qué me atrajo del opus entonces?, la solidez intelectual que encontré, especialmente en el sacerdote del centro al que llegué por primera vez, porque la meditación me pareció sustentada en conocimientos concretos, no era la típica plática religiosa sino algo más de fondo, iba dirigida al intelecto. Ese fue el gancho y por eso seguí yendo hasta pitar.

 

Una vez pitado empezó mi formación preliminar para que al asistir al primer curso anual, pudiera integrarme a la asignatura del Studium Generale correspondiente. Recuerdo que fue “teología moral” la que tocó ese año y en suerte la impartió el sacerdote que os decía. El nivel de la asignatura era de calidad. Desde el inicio, el sacerdote en mención motivó el debate sobre los temas que exponía, hicimos trabajos de grupo, lecturas complementarias, un verdadero curso, con zona, exámenes parciales y el final. No niego que me entusiasmó la metodología y la dinámica de la asignatura y pensé que así serían todas.

 

Y efectivamente lo fueron, porque casi durante 5 años me toco con el mismo sacerdote los cursos anuales. Él un ingeniero químico, con una formación en esa disciplina que se traducía en su forma de explicar las asignaturas, la lógica que empleaba y el rigor de llegar a conclusiones concretas, fue moldeando mi espíritu crítico. Hay un dato importante; como he comentado, la universidad era de una tendencia ideológica única, lo cual me hizo adoptar un método de estudio consistente en leer lo que los otros criticaban. En el opus hice lo mismo, aunque de forma más sutil.

 

Este sacerdote orientó mis lecturas hacia autores que eran mencionados en forma crítica en los textos del Studium Generale, primero con lo que decía sobre ellos la GER, luego las recenciones y en un momento dado, leyendo algunos textos de los mismos autores, claro que con permiso. Todo como consecuencia de las clases que recibía tanto en los cursos anuales como en las convivencias de estudio. La formación de la universidad dejó huella y eso motivó a que preguntara y debatiera. Nunca supe que había que formular las preguntas por escrito, yo levantaba la mano y al cederme la palabra, intervenía. Tuve en suerte también que en el grupo había un filósofo y otro que no siéndolo se sentía como tal, este último era más papista que el  papa y era tan radical, que las clases se volvían auténticos cuadriláteros intelectuales desmontando sus teorías, muchas de ellas fuera de todo contexto.

 

Esto terminó cuando cambiaron al sacerdote que os menciono, pero durante esos años, despertó, alimentó y supo orientar mis inquietudes intelectuales. Al momento de pasar a confesarme, sosteníamos conversaciones riquísimas sobre filosofía, sociología, antropología, historia, etc. Era delicioso el mantener esas charlas distendidas, sinceras y sobre todo, con deseos de aprender y compartir ese conocimiento.

 

Otros sacerdotes profesores del Studium Generale contribuyeron en algo también, los más aburridos a leer yo por mi cuenta sobre la materia, los más dinámicos, a profundizar en los temas y en algunos, encontré siempre ese deseo de saber y al reunirnos, era como un espacio en el cual libres de ataduras y prohibiciones, debatíamos, charlábamos, profundizábamos en los temas.

 

No todo fue color de rosa como alguno pensará al leer esto, porque aunque conocí a sacerdotes de ese nivel intelectual, hubo otros que ni caso, pero la cruz de esta historia, la piedra en el zapato, eran los directores laicos que al no poder intervenir por su escasa capacidad intelectual, reprimían aquellos debates. Si algunos sacerdotes apoyaron mi actividad intelectual, los laicos lo bloquearon siempre, con una excepción que confirma la regla.

