No me cuesta creer lo que escribes J.J. Irrazabal; Yo fui numerario y reconozco que en algún momento llegue a pensar de forma similar a como tu lo haces. Sin embargo ahora veo las cosas, pienso yo, de una forma mucho mas madura. Me tomé la libertad de mandar tu envío anterior a un numerario (que si bien no lee opuslibros, si lee algunos escritos que le mando) y parte de su respuesta fué:

“Definitivamente el que escribió esto o no es de la Obra o está totalmente majaretas. Por supuesto que no coincido con su opinión y hasta el momento no conozco a nadie que así lo haga, o si lo conozco, no lo expresa abiertamente”.

Tu último escrito me recuerda aquel pasaje de evangelio: “No robo, no mato...”. Recuerda que de lo que seremos juzgados es sobre el Amor y prácticamente no aparece en tus “motivos de confesión”.

Yo no te puedo juzgar, ya que solo Dios juzga, pero tus escritos destilan aquella frase de San Josemaría: “Yo aseguro la salvación a quien cumple las normas”, lo cual promueve un cumplimiento de actividades que se vuelven vacías. Que distinto hubiera sido si la frase fuera: “Yo aseguro la salvación a aquellos que aman de verdad a Dios y a sus prójimos”.

En opuslibros lo que abunda es precisamente eso: testimonios de falta de caridad. Me parece increíble que ante tantos escritos con testimonios desgarradores, algunos solamente piensen que se lo merecían por no ser fieles. Me parece perfecto que te confieses de no vivir la unidad con el padre, pero dramático es que ante tantas injusticias, los causantes particulares o la obra como tal, no lo vean. Me parece dramático que aquel “amor de hermanos” –si así se le puede llamar- llegue hasta las puertas de la obra -si es que ahí se vive- y no más allá.

Me resulta llamativo que en el punto que tratas del cariño, de entrada, lo enfoques de una forma tan, pero tan baja:

¿Que sientes una simpatía especial por alguno de Casa, y te lo dicen con claridad y delicadeza en la corrección fraterna pero no acabas de reconocerlo? Pues es que se te está desordenando el corazón y hasta probablemente se te está metiendo una sensualidad lindante con la sodomía.

Si precisamente ese es el problema: si no se siente una simpatía especial por alguien es precisamente que no hay amistad, cariño...: Amor. No puedo entender una amistad sin una “simpatía especial”. No tener “amistades particulares” es simplemente no tener amistades y no tener amistades es simple y llanamente no tener amor. La amistad es particular por definición y es el alimento que nos debería mover a todos. Por si fuera poco, está tan enfermizamente metido en la mentalidad de los miembros de la obra el tema de la pureza, que se vuelve enfermizo y termina desvirtuando hasta lo más sagrado.

Desde luego que tú ves opuslibros desde la perspectiva de miembro del Opus Dei. Si lo que escribes es lo que piensas no me queda mas remedio que respetarte, como se respeta cualquier opinión diversa, pero de verdad que me das una profunda lástima.

Yo estoy dispuesto a cambiar de opinión –y de hecho ha cambiado y seguro seguirá cambiando con el tiempo-, solo espero que tu, y tantos, tuvieran la humildad de acepar que, en algo al menos, pudieran estar equivocados. Hay que estar abiertos a la Verdad, y ésta nos se nos presenta a cada paso: Lo grave es no querer verla.

Suerte

Sancho1964