Yo sólo me dediqué a la administración tres años, pero me siento identíficada en algunas cosas con ella.

Yo pité como agregada pero era una rosa o sea niñas pitables como auxiliares. Desde el principio me costó el respeto tan sumamente exagerado que había que tenerle a la directora apenas 6 años mayor que yo. Para mi era super difícil porque me parecía estar hablando con alguna de mis hermanas mayores. De todas formas he de decir que nunca se me exigió demasiado en ese sentido ya sabeis el dicho popular "es mejor caer en gracia que ser gracioso" y todas las numerarias me trataban con el mismo respeto que se trataban entre ellas. Y que carajo!! eramos todas niñas!! yo tenía 18 años y la directora 24 me parece que la persona mayor en ese centro tendría como mucho 40 años, eso sí estaba muy trabajada la pobre porque... se le veía muy chunga.

Si no me equivoco viviamos unas 24 o 25 personas (mujeres por supuesto :-). Allí me lo pasé francamente bien. Fue en el cambio de centro cuando las cosas no fueron tan bien. Me dí cuenta que me había estado engañando a mi misma, que disfruté mucho y ojo también lloré mucho en Goroabe pero la vida en mi nuevo centro no era ni parecida.

Me fui alejando poco a poco de todo el mundo, me cambio el caracter y lo pasé francamente mal. Y en el momento de tomar la decision de dejarlo, en principio intentaron disuadirme pero luego me apoyaron. Reproches, hoy en día?? Sí que es cierto como dice Mari Paz, trabajas mucho, mucho, muchísimo y lo peor es que te apartan un poco de tu familia y por eso le he pedido perdón a mi madre mil veces. Pero como he dicho en mis anteriores envíos, el tiempo lo cura todo.

Espero que pronto os encontreis todos perfectamente. Y sobre todo que dentro de la Obra hay de todo como en botica, gente buena buenísima y gente mala malísma. Pero a esas personas buenas me ha merecido la pena conocerlas, desde aqui mi agradecimiento a todas ellas.

Malena