Hola a todos!

A ver, ahora resulta que nos han enviado de emisario a un chico de 17 años, con un conocimiento de causa que ni el mismìsimo prelado puede afirmar, se trata de Ignacio. Este chico, pibe, chaval, patojo, cipote, güiro, chamaco o como queráis, viene a corregirnos la plana, hasta aquí todo bien, está en su derecho según la convención internacional de los derechos del niño, porque aún no es mayor de edad, por lo cual se debe aplicar el derecho a infantes correspondiente. Pero eso no debe ser sinónimo a que debamos aguantar el rapa polvo y todos tan quietos y contentos.

Por otra parte, me llama la atención que cuando aparecen estos piqueteros de turno, todos nos lanzamos a decir de todo, no obstante, considero que es normal y natural, porque quien calla otorga. Ahora bien, estoy de acuerdo con lo que dice Sky en su escrito el cual me parece muy ponderado, me ha gustado mucho, asì como el de Dolce Vita y otros y otras que han venido a responder a este personaje producto de la AOP.

Primero nos lanzaron a una numeraria mayor, feliz con su vocación, que tenía la calle como celda y su habitación como el hall del cielo en el cual rezaba, se mortificaba y ofrecía el tiempo de la tarde y noche por nosotros pecadores, desgraciados, negadores de Dios y miles de linduras màs de este calado. Algunos la creyeron, otros como servidor ni de lejos la crei, resultado: sacò las uñas o como dicen en mi pueblo, se le viò el cobre y fiu, se esfumò.

Ahora con este chaval es distinto y llamo a la general a la reflexión. Pensad la situaciòn de esta criatura, toda su vida desde que dio el primer llanto con el que inauguró su venida a este planeta, no ha mamado más que Opus Dei. A la hora de la teta escuchar jaculatorias cortas, rosarios, palabras de nuestro padre pa ca, otras pa ya, en fin,  desde el primer llanto. Asì creciò. Navidades viendo que el Niño Dios había venido a preparar la venida de Josemarìa, porque cada Navidad le tocaba escuchar que la abuela le decìa esto a nuestro padre, que el abuelo lo otro, que nuestro padre decìa esto al Niño Dios, que lo acuanaba, que le hablaba que el Niño  Jesús le decía lo que sería su vida, en fin, así años y años del pobre Ignacito.

Mientras sus coetáneos se divertían escuchando al o la cantante del momento, nuestro personaje debía conformarse con escuchar los cd´s del coro de Torreciudad cantando "tan buen ganadico y más en cuall valle, placer es guardalle".  Cuando sus coleguillas empezaban a ir a fiestas, nuestro amigo a curso bàsico, a círculo, a visita a pobres, a meditaciones, etc. ¿Qué puede saber de la vida este pobre chico?. Así que lo único que sabe, ve y puede explicar es el opus, pero su opus, el que le han vendido sus padres, el que ha respirado. Quitadle el opus dei y este chico muere.

¿Qué otra cosa sabe Igancio de la vida?. NADA. Asì de simple y sencillo, toda su vida, toda su existencia ha girado, gira y girará alrededor del opus. Pero hay un dato clave que se ha escapado y es el siguiente, ¿por què no ha pitado aùn de aspirante?.

Total Ignacio, como dice Sky, pita chaval, luego hablamos.

Entre lágrimas y alegrías os saluda y abraza

Armando