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 Correos: Otra opinión: de un creyente sobre el ateismo.- Daniel_M

100. Aspectos sociológicos
Daniel_M :

Leí la última correspondencia de la Web, y por alusión contesto las ideas que expone Austral. Comienzo por lo que plantea desde su primer párrafo: opiniones ateas en la Web de Opuslibros. Recuerdo una anécdota, el comentario de un numerario que me dijo hace unos años para que perseverase: “¿Recuerdas a fulanito? Era muy apostólico. Pues dejó la Obra, mas tarde se divorció y ahora se ha vuelto a casar por lo civil con otra, (va) camino al infierno”.
¿Qué pasa con las colaboraciones de ex-miembros que se dicen ateos, o gay, o apostatas? Que para los que siguen en la Obra –o sus simpatizantes- esta Web les acaba pareciendo una especie de cueva de “enemigos de la Iglesia” o “de Dios”. Y además estas colaboraciones parecen confirmar su tesis: si abandonas la Obra, entras en camino de perdición. Por eso es adecuado y necesario, que colaboren personas que manifiesten ser creyentes, practicantes, hasta de misa diaria. Que sean fieles al Magisterio del Papa y que sigan cumpliendo los Mandamientos. Que sepan criticar “sine ira et studio”, como me decían recientemente, de forma objetiva y sin afán o apasionamientos.
Porque la Iglesia, no piensa como el Opus Dei. Ya narré que antes de mi salida, consulté mi situación con mi obispado, también con un monseñor de la conferencia episcopal española. Y dejaron claro que no había impedimento moral alguno a salir de la institución si realmente no era mi camino. Y no lo era...


Respecto a la carta de Austral, y que disculpe previamente cualquier molestia por las correcciones que le voy a hacer, entiendo que su uso de frases como “no seamos tan dignos” (los ateos) “un tono sectario” (los cristianos), es la típica estrategia dialéctica para restar valor a la opinión del contrario. Muy usada en política, la demonización del contrario.  
Para Austral quien manifieste creer en una Verdad metafísica –como que Dios existe- es sectario… Pues entonces debería ser el primero en llamárselo a sí mismo, porque él está manifestando su “Verdad” metafísica atea –que Dios no existe. Yo no sé si da cuenta de la paradoja en la que cae al afirmar que quien dice una verdad de este tipo –persona, institución- es sectaria, ¡si su afirmación es también una “verdad” de esta categoría! por tanto, esta cayendo en la misma actitud que critica. Plantea seguidamente el “meollo del sectarismo” y se repite aún más en la paradoja anterior.
La experiencia de André Frossard, ateo, nacido en el único pueblo de toda Francia donde no había ninguna iglesia, que se convirtió al catolicismo tras entrar y permanecer sólo cinco minutos en una iglesia; que siguió siéndolo hasta su muerte en 1995 a los 80 años, es un hecho.
El que el judío francés Aarón Lustiger se bautizase como Jean Marie Lustiger en agosto de 1940 y pasados los años llegase a ser Cardenal, es otro hecho.
El que un criminal como Albert Wensbourgh, drogadicto, alcohólico, ladrón, mafioso y altamente agresivo, condenado y encarcelado en una prisión de máxima seguridad británica, de la noche al día se convierta y acabase siendo monje benedictino, es otro hecho.
Que la novelista estadounidense Anne Rice, autora de “Entrevista con el vampiro” y que ha vendido más de 100 millones de libros, tras ser atea durante la mayor parte de su vida, se convierta en 1998 al catolicismo y haya comenzado una trilogía sobre la vida de Jesús, es otro hecho.
Como lo fue hace dos mil años que un criminal que quería acabar con los cristianos, tuviera una visión en Damasco y dejara de ser Saulo para llegar a ser San Pablo.
Todas estas experiencias reales, como la fue la mía personal, son hechos. Los hechos nunca son discutibles. Lo son las opiniones. Esto es algo que no parece entender Austral, cuando alegremente califica la mención de estos hechos como de “recurso a la revelación particular y a la experiencia subjetiva (y por lo tanto relativa)” para “manipular a las personas”.
No. Las opiniones pueden discutirse, pero los hechos no pueden negarse. Austral pretende rebatir unos hechos, las conversiones citadas y tantas más, con su  opinión sin molestarse siquiera en contrastarla con la realidad. Opinión sin prueba alguna, mientras que lo que cuentan estas personas de su experiencia, sus opiniones, están acreditadas por toda su vida posterior. Austral por prejuicio sistemático rechaza la posibilidad de existencia de Dios, simplemente porque lo dice él y eso le basta, por lo que acaba negando cualquier hecho evidente que contradiga ostensiblemente su axioma dogmático.
Decir “la cantidad de personas de vida recta y capacidad intelectual superior que no se identifican con ninguna fe” ni siquiera es un argumento, pues hay una inmensa cantidad de cristianos que tienen la misma “vida recta y capacidad intelectual superior”. Y que a eso le añaden la bondad, hasta llegar a la santidad.
Pero lo mejor será adjuntar una estadística. Ver cuantos ateos de “vida recta” hay realmente. Veamos,
 
