Hola a todos,

He leído con una mezcla de estupor, cabreo, y risa tonta, el informe secreto de una diócesis que con tanta paciencia ha transcrito Avila para que pueda ser publicado en esta Web. Inmensa gratitud a Avila por ello, porque además me consta que tiene muchísimas cosas más interesantes que hacer.

La mezcla de estupor, cabreo, y risa tonta, que supongo que hemos compartido unos cuantos, porque me parece una reacción bastante normal cuando lees semejantes cosas. Yo debo confesar que soy bastante inocente en lo que respecta a imaginar el nivel de maldad y retorcimiento de las personas (de algunas), y me siguen haciendo abrir los ojos muchas cosas. Esta entre otras. Porque al margen del brillante y gracioso escrito de Satur al respecto de la 1ª Parte del Informe Secreto, se me hace difícil imaginar a un director del Opus Dei llamando a otro a su despacho y diciéndole que su encargo apostólico del año va a ser hacer de cotilla oficial del reino. Que se va a dedicar a 'hacerse amigo' de todo seminarista, profesor del seminario, cura en general, e incluso del Arzobispo de la diócesis de XX para sonsacarles todo lo que sea posible. Porque en el informe se citan frases habituales de algunos, amistades y enemistades, y eso solo se sabe si uno trata con asiduidad con esas personas en un ambiente de confianza y confidencia...: de amistad...

Todas las personas mencionadas en el informe secreto del Opus Dei, han hablado con confianza con el cotilla traidor de confidencias ajenas, miembro del Opus Dei. Y el cotilla traidor de confidencias ajenas, de ser interrogadas las autoridades del Opus Dei al paido de la publicación de este informe (...que deberían serlo...), probablemente dirán que está p'allá, que tiene manías persecutorias, que ya le dijeron que esas cosas no se hacían, y que es un error personal de un miembro del Opus Dei, pero que el Opus Dei no tiene nada que ver con eso. Punto y seguido los directores verán que no tiene vocación al Opus Dei y le invitarán a marcharse (eso si tiene suerte y acepta marcharse sin hacer ruído; si se resiste, primero le deprimirán, luego le empastillarán, y luego le tirarán). Que no....?. Me atrevo a apostar, y eso que no acostumbro.

Los que hemos sido del Opus Dei sabemos que no solo el miembro del Opus Dei en cuestión no está del todo loco, sino que lo que ha hecho ha sido obedecer a un director que le ha dicho que es de capital importancia para su madre guapa la Obra, que el (receptor de la máxima confianza por parte de sus directores), haga ese trabajito para mayor gloria de Dios. Y el tipo en cuestión, que además es probable que haya visto en este trabajito la posibilidad de medrar, se arremanga, y allá va. Aplicando la más pura y dura doctrina del Opus Dei a propósito de los modos y maneras de hacer apostolado de amistad y confidencia de 'los nuestros', se ha 'hecho amigo' de toda esta gente que aparece en el informe, se ha ganado su confianza, les ha sonsacado toda la información confidencial posible, y luego les ha traicionado escribiéndola con pelos y señales (y con nombres y apellidos) en su informe.

Por cierto, curiosa forma de ganarse el cielo santificando el trabajo ordinario...

Me cuesta imaginarme a una persona más rastrera que ésta.

Intento imaginarme que tipo de persona puede 'hacerse amigo' de tanta gente y sacarles tantas confidencias sin levantar suspicacias. Un sacerdote?, un seminarista?... Pienso que no hay muchas más posibilidades. Y óle! la gala que hace de su discreción; cualquiera se confiesa con él...!.

He escrito este análisis detallado de lo que pienso por si a alguien le ha aburrido la extensión del escrito y lo ha pasado por encima, porque me parece de una gravedad alarmante no tanto lo que se dice sino el hecho de que se diga y la forma en la que se ha conseguido la información. Dejaremos al margen el para qué se utiliza dicha información...

