Me encanta esta página. Ni idea tenía sobre qué era el Opus, de no ser porque tuve un romance clandestino con un numerario. Como me interesaba él me interesé en el mundo en que vivía, y lo que encontré fue un absurdo demencial. Ahora, solo ahora, entiendo su arrogancia, su petulancia, su orgullo espiritual (pues claro, si su héroe es "San" Josemaría Escrivá). Por otro lado, todos los recursos de esta página más algún "research" que he hecho yo por mi cuenta (me he tragado casi todos los escritos del "Padre"), me han revelado el por qué ese hombre de quien me enamoré es un colosal embuste.

Me pregunto cómo se puede vivir con tanto doblez, con tanta falta de integridad, de cohesión mínima, de decencia elemental. Me pregunto cómo alguien puede andar por la vida navegando con bandera de "numerario, hombre entregado a Dios", cuando al tiempo padece una infección espiritual crónica. No creo que ese pobre hombre pueda ser feliz genuinamente (claro que es "encantador" y "siempre alegre", según los dictados del Opus, y si a eso se le añade cierto talento histriónico y mucho deseo de imitar a su "Padre"... pues ahí le tienen).

Mi buen Dios, sin embargo, en su infinito amor, me ha hecho comprender que el mal a mi alrededor no tiene por qué afectarme ni rozarme siquiera. El pus espiritual de ese numerario no era contagioso y lo que resultó de esa pasión insulsa (que no "amistad" ni "relación") no fue más que un compendio de cosas buenas para mí: más confianza en el Señor, y la certeza de que Ël no tiene nada que ver con el Opus.

Juan María