Comienzo a enviar, por capítulos, el libro “olvidado” por la Prelatura sobre Isidoro Zorzano del que hablé en un correo anterior. Ya habrá tiempo para sacar conclusiones de por qué es lógico que se haya olvidado de él.

Un abrazo,

Brian

POSICIONES Y ARTÍCULOS

PARA LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN

Y CANONIZACIÓN DEL SIERVO DE DIOS

ISIDORO ZORZANO LEDESMA

DEL OPUS DEI

Por José Luis Muzquiz, sacerdote numerario del Opus Dei -1948-

 Positiones et Articulos infrascriptos exhibet Rev.mus D. Josephus L. Múzquiz de Miguel, Vice-Postulator in Causa Beatificationis et Canonitationis Servi Dei Isidori Zorzano Ledesma, ad docendum de fama sanctitatis, virtutum, et miraculorum eiusdem Dei Servi: et petit illas sive illos ad probandum admitti, necnon testes inducendos super iis vel super aliquo ex iis, recipi et examinari, reservata sibi facultate alios quoque Articulos, si opus fuerit, exhibendi. Non autem intendit se adstringere ad onus superfluae probationis, de quo solemniter protestatur, non solum praemisso, sed et omni alio meliori modo etc.

I.-INFANCIA Y JUVENTUD

1.-Nacimiento y familia del Siervo de Dios.-El Siervo de Dios Isidoro Zorzano Ledesma nació en Buenos Aires el 13 de septiembre de 1902, de padres españoles y católicos.

Fué su padre don Antonio Zorzano Pérez, de familia humilde y numerosa, natural de Peñaloscintos (provincia de Logroño), pueblecito situado junto a Ortigosa de Cameros. Emigró a América, donde con trabajo constante hizo fortuna.

Su madre, doña Teresa Ledesma Pérez, fue natural de Madrid, pero oriunda también de Peñaloscintos. Al poco tiempo de nacer Teresa, murió su padre. La viuda entonces, para reunirse con su familia, se embarcó para la Argentina con su hija, y allí se educó ésta, quien más adelante casó con don Antonio Zorzano.

Regresó el matrimonio a España cuando el Siervo de Dios tenía tres años. Cuatro más tarde muere don Antonio Zorzano, y desde entonces vivió en España el resto de la familia. La viuda falleció en Madrid, el 26 de noviembre de 1943, pocos meses después de la muerte del Siervo de Dios.

Era éste el tercero de los cinco hermanos. Fernando, Salustiana, el Siervo de Dios y Francisco nacieron en Buenos Aires, y María Teresa en España. Todos fueron educados cristianamente en el seno de la familia y en los colegios religiosos en que cursaron sus estudios.

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De los cinco hermanos sólo viven actualmente Salustiana y María Teresa. Fernando falleció en Madrid cuando el Siervo de Dios estudiaba el Bachillerato; y Francisco, Capitán de Regulares, en la batalla de Brunete el 12 de julio de 1937.

Todo lo cual será probado por testigos dignos de fe por haberlo visto, oído o leído, o que lo saben por ser cosa pública y notoria, los cuales indicarán, además, sus fuentes de información.

2.-Bautismo y Confirmación.-Fué bautizado el 12 de abril de 1905, en la Parroquia de Nuestra Señora de Valvanera, de Buenos Aires, por don Orestes Vitalo, siendo sus padrinos don Marcos García y doña Zoila Pérez.

Fué confirmado por el Obispo titular de Hipona y Administrador Apostólico de la Diócesis de Calahorra y la Calzada, don. Juan Plaza García, el 14 de marzo de 1914, en la visita pastoral que hizo a Logroño, siendo padrino de Confirmación don Cándido de Irazazábal.

Todo lo cual, etc.

3.-Primera Comunión.-Recibió la Comunión por primera vez el 25 de mayo de 1911, a los ocho años de edad, en la Iglesia de Santiago el Real; de Logroño, tras una preparación muy fervorosa bajo la dirección de los Hermanos Maristas. Fué un caso extraordinario en aquella época, ya que entonces lo normal era hacer la primera Comunión después de los doce años. El Siervo de Dios, tras pedirlo con mucha insistencia a su madre, consiguió que le autorizasen a recibirla. Se resistía aquélla a concederle el permiso, alegando su corta edad, pero tanto insistió el Siervo de Dios, que su madre decidió visitar a los religiosos que le educaban, quienes reconocieron el aparente obstáculo, pero también que, a pesar de ello, podía hacer la Primera Comunión, dado su conocimiento de las

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cosas de Dios y su fervor nada común entre los niños de su edad.

Después de la Primera Comunión frecuentaba los Sacramentos y se distinguía entre sus compañeros por su forma de vida y prácticas piadosas.

Todo lo cual, etc.

