Hola a todos:

Los temas religiosos pueden llegar a tener una gran complegidad. Así se hablaba de las disputas sobre el sexo de los ángeles.

Todos tenemos unas ideas religiosas determinadas, fruto de la educación recibida, de la sociedad en donde vivimos y de nuestra propia percepción. Como me decía una señora francesa en un tren, cerca de Estrasburgo, "tantas religiones y un solo Dios."

Las religiones han causado grandes bienes y grandes males a la humanidad, y quien no se lo crea, lo único que tiene que hacer es leerse unos pocos manuales de historia general.

Mi manera de ver el mundo está muy influida por el Cristianismo en su versión católica. Desde pequeño me enseñaron que era la única religión verdadera. Es posible, pero esto no quiere decir que la verdad teórica coincida con el bien moral. Muchas veces he encontrado personas de otras religiones, o de ninguna, mejores que los católicos. Además encuentro en el catolicismo una sobredosis de dogmatismo y ansia de poder y de dinero por parte de muchos estamentos clericales que hacen muy pálida la imagen de Cristo que predican.

Este preámbulo sólo intenta enmarcar mi tesis: parece que sea de buenos hijos de la Iglesia defender de la sobrenaturalidad de la Obra, y esto no es así. Puede corresponder a gentes de una mentalidad más o menos pía, con escasa capacidad crítica, para quienes quien va a misa y comulga es una excelente persona, y si hay indicios de algún escándalo en el ambiente eclesiástico, lo niegan, aunque las pruebas sean evidentes. Piensan poco porque los curas piensan por ellos.

Las verdades que debe creer un católico están claramente expuestas, y en nigún lugar aparece, ni remotamente, que José María Escrivà recibiera de Dios ninguna ilumiación  para crear el Opus Dei. Él estaba convencido, y también estaba interesado en que otros lo creyeran, pero es algo que pertenece únicamente a la estrategia del Opus Dei, no a las verdades que propone la Iglesia. Además una institución que se comporta tan mal con las personas que disienten o se van, que busca el dinero con mayor afán que los banqueros, y a quien importan las personas por el beneficio que puedan producier a la Institución, procediendo a la anulación de su personalidad, tanto en el ambito espiritual como institucional, me parece muy raro que venga de Dios.

Así pues, que cada uno crea lo que quiera, pero que nadie piense que representa un plus católico creer en el origen divino del Opus Dei, es algo parecido a una devoción particular, como quien quiera creer que la Virgen de su pueblo se apareció a un pastorcillo; con la salvedad que esto puede ser beneficioso, pero creer en la sobrenaluralidad del origen de la Obra ha producido muchas catástrofes personales.

Que disfrutéis el verano, y si es posible, las vacaciones.

Un saludo.

Rocabertí