Cuando yo era numeraria del Opus Dei, no tenía ni idea de que hubiese informes secretos de ningún tipo acerca de nadie. Tampoco acerca de mí... Solo noté que las directoras sabían cosas que yo SOLO había hablado con el sacerdote en los días previos a mi expulsión, y la verdad es que sucedieron tantas cosas y tan rápidamente durante aquellos días, que no tuve tiempo para sacar conclusiones al respecto. Lo que sí que es cierto, es que también poco antes de que se desencadenasen los últimos acontecimientos previos a mi salida, entré un día en el despacho de dirección sin llamar a la puerta (exactamente la puerta estaba entreabierta, y desde fuera no se veía ni se oía a nadie, por lo que yo deduje que el despacho estaba vacío y por eso entré sin llamar). Dentro sí había gente: estaban la subdirectora y la secretaria del centro, ambas de mi promoción del centro de estudios terminado el año anterior, o sea, muy novatas en temas de dirección e informes secretos, y estaban metiendo papeles en una serie de archivadores que estaban ordenados uno al lado del otro (muchos) en uno de los armarios de dirección, que por supuesto estaba normalmente cerrado con llave y la llave guardada con gran sigilo no se sabía donde. Los acontecimientos se sucedieron de forma muy rápida: yo entro en el despacho pensando que no hay nadie para dejar algo (no recuerdo qué) en la mesa de dirección. Estas dos me ven que entro y 'las pillo', y se quedan una petrificada con cara de 'jopeee!' (la secretaria) y la otra (la subdirectora) empieza a gritar como una loca de remate cosas de este estilo "pero qué haces??!!", "porqué entras aquí???!!!", "no ves que está el armario abierto???!!!". Yo perpleja, porque realmente ni me había dado cuenta de que un armario estuviese abierto, pero ya que lo dijo miré dentro, y vi los mencionados archivadores (de los gordos!), ordenados por orden alfabético, y con el nombre de cada una de las del centro, incluyendo adscritas, en el lomo. Realmente no lei todos los lomos de los archivadores porque no me dio tiempo, pero lei unos cuantos y a tenor del número de archivadores deduzco que estábamos allí todas... En algunos de ellos estaban incluyendo hojas a las que estaban haciendo previamente dos aujeritos, porque el archivador era de anillas. Yo dije perdón y me marché, claro. Pero me sacudió de mi ceguera aquello...

Esto que acabo de contar no tendría ninguna especial trascendencia si no fuese porque da testimonio de que lo que se cuenta en esta página web acerca de los informes secretos que circulan en el Opus Dei acerca de TODO, son reales. Se registran en ellos, al estilo de cómo lo hacen para las diócesis y podéis leer en el Informe Secreto que nos ha trascrito Avila, todos los datos posibles de cada persona: qué comentas, qué opinas, qué gustos tienes o no tienes, con quién te llevas mejor o peor, etc, etc. Y esos datos los utilizarán cuando los necesiten. Cuando necesiten taparte la boca, cuando critiques esto o lo otro que no les interesa, cuando sugieras que tienes dudas de vocación, ...cuando les convenga. Estos informes se envían a la delegación, y (supongo) cuando sea pertinente la delegación los remite a Asesoría o a la sede central en Roma. De estos informes se saca la información para elaborar el informe secreto que acompaña a todo numerario cuando se cambia de centro. Etcetera, etcetera, etcetera.

Para Morgana, que afirma con rotundidad en alguno de sus escritos que en el Opus Dei no hay  secretos, solo unas escuetas palabras: querida, lo que dices me da la risa. Mira: ja, ja, ja. Aquí tienes pruebas palpables de que sí que existen. Cuando publiques en esta Web pruebas palpables de que no existen, volvemos a hablar. No importa cuantos años tengas ni cuantos años lleves en el Opus Dei, te digo sin dudarlo que si lo que nos cuentas realmente te lo crees, es que no te enterás de la Misa la mitad...  

Un fuerte abrazo para cada uno,

Isabel Nath