 
Según la estadística sólo un 16% de la población mundial se dice “atea”, frente a un 84% de creyentes en una realidad posterior a la muerte y trascendente a esta vida. Este es el dato en el año 2005. Teniendo en cuenta que el “ateísmo” actual nace principalmente con la revolución francesa y la Ilustración, las estadísticas de ateismo de siglos anteriores serian aún mucho más reducidas que las actuales, llegarían hasta la mínima expresión. Si a eso, consideramos la totalidad de la población humana que existió en todas las épocas -aproximadamente 70.000 millones de seres- realmente el “ateísmo” es una “creencia” ínfima por su número en la Historia de la Humanidad.
Por lo que lo de la “cantidad” expresada por Austral, no es verdad. Actualmente, hay más del doble de cristianos que ateos. Seguro que también hay el doble de “cantidad de personas de vida recta y capacidad intelectual superior” cristianas que ateas.
Sobre oscuridad y luz, son expresiones religiosas. Jesucristo dijo “yo soy la luz del Mundo” y que quien no creía en Él no tiene la luz verdadera. Son conceptos que sólo tratan de reflejar una realidad espiritual. Para el creyente, quien no lo es o deja de serlo, es un ciego espiritual. No recupera ninguna “capacidad crítica”, sino que la pierde absolutamente.
Las conversiones que cité son ejemplos de personas que estaban “ciegas” y se convirtieron y “vieron”. Son hechos reales, documentados, acreditados por sus vidas posteriores tras la conversión. Dichas personas cambiaron radicalmente de vida, porque vieron, descubrieron otra realidad mejor de una manera que sólo cabe interpretar de forma plausible como consecuencia de una acción divina. La interpretación relativa de ese hecho, es sólo para quien ha adoptado el prejuicio dogmático relativista frente a todo lo que no considere verdadero.
Los defectos que Austral cree ver en los creyentes, podrían también encontrarse en su  propio escrito. Sectarismo, y él establece unas afirmaciones dogmáticas sobre el mismo ateísmo; relativismo, su actitud al rechazar la validez de conversiones que están documentadas y contrastadas; dogmatismo, cuando establece su verdad apriorística de que esas conversiones son faltas de racionalidad y nos lo tenemos que creer los demás porque lo dice él. El término fariseísmo ni viene al cuento pero es sólo otro adjetivo que utiliza para descalificar al creyente.
Considera positivo del agnosticismo “el hecho de renunciar a tener certezas absolutas de lo que piensa Dios de los hechos de esta vida”. O sea que lo que mola es el relativismo moral. La Moral a la carta personal. Renuncio a creer en Dios y a tener que aceptar su opinión sobre el hombre, su Moral, niego su existencia porque prefiero inventarme mi propia “religión” en la que yo soy el centro de mi mismo y solo yo evalúo lo que está mal o bien según mi soberana voluntad. Sin duda, esta actitud mola cantidad.
Respecto a lo que afirma: “Como si no hubieran corrido ríos de sangre en otras épocas y lugares de mayoría católica y/o cristiana, pero esos ríos corrieron por no vivir la fe pura (otro lugar común de los sectarismos utópicos)”. Pues, hombre, decir eso después de un siglo XX en el que los sistemas políticos ateos (los únicos totalitarios) son los responsables de los mayores genocidios de la Historia, tiene tela. El Nazismo –sistema ateo- provocó una guerra mundial con 50 millones de muertos. En las cámaras de gas nazis se eliminaron a casi 6 millones de judíos de toda Europa. El Comunismo –otro sistema ateo- provocó la muerte de más de 100 millones de personas en todo el mundo. Estas cifras quedan muy por encima de las provocadas en conflictos religiosos del pasado de la humanidad.
Austral califica a la fe católica de “utopía”, pero para decir eso, al menos debería antes demostrarnos la veracidad de lo que afirma como dogma: que no hay Dios. Esto si que es una verdadera utopía indemostrable.
Alude a pruebas, pero para creer no se puede exigir pruebas. Cito a Benedicto XVI en su libro “Jesús de Nazaret” (pág. 258): “El hombre rico dice a Abraham desde el Hades lo que muchos hombres, entonces como ahora, dicen o les gustaría decir a Dios: si quieres que te creamos y que nuestras vidas se rijan por la palabra de revelación de la Biblia, entonces debes ser más claro. Mándanos a alguien desde el más allá que nos pueda decir que eso es realmente así. El problema de la petición de pruebas, la exigencia de una mayor evidencia de la revelación, aparece a lo largo de todo el Evangelio. La respuesta de Abraham, así como, al margen de la parábola, la que da Jesús a la petición de pruebas por parte de sus contemporáneos, es clara: quien no crea en la palabra de la Escritura tampoco creerá a uno que venga del más allá. Las verdades supremas no pueden someterse a la misma evidencia empírica que, por definición, es propia sólo de las cosas materiales”.
A mí me sorprende, que quien fue católico –y del Opus- diga ahora que es ateo. Si dice que es ateo, y no dudo de su sinceridad, eso implica que todo lo que hizo en la Obra no era más que una constante simulación sin vida espiritual real. Pero si eso le paso a él no tiene porqué haberle pasado a todos los demás ex-miembros ¿verdad? Espero que acepte esa posibilidad.
Saludos, Daniel_M.
Nota: Creo interesante la opinión de Jorge Sampaio, ex-presidente de la república portuguesa y alto representante de la Alianza de Civilizaciones impulsada por el actual Presidente del Gobierno español: “Sostener la idea que la religión es una de las fuentes principales del daño y la violencia en el mundo es peligroso, además de injusto y desvía nuestra atención de la raíz política de la mayoría de los conflictos.…
la influencia positiva de la religión se hace sentir en los valores esenciales y los ideales comunes de las grandes tradiciones religiosas, que instan a sus fieles a respetar tanto el valor humano por excelencia –el derecho a la vida de cada uno de nosotros-, como el derecho a una vida digna
Este principio básico articula la exigencia ineludible de unas relaciones pacíficas entre los pueblos y entre las sociedades. Constituye uno de los cimientos de la democracia y del Estado de Derecho y se encuentra en el núcleo de los principales tratados y acuerdos internacionales, y, muy especialmente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
(Artículo completo publicado en el Mundo, sábado 22 de septiembre 2007)



Publicado el Monday, 24 September 2007



 
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