4.-Infancia y primeras letras.-Don Antonio Zorzano tenía intención de que sus hijos se educasen en España para volver todos a la Argentina cuando estuviesen preparados para el comercio, y continuar allí con ellos el negocio, proyecto que la muerte del padre no permitió llevar a cabo.

Estudió las primeras letras el Siervo de Dios en Ortigosa de Cameros, siendo su maestro don Melchor Vicente Gómez, y en Logroño, en el Colegio de San José, de los Hermanos Maristas.

Ya entonces la piedad del Siervo de Dios se manifestaba en la Iglesia. Era costumbre en Ortigosa asistir el maestro a la Misa parroquial al frente de los niños, y en este acto el Siervo de Dios llamaba la atención por su recogimiento y daba ejemplo de piedad a todos sus compañeros. Uno de sus maestros recuerda todavía con viveza la figura del Siervo de Dios en la Iglesia, donde -dice- «más que un niño parecía un hombre maduro o mejor un ángel.

Todo lo cual, etc.

5. Estudios de Segunda Enseñanza.-También cursó en Logroño los estudios de segunda enseñanza, en el mismo Colegio de los HH. Maristas, examinándose anualmente en el Instituto Nacional de aquella ciudad.

Excelente compañero; de buenas costumbres, estudioso y buen hijo, supo rodearse siempre de amigos buenos y sin que pueda decirse que realizara cosas extraordinarias, sí se le notaba un algo nada vulgar en su manera de proceder Y en su comportamiento.

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Era muy trabajador y estudioso y, aunque no tenía en aquellos años gran facilidad para el estudio, superó todas las dificultades con tenacidad y constancia.

Todo lo cual, etc.

6.-Temperamento del Siervo de Dios.-El Siervo de Dios fué desde sus primeros años de temperamento recto, y dió pruebas de seriedad y buen juicio. Metódico, ordenado, prudente en sus determinaciones, de gran espíritu de trabajo y constancia en el estudio, fué siempre un ejemplo admirable para sus hermanos: a pesar de ser el tercero de éstos, dentro de la familia era considerado por todos -incluso por su madre- como el jefe, consejero y guía, debido a su juicio sensato y a su formalidad, sin que nunca fuese preciso hacerle objeción ni reproche alguno. Se le consideraba como un hijo modelo de virtudes, pues era muy humilde y respetuoso, a pesar de tener un carácter recio que supo dominar con firmeza desde la infancia.

Todo lo cual, etc.

7. Preparación para el Ingreso en la Escuela de Ingenieros.-Al terminar el Bachillerato, comenzó en una Academia de Logroño su preparación para ingresar en la Escuela de Ingenieros Industriales. La desorientación de la Academia respecto a los programas de ingreso hizo que la preparación fuese muy deficiente, por lo que no pudo ingresar aquel año y hubo de trasladarse el curso siguiente a Madrid. Una enfermedad le hizo regresar pronto a Logroño; sin embargo, el director de la Academia madrileña, que le había cobrado gran afecto por su afán de aprender, le enviaba por correo, dos o tres veces a la semana, todos los problemas que en la misma se proponían, sin percibir cantidad alguna.

Ingresó en la Escuela, y al enterarse el director de la Academia preparatoria de Logroño, comentó: «Cuando Isidoro se propone algo...»

Todo lo cual, etc.

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8.-En la Escuela de Ingenieros Industriales: sus estudios.-Durante los años 1920 a 1927, el Siervo de Dios cursó sus estudios en la Escuela Especial de Ingenieros Industriales de Madrid.

A lo largo de la carrera fué modelo de estudiantes y de compañeros: puntual en acudir a las clases, no tenía al final del curso ni una sola falta de asistencia ni aún de puntualidad, a pesar de vivir muy lejos de la Escuela.

Sin hacer ostentación de trabajo, preparaba siempre sus lecciones y entregaba sin retraso ejercicios y proyectos, cosa que admiraba a todos, dedo el ambiente de los estudiantes en aquella época: luchas políticas, diversiones, excesos continuos, etc.

Todo lo cual, etc.

9.-En la Escuela de Ingenieros Industriales: su conducta.-Un compañero de estudios del Siervo de Dios, el ingeniero don Calixto García, director de la Fábrica VERS S. A., de Málaga, le recuerda amigo siempre de todos, dispuesto en todo momento a prestar su ayuda, cordial y sencillo en su trato, abierto a cuantos se le acercaban para pedirle apuntes, problemas o trabajos.

Aunque con muchos no coincidía en sus ideas, trataba por igual a todos sus compañeros; no obstante, jamás cedía cuando la intransigencia era necesaria.

No hablaba nunca mal de nadie; siempre optimista y de buen humor, pero haciéndose a la vez respetar siempre; alegre sin ser alocado; su rostro sonriente es recordado por todos con cariño y admiración.

No le gustaba frecuentar espectáculos; prefería largas excursiones por el campo, tanto en el verano como durante el curso, época en que organizaba salidas a la sierra con un reducido grupo de amigos.

Todo lo cual, etc.