Hola a todos:

Leí la homilía de Javier Echevarría en Torreciudad, y me dio la sensación de estar ante un propietario deseoso de contar don mano de obra barata para su finca.

En primer lugar, intenta que sus seguidores se reproduzcan lo más posible y se mete a organizar  su vida de cama. La moral sexual católica será más o menos discutible, pero se fundamenta en la responsabilidad personal, y no creo de buen gusto que un cura te diga en que forma has de hacer el amor con tu mujer. Parece más un intento de conseguir mayor natalidad que no la vivencia de una virtud.

En segundo lugar, anima a los padres a estar contentos si sus hijos son llamados al celibato. Otra manera de barrer para dentro. La Obra necesita célibes porque salen baratos, reportan beneficios ecónomicos y laborales, y así puede contar para las labores con brazos a los que no tiene que pagar nada. Quien provoca una vocación a un adolescente al celibato, tal como se hace en la Obra, sólo puede ser un desalmado o un inconsciente.

Se le ve el plumero, todo está planteado para la mayor gloria de la Institución, pero poco para el bien de las personas. Los directores de la Obra parecen buscadores de mano de obra barata, que reporte beneficios a la Institución, y a ellos. Esto de la santidad lo han montado como un gran negocio: ofrecen la gloria, que les sale gratis, y te hacen pagar con dinero contante y sonante su formación. Además si no reportas beneficios, la vocación se esfuma, y dicen que en la calle estarás mejor, ya que Dios no te llama.

Un saludo.

Rocaberti