Chispita trata con bastante acierto el problema del dolor en los ex-miembros del Opus Dei. Sin embargo me gustaría complementar un poco la bibliografía para que cada cual pueda encontrar el libro que mejor se ajuste a sus necesidades y que pueda ayudarle más eficazmente a transitar por caminos de paz y reconstrucción interior.

1. Jacques Philippe, muy querido hoy día en algunos círculos de la Prelatura e incomprensiblemente calificado con un "1" ofrece una visión muy alentadora de la libertad humana. Pensamos en libertad como autonomía, potencialidad... pero la libertad más bien está en ese comentario que chispita pone en boca de Epicteto: "es necesario impedir que las cosas externas penetren en el interior del hombre, haciéndonos daño". El libro que más ampliamente trata de esto de los 4 que ya ha editado Patmos a Jacques Philippe es "La libertad Interior" (ISBN 84-321-3455-4).

2. Chispita compara en un par de ocasiones el régimen de la Prelatura del Opus Dei con la sociedad totalitaria nacionalsocialista Alemana. No creo que sea casualidad de que el mismo Philippe utilice como ejemplo recurrente la figura de Etty Hillesum, una mujer de raza judía, que padeció los horrores del holocausto con una pasmosa libertad interior. Su ejemplo puede leerse directamente en sus dos libros "Una vie boluleversée, Journal 1941-1943" y también en "Lettres de Westerbork". En castellano esta última obra se titula "El corazón pensante de los barracones" Anthropos, Madrid 2004. La Editorial Sal Terrae, en su colección Siervos y testigos dedica al menos dos libros a esta joven (ISBN 84-293-1559-4). De esta joven me impactó su escrito íntimo: "Cuando uno alcanza la verdadera libertad interior descubre que, en realidad, no importa de qué lado de la alambrada uno esté".

3. Sobre el párrafo de Chispita en el que expone que "a nosotros se nos ha inculcado la necesidad de obedecer y seguir unos modelos que se nos presentaban como la voluntad de Dios"; además de las sabias reflexiones de Grün, cabe contrastar con un libro muy interesante que muchos habréis leído. Se trata de "El regreso del Hijo Pródigo" de Henri J. M. Nouwen. En esta ocasión el prolífico sacerdote abre su alma para ir manifestándonos su evolución a lo largo del tiempo, su cambio de un modelo a otro, sus transiciones, casi siempre críticas, hasta llegar al estadio al que está llamado todo hombre: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado", esto es, convertirnos cada uno de nosotros no en el hijo díscolo que pide perdón, ni en el hijo obediente a regañadientes, sino en el Padre Misericordioso.

4. Sobre la reflexión de "Vivir la vida con un claro planteamiento cristiano lleva a no herirse a uno mismo, a vivir de acuerdo con su naturaleza, a no exigirse modelos de vida antinaturales"; cabe volver a señalar la importancia de una lectura, aunque sea rápida de "Tus zonas erróneas" de Wyan Dyer. En este libro se traza un perfil muy sensato de qué cosas son de sentido común y cuáles nos hacen caer en la espiral de la queja, el resentimiento, el agotamiento y la frustración. Localizar tus zonas erróneas es saber cúando te exiges sobremanera.

5. Por último, sobre la reflexión que "Muchas personas están obsesionadas con el cumplimiento de las Normas de vida configuradas por San Josemaría", me gustaría recomendar un libro editado por la Desclée de Brouwer en su interesante colección Serendipity. Se titula "Cuando lo perfecto no es suficiente" (ISBN 84-330-1885-X). Pienso especialmente en los ex-combatientes que, por el motivo que sea, se siguen aferrando de un modo u otro al plan de vida aunque ello siga sin proporcionarles la paz y un encuentro fructífero con Cristo. Este libro no anima a dejar las prácticas que uno tiene, sino a examinarlas atentamente para garantizar que su ejecución no se convierta en una fuente de nuevos y más graves problemas. Realmente, una de las peligrosas consecuencias de la espiritualidad del Opus Dei es que para algunas almas más racionalistas la vida de piedad se reduzca a un superficial cumplimiento, obsesionado con alcanzar una perfección utópica, que sólo puede generar (según los diferentes capítulos del libro) depresión, ira, ansiedad social, preocupación, conducta obsesivo-compulsiva y alteraciones de la dieta y de la imagen personal.

Perdonad por la extensión una vez más.

Pax Christi

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