Me ha enriquecido mucho leer el resumen de la terapia Beck y Ellis remitido por py, en particular los sesgos y deformaciones de la relación cognitiva con el entorno, entre los que destaco la catastrofización, la polarización y la personalización (el mundo que conspira contra tí). Me parece mucho más grave esa deformación provocada por "la pastoral del miedo" en la relación de la mente con el mundo que los florilegios de "agravios" recibidos en la obra, tan abundantes en opuslibros. Mi impresión, en efecto, que reproducen "en negativo" los anecdotarios o leyenda aúrea interna, que me parecen delatar, en la obra, un déficit de reflexión y de proyecto religioso coherente. Reconozco, sin embargo, a esos relatos un valor terapeútico: narrar es empezar a esclarecerse y apropriarse de su propria vida, cuyo relato se ve enajenado por la institución y reducido a la lógica del rejalgar.

Personalmente, prefiero las contribuciones de conceptualización, si bien me reservo para algun día un relato sobre Los enfermos "tesoro de la obra" o el depresivo y los dineretes.

Además de la pareja felicidad-salvación, añadiría que los buenos pastores, los de verdad, deberían darse por tarea la liberación espiritual e interior de las personas.

Curial