Hola, Unamuno:

            Aunque ya varios te han contestado, deseo añadir algún comentario.

            No comparto tu valoración de que esta Web se dedique a poner verde a todo el mundo del Opus Dei. A veces aparecen comunicaciones más vehementes. Pero de ordinario, además de correos tan sinceros como respetuosos y de escritos de análisis muy riguroso, lo que te encuentras es el sufrimiento de personas que han padecido presiones a sus conciencias que les han ocasionado mucho perjuicio psicológico, moral y, a veces espiritual.

            A los miembros de la Obra de a pie no se les valora en general, como tú dices, porque es evidente que, según explica Miguel Fisac en la impresionante entrevista televisiva que emitieron cuando murió, hay entre ellos mucha gente bienintencionada, y habría que mirar caso por caso.

Lo que sucede es que Opuslibros molesta a las autoridades del Opus Dei precisamente porque no es nada de eso que tú dices. Es un foro de comunicación que permite aclararse, al compartir en libertad lo que injustamente no pudieron comentar cuando estaban aislados dentro de la Obra. Y, por si fuera poco, se ha convertido recientemente en el único foro mundial en que encontrar los reglamentos secretos por los que realmente se rige el Opus Dei, y que sus Directores ocultan a la Santa Sede y a sus propios miembros de a pie.

Por eso la Oficina de Información va creando personajes, como tú, que intervengan para obstaculizar la saludable función que este sitio viene cumpliendo cada vez con más personas. Les pone nerviosos conectarse a cualquier hora del día o de la noche y encontrarse que hay en línea, cuando menos, varias decenas de personas, de los que la mayoría que no están registrados y que, por tanto, es presumible que muchos de ellos sean de dentro del Opus Dei.

            Eso sería lo que les gustaría: que este sitio fuera un lugar donde se despotricara contra la Iglesia, o un corral de comadres, o un foro donde se vertieran opiniones poco documentadas o eclesialmente poco fundamentadas. Pero ya se ve que la reacción natural ante las injusticias padecidas y el sentido de solidaridad con los afectados se han levantado cada vez más firmes contra los eslóganes con que las autoridades de esta institución intentan tapar sus habituales ficciones. Y ya veremos cuáles serán los efectos de esta providencial plataforma en orden a la reparación de tantas injusticias.

Trinity