Hoy quiero contaros un hecho muy personal, que puede resultar hasta falto de pudor, pero me apetece contarlo ya que hace referencia a la calidad humana de mi padre, que salió algo mal parado en mi testimonio. Con esto quiero dar a conocer lo mucho bueno que también tiene aún este viejito de 92 años.

El hecho es que hace unos días me enteré en la Tesorería de la Seguridad Social que él  había cotizado por una señora que vivió en casa y trabajó como empleada del hogar 10 años después de dejar nuestra casa, hasta el día de su muerte, a los 58 años.

Se me abrió hasta la boca al saberlo. Esta señora fue a vivir a nuestra casa recién enviudada y con una niña de un año. Tenía otro hijo algo mayor, al que envió a vivir con una hermana. Ella vivió con nosotros unos 17 años, hasta el año 1974, cuando tendría unos 48 años. Murió el año 1984  de una enfermedad.

Esos 10 años que no trabajó en casa, mi padre siguió cotizando por ella para que a sus 65 años cobrara una pensión. Parece que mi padre estaba dispuesto a seguir pagando hasta los 65 años, pero la muerte se adelantó. Lógicamente quiero sacar la enseñanza para las directoras del Opus Dei, a las que el otro día llamé miserables, y hoy no rectifico lo dicho.

Ellas no cotizan por ninguna numeraria en trabajos internos. Las nax están en el régimen de empleadas del hogar con bastantes menos derechos, cuando trabajan en verdaderos centros de trabajo de cientos de metros  cuadrados y no en familias.

Las numerarias y auxiliares que dejan la obra se van con lo puesto, quiero decir sin ningún dinero, normalmente sin salud y desechas psicológicamente, pero todo se lo tienen merecido por volver la vista atrás en el camino “divino”. A las directoras les importa un pimiento de qué vas a vivir si te has ido de la obra los años de tu vejez, ni los actuales tampoco.

Lo que hizo mi padre sin alharacas, en el Opus Dei no lo han hecho nunca, ni lo hacen actualmente, ni creo que lo hagan jamás porque están narcotizadas y han perdido el corazón a fuerza de vivir en contra de la naturaleza que Dios nos ha dado.

Eso sí, en estos tiempos hacen el apostolado del Belén, es decir están en campaña para que en todas las casas haya un Belén puesto, por aquello de que haya un símbolo cristiano que sirva como industria humana para decir jaculatorias. No sé bien cual es el razonamiento que se hacen pero me lo imagino. ¡Ay Señor, cuánta paciencia tienes!

Felices días a todos! Yo mañana me voy para Andalucía, a pasar la Nochebuena con hermanos a los que el opus maltrató, y dan gracias a Dios por estar fuera.

Que disfrutéis todos mucho! Un fuerte abrazo