 

También hubo sacerdotes que no tenían ni idea de lo que exponían, pero al percatarse que era profesor universitario, sabían que debían dar unas clases medianamente bien, si no al levantar la mano, se les veía sudar frío ante lo que vendría. Recuerdo especialmente a uno que en un curso en Bell Lloc, se dedicó todos los días a canonizar a Mariano Artigas, casi venía a decir que no entendía el por qué no le daban el Nobel a este por ser el mejor escritor y estudioso de “Filosofía de la Ciencia”. Yo callaba, no decía ni mu, hasta que un día se le ocurrió criticar a Stanley Jaki, levanté la mano y se armo la de San Bartolomé. El hombre me hizo callar dos veces y las dos veces le dije que si realmente era un docente, debía permitir el disenso en sus cursos, que como estudiante le pedía que probara objetivamente lo que afirmaba sobre Jaki o si no que revisara sus escritos.

 

La tensión se respiraba en ese aula. Fuera hacia 40 grados, dentro menos 30 grados por las caras de pánico de mis condiscípulos. Literalmente nos salvó la campana, había receso. Al salir del aula me dijeron que ya tenía las de perder por lo que había hecho, pero recalqué que si nuestro padre –palabras mías de aquella época que conste-, nos decía que teníamos que santificar el trabajo, el intelectual lo era y por tanto se debía hacer bien y no con chapuzas.

 

Ni una cof salió de las mentes de mis compañeros de reclusión estival, el cura me veía y no me decía nada, no podía sostener la mirada, fue una tarde tensa, pero al otro día, el cura entró como si no había pasado nada, dijo que tampoco había que ser tan radicales al juzgar a un autor, dio por terminado el debate y siguió la clase. Ahora si, más documentada, más sólida.

 

Cuento esto porque considero que el Studium Generale sí dejó en mi algo, primero la formación filosófica porque me enseñó el tomismo, una forma lógica de análisis desde esa perspectiva metodológica, la cual no se aplica o no es útil en las ciencias sociales, pero como ejercicio mental fue muy importante para lo que vino después. Segundo debido a que en el transcurso de la asignatura surgían autores, eso despertó mi interés por conocerlos, de esa cuenta leí a Husserl pero para llegar a él, empecé por Edith Stein, biografía publicada por EUNSA, excusa perfecta para decir que ahora necesitaba leer sobre los libros de fenomenología de Husserl y se me permitió. De hecho, hasta hice mis pinitos en una investigación utilizando el método fenomenológico, es un bodrio pero algo salió de aquella experiencia. Asimismo a Wittgenstein en sus dos etapas, luego a filósofos más contemporáneos como Tylor, Rawls un poco de lejos, Putnam, etc., etc., etc.

 

El sacerdote que he hecho mención desde el inicio, alentó estas lecturas. Luego en Zaragoza tengo presente a otro sacerdote, ingeniero también, que disfrutaba de las conversaciones sobre temas sociales y filosóficos que sosteníamos, tan así que los del grupo decidieron que pasara a confesarme de último porque la misma duraba hora y media, en algunos casos hasta dos horas.

 

No todo es negro en el Studium Generale. Ni los temas, ni tampoco es como para despotricar sobre las asignaturas teológicas, porque aunque ahora no me sirve de nada saber sobre las procesiones de la Santísima Trinidad para mi trabajo profesional, el poder leer textos que me sacaban del contexto ordinario de trabajo, de investigación y análisis, me permitieron reflexionar, cuestionar y confrontar la información. De esos años me quedó esa herencia: el confrontar textos, el sacar conclusiones y sobre todo, el saber que para refutar algo, hay que presentar unos enunciados fundamentados que posteriormente también serán superados.

 

Esta es mi experiencia que no forzosamente debe ser la de todos, me he limitado a compartir con vosotros lo que viví al respecto, sin que esto suponga el modelo general del tema que debatimos.

 

Abrazos

 

Armando




Publicado el Wednesday, 23 July 2008



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 070. Costumbres y Praxis


Noticia más leída sobre 070. Costumbres y Praxis:
Catecismo del Opus Dei.- Agustina L. de los Mozos


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.150 Segundos