¿Alguien tiene un Minuto? (2)

Emevé, Lima, 07 de abril de 2008

Hoy iba caminando y sentí un poco de hambre y recordé que ayer ya había comido algo. Y me dije “si comiste ayer ¿por qué tienes hambre?”. Muy idiota estoy ¿eh? Debe ser el verano que me ha quemado neuronas. El post parto. El desempleo. La ociosidad. La tristeza de no tener ingresos. En fin, todo junto.

Es como si dijera que hoy no me baño porque ya me bañé ayer. Y es que es de idiotas (con perdón) el tratar de tener en presente algo que ocurrió en el pasado. Y si es tan clara esa diferencia para algunas cosas ¿por qué no lo es para otras?

Mi experiencia en el opus fue desastrosa, creo que incluso encajaría en lo que se llama abuso psicológico de menores, es algo que no repetiría y que no quiero para nadie de los míos, ni para los extraños tampoco. Pero es pasado. Ya fue. Yo no vivo pensando en eso. ¿Por qué otros sí? ¿Por qué si yo digo que ya comí ayer es tonto y decir que aún vivo pensando en el opus no lo es?

Mi intención no es ofender a nadie sino que pensemos juntos. A ver, a ver. Efectivamente fue una experiencia devastadora para mí. Efectivamente me callé demasiados años y me comí la basura sola. Efectivamente escribir en opuslibros y liberarme de ella ha sido un proceso largo. Pero ese proceso llegó a su fin. El pasado ya pasó y ahora hay que vivir el hoy.

¿Entonces me voy a callar? No. Lo que quiere decir es que lo que ahora hago es pensar en la manera cómo se puede llegar con información objetiva sobre el opus a más gente. No ando mirando lo que “ellos” hacen porque no me interesa. Lo que ando mirando es cómo dar a conocer lo que ES el opus para que a nadie más le pase lo que me pasó a mi.

Mi ser (libre del pasado) ahora busca maneras de unirme a Agustina y los otros orejas (que se liberaron antes que yo) para ayudar a quienes aún permanecen en la ignorancia. Sin rencor, sin amarguras, sin dedicarles ni entregarles mi vida ni mi tiempo libre ni siquiera un minuto de mi pensamiento.

Yo no voy a debatir con alguien del opus no porque sean superiores o inferiores sino porque no tengo nada de qué hablar. No tenemos ni siquiera posiciones antagónicas. Yo tuve una mala experiencia que además está fundamentada en los documentos internos y que además no pudo ser debatida por una numeraria paisana mía aquí. Quedó demostrado que en el opus la caridad es lo de menos y que han legislado de todo, menos de la forma cómo vivir la caridad con quienes nos estresamos por causa de las exigencias atormentadoras de traer más vocaciones. Y ya. ¿De qué voy a hablar con ellos?

¿Por qué voy a mirar qué hacen y si publican avisos sobre tal o cual actividad si bien sé que ellos dicen la verdad de a poquitos ya que si la dicen completa nadie cae? ¿Qué buena opinión me puede merecer algo que no viene con la verdad por delante? Pues nada. Si les conoces el fondo, da igual una maldad suya más o una maldad suya menos. No me obsesionan, no ocupan mi tiempo, no me duele lo que digan.

¿Luego de tantos años de habernos ido vale la pena seguir estresándonos por su culpa? ¿vale la pena hablar mal de ellos en general cuando bien sabemos que en todos lados hay gente buena y gente mala? ¿vale la pena que nos vean como obsesionados,  totalmente “enemigos” y “anti” en lugar de que seamos gente evolucionada, abierta y feliz?

En realidad yo tengo lo que para mí es la respuesta: es algo del pasado y como tal allí queda. Mi experiencia está contada y recontada y es fatal. Y quien me pregunte obtendrá siempre la misma respuesta. Y quien quiera saber más será de inmediato dirigido a leer (aunque cueste) los documentos internos e informarse de lo que es el opus por el opus mismo. Y nada más.

Como dice el Señor, el que tenga oídos que oiga.

Saludos a todos,

Emevé.

P.S. Quien no comprenda lo que digo y se sienta ofendido en la más íntima pepita de su alma por lo que digo, lo lamento. Es problema de explicaderas seguramente. Advierto desde ya que no pienso responder diciendo "no quise ofender" o "yo no dije eso". Gracias

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