Llevo leyendo habitualmente vuestra página desde hace varios años y he escrito en algunas ocasiones. Ayer, casualmente en Misa, no sé porqué razón se me vino a la memoria mi paso por el Centro de Estudios (Cursos académicos 71-72 y 72-73) entonces en Sevilla (C.M Almonte). Imaginariamente volví a darme un paseo por todas las estancias de aquel lugar, y me estremecía cuando mentalmente visitaba las habitaciones en las que estaba el Despacho del "Capellán" y la de "Dirección". La presión a la que se me  sometió en esos dos sitios, los registros, la entrega de las cartas de mis padres abiertas (nunca se me dijo que eso sería así) la sensación de soledad aún rodeado de otros como yo, la "confidencia" (charla fraterna creo que se llama ahora) obligada como "castigo" (así me lo dijo uno de los subdirectores) con otro de mi misma promoción, 18 ó 19 años, (se supone que alumno aventajado) la sensación de que era una birria de persona, de que era observado y vigilado, ... todo eso durante dos años  fue tal que me ha dejado una huella de dolor de tal magnitud que aún ahora, y han pasado ya más de ...  !34 años!,  soy incapaz de olvidar .... es todo un trauma que algún día deberé poner en manos de un psicólogo ..

Así, salí de alli ya tocado ... tan tocado que duré apenas año y medio más en el Opus !! Soy uno más de tantos a los que a finales de los años 60, en una epoca de feroz proselitismo, se les empujó a entrar con 15 años, con una vocación que no era tal y quién sabe con que instrucciones de arriba, sometido a una criba de tal crudeza psicológica que dudo que perseveren más de cinco de los muchos que estábamos y pasamos por allí.

solrac