Querido Daniel Trium puerorum

Me da muchísima pena leer tu escrito. Es desgarrador. Casi el más triste que se ha visto por esta web. Eso sí que es tristeza y desencanto. Nunca antes me he atrevido a animar a alguien tan claramente a salirse del Opus Dei. Parece que te has pasado de rosca y deberías haberte ido hace ya tiempo. ¿Cómo se puede estar así tanto tiempo? Claro que sé que tendrías tus razones y tus temores, porque conozco bien cómo funciona todo.

Te animo a salir inmediatamente, hoy mismo, de ese centro, aunque tengas que pedir dinero a la familia, aunque te tengas que humillar ante ellos o ante antiguos amigos o cobrar el desempleo o ponerte a cantar como mariachi por la calle (parece que no se te da mal) o dormir debajo de un puente, ¡¡al menos te sentirás libre y sin doblez, créeme, es una sensación estupenda!!

No te preocupes de los demás, si vas a escandalizar a alguno etc. Piensa en ti ahora porque nadie se ha percatado de lo que realmente necesitas. Los unos por no ser verdaderamente familia y la familia por pensar que para ti ya su opinión no cuenta, que tú eres “feliz” ahí. Lo tuyo urge, no te lo pienses más. Sal de ahí. Si pierdes el trabajo como resultado, todo se solucionará. Dios te compensará por los años que trabajabas en lo que creías que era su voluntad. Se te vé tan afectado que tu salud mental y física podrían correr peligro. Agarra tus pocas pertenencias y lárgate. Quizá alguien de la web también te pueda ayudar. Más vale tarde que nunca. Tú mismo te has descrito: llevas una careta y las caretas no dejan respirar. Sal y muestra al mundo tu cara, ahora triste, pero que si quieres, pronto podrá no sólo respirar sino también sonreír.

Te manda un abrazo especial de apoyo  a través de esta bendita Internet, y aquí estoy si en algo te puedo ayudar.

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