El lunes pasado, AUSTRAL se despachaba con un escrito que quiero comentar sobre mi trabajo sobre la Reforma del Opus Dei. Y el viernes Isabel Nath me respondía con un trabajo que no carecía de afirmaciones lamentables y falsas. Vaya por los dos.  

Y nuestro amigo AUSTRAL dijo lo siguiente: “Me apunto a las respuestas recibidas por Chispita (Armando e Isabel Nath) a proposito de su escrito acerca de la reforma del opus. Esas frases manidas como trato cercano con Dios y vivir en inmundicia y en pecado son sectarias cuando se usan como armas arrojadizas contra los que ya no seguimos apuntados en esa vision de la realidad. Yo debo ser un ser de otro planeta, pero no es que haya experimentado ninguna atraccion irresistible al pecado despues de cambiar de vision del mundo, ni tengo ninguna crisis existencial por la supuesta falta de algun trato intimo con Dios (o con Jesucristo, o con la Santisima Trinidad)”. 

Quiero puntualizar lo siguiente: 

1º En ningún momento he utilizado la frase “vivir en inmundicia y en pecado” contra nadie en particular ni en general. Quizás me ha salido un poco rotunda, pero yo le rogaría a usted que lea y se forme...

Es decir, todos los cristianos están llamados a la santidad, de todos espera Dios correspondencia y amor. “Dios se nos acerca, comunica con nosotros, ser une a nosotros, para reinar en nosotros (…) Quien no conoce a Dios no conoce al hombre y quien se olvida de Dios destruye la humanidad del hombre, ignorando su verdadera dignidad y grandeza”. (J. Ratzinguer, Ser cristiano en la era neopagana, p. 187) Yo conceptúo como vivir en inmundicia y pecado el desobedecer no los planteamientos del Opus Dei, sino en escusarse en los sufrimientos padecidos por los directores fanáticos del Opus Dei y sus reglamentaciones sectarias, para olvidarse de la Fe, de la Doctrina, de la Moral cristiana y de los sacramentos que nos dan la Gracia de Dios, y especialmente, aprovecharse de la situación para dar rienda suelta a todos los caprichos y a todas las pasiones.  Olvidarse de Dios trae a la larga, mi estimado amigo-a, la desintegración existencial, aun cuando uno haga lo que le pete, apalee millones, se beba todos los cuba libres que quiera y se levante a la hora que quiera y diga que es muy feliz y dichoso. Lo será por algún tiempo… hasta que el cuerpo le pase factura. Para evitar eso, mi estimado amigo, hay que tener cercanía con Dios, ser alimentando por la Meditación, la Oración, la lectura de las Sagradas Escrituras, y la frecuencia de los Sacramentos. Y eso no es privilegio del Opus Dei, es llamada de Dios que se contiene en la vocación cristiana. Que cada uno lo haga de un modo u otro, diario, semanal, mensual o anual da igual. Lo importante es responder a la propia y común vocación cristiana.   

2º Mire usted, yo soy liberal y demócrata, y me parece muy bien que usted no trate a Dios y haga con su vida lo que le venga en gana, que yo no le voy a censurar en esta web  por eso. ¡Faltaría mas! Y me alegro de que usted haya optado por seguir siendo hombre, que no bestia. Y de que sea feliz sin tratar a Dios. Pues oiga, estupendo….  

3º Lo que me parece injusto es tener una visión negativista de nuestra estancia en la Obra. Con abusos, presiones, engaños, etc, se nos enseñó a hacer oración y se nos dio una formación que muchos no tenían.  Pienso que hay que recoger lo positivo y vivir de eso. Y pienso que Monseñor Escrivá hizo y dijo muchos disparates, pero vamos, que también le he leído alguna cosa positiva que me ha ayudado. Y también dio algún buen ejemplo, porque…en la vida de las personas no todo es bueno ni mano. Hay una amplia gama de grises.  

4º Como liberal que soy creo en las distintas opciones y situaciones. Lo mismo que a Ana Azanza la presionaron, fui yo quien pidió la admisión. Si Ana Azanza no vio nada en la oración, yo si lo vi. Y si no lo vi, al menos creí verlo, y eso hay que respetarlo. Y creo que hay muchas personas que pidieron la admisión sin tener realmente vocación a nada. Pero también creo que hay personas que realmente sintieron un llamado de Dios.

 También opino como la señorita Azanza, que quizás no haya vocación al Opus Dei, pero que es innegable que Dios llama, y pide mas, y abre horizontes de entrega y amor. Oiga usted, señorita Nath, oiga usted, señor Austral, si usted no ha pasado por esa situación, yo lo siento mucho, pero lo que no se puede hacer –porque es totalitario, fanático y sectario, señorita Isabel Nath-, es descalificar a quienes hemos tenido clara una llamada de Dios, trazando una raya divisoria entre ex buenos y ex malos. No, señorita. Aquí estamos todos-as, en el mismo barco, de la crítica, de la condena, y de la censura. Pero también tenemos el derecho de proponer caminos de salida. Ya lo hace el bueno de Satur en su carta. Yo lo hago en la mía. ¿Cuál es su opicón señorita Nath? A ver, díganos que propone. 

Pasa en esta web no pocas veces, que se descalifica y se falta a la caridad y al buen trato, con palabras sectarias y excluyentes, a los que hemos sufrido la presión de la Obra. Y sobra visión negativa y propuestas alternativas, que lo mas fácil es criticar y lo más costoso construir. Parece que se nos dijera “bueno, como sigues rezando ya no eres un ex fetén, ¿sabes?” Y a eso me opongo con todas mis fuerzas por lo que tiene de fanático y sectario.  

5º Señor Austral, me alegro de que sea usted feliz en su situación. Déjeme a mí ser feliz con la mía y déjeme proponer las reformas que me peten, lo mismo que yo respeto con total delicadeza a otros, a los que me engañaron en el Opus Dei y a los que luego me han dejado tirado.  

6º Lo que yo espero es que el Papa sea quien reforme el Opus Dei y les obligue a pedir perdón por los errores gravísimos que cometen contra la intimidad, contra la Libertad, contra la Caridad, contra la Veracidad.            

7º Le remito a usted, señor Austral, a mi escrito a Armando, del viernes pasado. Y quédense tranquilos, que yo desde luego no voy a suscitar ningún clon del Opus Dei porque a Dios gracias, por ser la Reforma, “Reforma” no incurriría en ninguna de las aberraciones del Opus Dei actual.  

CHISPITA