El pasado 13 de julio de 2007, Carolina dejó una petición de ayuda que debo decir que me conmovió.

De acuerdo con los datos que ofrece, entró en la Obra con 17 años, y hace de esto otros 5, lo que quiere decir que tiene 22. Es la edad de mi propia hija, y por eso esta petición me parece especial.

Como dije en un post mío hace unos meses, mi relación con el Opus no fue lo bastante profunda como para que yo pueda participar con conocimiento de causa en las discusiones de temas de régimen interno, por así llamarles, pero esta petición de Carolina es tan clara, tan neutral y sobre todo tan de régimen abierto que sí creo que le puedo dar mi modesta opinión.

 Dice nuestra amiga :

            “ […] a las dos semanas me informaron que debido a mi falta de dinero, no poder trabajar en la administración y por haber pedido ayuda para mis padres que pasaban por un mal momento económico, la dele decidió que me fuera a vivir a casa de mis padres hasta que acabara la carrera; en un primer momento me lo tomé bien, pero poco a poco fui siendo desplazada y cuando dejé ver mi enfado y dije lo que pensaba me apartaron aún mas diciéndome que si pensaba así a lo mejor es que no entendía bien el espíritu de casa. […] Pues el lunes de esta semana me he enterado, tras preguntar a mi directora, que ha planteado a la delegación que no puedo con mi vocación y que debo irme. […] “

            Pues casi nada. Ignoro si hay datos relevantes que falten en tu exposición, pero si no hay más que eso, solamente se me ocurre decir que el problema real es que no solamente no les eres rentable, sino que además, como toda hija decente pides ayuda para tus padres en su necesidad. No importa que les hayas entregado tu vida, tu bien más preciado, ni que estés llena de buena voluntad, ni que creas con sinceridad en tu vocación -- todo eso lo saben ya y no cuenta.

            Hay algo que debió hacerte sospechar desde el primer momento : Estos superiores tuyos en la Obra, que tanto insisten en la vida de familia en los centros y no te dejan ir ni a bautizos ni bodas de tu propia familia, te dicen de buenas a primeras que te vayas a vivir con tus padres hasta que acabes la carrera. Por el mismo precio podían haber añadido un “para que así tus estudios te los paguen ellos”.

            ¿Que qué debes hacer ? Lo que haría yo en tu caso, con la experiencia que da la vida, es asegurarme de que ninguno de los profesores de tu carrera ni nadie que esté a tu alrededor en posición de torcerte el futuro es del Opus. Luego, marcharme sin despedirme antes de que te echen, devolver todas las cartas que te puedan mandar, y rechazar todas las visitas e ignorar todas las llamadas que te puedan hacer. Ah, en la carta al Padre escribe lo que de veras sientes y los motivos que te llevan a hacer lo que haces, o mejor aún, que el papeleo y las cartas al Padre las escriban ellos, que tienen  más tiempo, porque tú tienes que estudiar para hacer más llevadero y más corto el esfuerzo de tus padres.

Y eso, Carolina, simplemente por honor y dignidad hacia ti misma, que eres persona y no una muñeca de feria de quita y pon, e hija criada por sus padres con cariño sincero del que no se inventa.

¿Que qué debes decirles al irte? Otra vez con la experiencia que da la vida yo les respondería a los seguidores de Monseñor Escribá con citas de San Josemaría Escribá: “Me voy porque me da la gana”, que les gustará porque es cita de casa que les hace mucha gracia por su santo desparpajo. O aunque no les guste.

 Si no, simplemente recuérdales la imprecación del Señor a los mercaderes del templo : “Convertís la casa de mi Padre en cueva de ladrones”, aunque esta cita ciertamente les gustará menos.

Respecto a tu vocación frustrada, que no te quede pena por ello, porque la vocación al Opus Dei es a ser santo en medio de la vida cotidiana, y eso lo puedes hacer siempre. De hecho hay millones que lo hacen sin ayuda del Opus Dei, y al parecer no les va tan mal.

Si vas a ser enfermera tendrás ocasiones mil de santificar tu trabajo y ayudar de veras a mucha gente en momentos muy duros. Inútil decir nombres porque no lo conoces y ya ha muerto, pero el médico más formidable que yo recuerdo en razón de sus conocimientos, su humanidad y las atenciones a sus pacientes rechazó una invitación del propio fundador del Opus Dei para unirse a la Obra.

Espero haberte sido de ayuda. Al menos te he hablado como si fueses mi hija.

Si hay algo más en que te pueda ayudar, mi dirección es la siguiente: davtaylor64[arroba]yahoo.com

Un abrazo,

  David Taylor.