OPUS DEI: LOS FARMACEUTICOS NO TIENEN PRESERVATIVOS

Una idea clara. Los farmacéuticos pertenecientes a la prelatura personal del Opus Dei no disponen de preservativos o condones por sistema. Tampoco disponen de píldoras anticonceptivas.  En esto no caben excepciones, pues las reglas estrictas de la institución lo prohíben a todos sus seguidores, sean numerarios, agregados o supernumerarios. Se trata de un criterio en el que se suele insistir con frecuencia en las convivencias anuales de estudios que se realizan en verano.

Habitualmente, uno de los productos que más se venden durante las noches en las oficinas de farmacia son los chupetes para calmar el lloro de los niños y los preservativos o condones, hasta el punto que vienen a suponer cerca de un noventa por ciento de las ventas durante esas horas. Así lo informaron los máximos dirigentes profesionales de los farmacéuticos durante los años de mi vida que realicé información sanitaria.

Para los farmacéuticos miembros del Opus Dei el hecho de no dispensar preservativos o condones supone una pérdida de dinero considerable, pues el cliente acudirá a otros establecimientos del mismo tipo o a máquinas que existen en las calles españolas. Y usando la conciencia también se pierde dinero. Pero claro existen otros condicionamientos profesionales en los que esa estricta moral no se vive. Es el caso de los profesionales de la banca o algunos empresarios pertenecientes a la prelatura a los que no les tiembla el pulso por firmar la expulsión de un trabajador, cuando saben que una familia depende de ellos y no disponen otro medio de subsistencia.

Desde que conocí el Opus Dei en 1964 se me insistió que el Sexto Mandamiento de la Ley de Dios era el sexto y no el primero. La realidad es muy diferente. Todos los pecados que se refieren al sexo son los principales dentro de la Obra  y debe tratarse de ellos no solo en el Sacramento de la Confesión, sino fuera, en la confidencia o charla fraterna. Existe una especie de trío de temas sobre los que se debe hablar siempre en la confidencia o dirección espiritual: fe, pureza y vocación. Y claro las píldoras y los condones entran en esta apartado

Algún farmacéutico perteneciente al Opus Dei me confesó en su día que eran muchas las personas que en plena noche se acercaban a su establecimiento y pedían los condones. Al responderles que se le habían acabado o no disponía de ellos en ese momento se producía una reacción de claro desagrado y en el diálogo posterior hasta llegaba a hablarse de motivos religiosos, lo que agravaba la situación, ya de por sí tensa.

¿Por qué el Opus Dei insiste tanto en la moral sexual y no lo hace en la de los empresarios? En las charlas internas se suele insistir que los del sexto mandamiento son pecados que no admiten parvedad de materia. Para mi no es justificación que, dentro de la prelatura, el sexto mandamiento sea el principal, aunque traten de desviar la atención diciendo que el primero es amar a Dios sobre todas las cosas. Lo que primero predican, luego lo contradicen con los hechos. Y no digamos del  cuarto mandamiento de la Ley de Dios, honrar padre y madre. La prelatura es lo primero y los demás están supeditados a ella.

NACHO FERNÁNDEZ