En continuidad con mi anterior escrito de hoy, informo de una noticia reciente, que he encontrado en la agencia de noticias Zenit (domingo, 13 de abril de 2008).

Monseñor Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, sacerdote numerario de la prelatura del Opus Dei, ha sido elevado por el papa Benedicto XVI a la dignidad episcopal, asignándole la sede titular de Civitate. Monseñor Arrieta es secretario del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos desde el 15 de febrero de 2007 (véase el escrito de Nacho Fernández publicado aquí el 16 de febrero de 2007).

Arrieta lleva muchos años viviendo en Roma. Además de trabajar como profesor en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, ha prestado numerosos servicios a la curia vaticana. También ha sido rector del Instituto de Derecho Canónico San Pío X de Venecia y ha desempeñado los cargos de prelado canonista de la Penitenciaría Apostólica, referendario del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y Juez del Tribunal eclesiástico del Estado de la Ciudad del Vaticano.

El Vaticano desea conceder a monseñor Arrieta esta distinción a consecuencia de los servicios por él prestados a la Santa Sede y, por supuesto, en congruencia con la política eclesiástica que el Vaticano lleva entre manos. Esta es también la razón por la que don Álvaro del Portillo y don Javier Echevarría fueron nombrados obispos y no porque la condición de obispo sea inherente al ministerio de prelado de una prelatura personal, según he expuesto en el anterior escrito mío de hoy.

Todavía no sé en qué fecha se celebrará la ordenación episcopal de monseñor Arrieta.

Josef Knecht