Hola a todos.

El escrito de Luis Z. me hizo acordarme de algo que quisiera transmitirle.

Creo que el opusdei dejó una huella negativa en mi persona.

Cuando participo en grupos parroquiales veo que todo el mundo puede, por lo regular, aceptar o no aceptar de manera tranquila cualquier invitación sobre cómo hacer las cosas, porque creo que ellos se dan la libertad de seguir aquellos lineamientos o no.

Como que no se toman tan en serio las disposiciones sobre cómo vivir la religión, o tomándolas en serio, se dan siempre un espacio para adecuarlas a sus vidas, o quizá ignorarlas.

A mí me queda una sensación de tratar de derrumbar a la autoridad, pues al final, todo es un fraude.

Como que mi sensación fue la de alguien que se sintió profundamente engañado por una institución que con mucha autoridad cambió mis creencias, mis expectativas, y que luego me abandonó.

Creo que es intraducible esa experiencia negativa.

saludos cordiales,

Leonardo Cantú.