Nota preliminar:

Dedico todo el contenido de este artículo, para Marypt (en agradecimiento, por haberme escrito). Prefiero dirigirlo ahora como un intento de diálogo, hacia una persona concreta, a hacer demasiadas consideraciones teóricas (pero no consigo evitarlas), “in abstracto” (es una tendencia que me ocurre a veces, y hay que saber salir de ello). Discúlpame Marypt, también si soy un poco pesado con algunas reflexiones, es muy difícil evitarlo, y lo siento de verdad, de todo corazón. Lo que hay en este artículo mío (he intentado lo más posible, eliminar toda polémica), puede hacer que alguien, no se sabe dónde, ni cuándo, acabe reaccionando.

* El título original del artículo era: “Respuesta de agradecimiento para Marypt”. Por su contenido particular, le devuelvo ahora el contenido de un proyecto “final” de artículo anterior. Me gustaría ahora de verdad, dedicarme a cosas más sanas que el tema del Opus Dei (descubrir mejor la espiritualidad ignaciana, y procurar llevar bien mi vida, lo mejor que pueda). Intentaré contestar sólo a correos particulares de esta Web, cuando ocurran.

Hola Marypt,

Me alegro mucho de que lo que he escrito para ti, te haya sido de alguna ayuda. No es imprescindible que hablemos de ese chico en particular (tiene cara, en principio, de muy "buen chico" - seguro que tiene sus muy buenos amigos). Pero aunque él como persona, pueda ser más o menos "inocente" (pero nadie lo es del todo, a menos de ser de verdad un "santo" - sobre todo, repito nuevamente, que es muchísimo más importante, en cuanto al esfuerzo propio y con los demás, la búsqueda de la "felicidad"), está metido en una organización con características sectarias y bastante perversas. Esa institución no es "inocente" de ninguna forma. Lo único que he querido, es que te sintieras escuchada, ya que otros no lo han hecho contigo...

El tema de la "Obra" es un poco complicado, en el sentido de que, aún habiendo llegado a la conclusión de por dónde van los tiros, y esto va a quedar muy pronto en evidencia, hay que intentar disminuir lo más posible, los "daños colaterales", tanto para los que siguen metidos ahí (sobre todo, teniendo en cuenta a los numerarios y agregados que hayan caído en graves depresiones), como para el resto de la Iglesia.

La conclusión a la que he llegado, he estado a punto de publicarla antes en un largo artículo llamado "La espiritualidad sacerdotal del Padre" (que lo dice todo - las explicaciones concretas, tal vez las publique un día), es que el Opus Dei está en la actualidad, totalmente "clericalizado", en el sentido más enfermizo del término que pueda existir en este mundo (gracias también, a sus excesos, de “espiritualidad ascética” – ya que se vive sólo por “imposición”).

En ese título, aparece la palabra "espiritualidad", pero la verdad es que esa organización no tiene una espiritualidad auténtica propia (sobre todo, auténtica para los laicos), está totalmente orientada hacia la búsqueda de Poder (la "Voluntad de Poder", el "Superhombre", y el "Eterno Retorno de lo Mismo" - en el sentido nietzscheano, pero lo digo también criticándolo, quiero que esto quede muy claro).

Cuando hablo de "Eterno Retorno de lo Mismo", sacándolo de Nietzsche (pero sin adoptar de ninguna manera su filosofía, y oponiéndome incluso a ella, ya que la considero en sus pretensiones, como anticristiana - tal vez un día, escribiré sobre estos temas), me sirvo de ello, oponiéndolo a la noción de "Desarrollo" ("crecimiento temporal", sobre todo de la persona), de Newman, que considero la dirección auténtica para todo ser humano.

Comento a Nietzsche, porque desde hace varios meses (desde agosto de 2006), al toparme con este sitio, me he dado cuenta, que ya no es posible criticar su filosofía (no hay además casi nadie en la actualidad que lo hace – la mayoría siguen pasivamente la corriente –; por lo menos, algún filósofo en la Iglesia, tendrá que demostrar, con su propia vida y su pensamiento, que el auténtico catolicismo, puede ofrecer otra visión del hombre, que sólo la “Voluntad de Poder”), sin criticar también desde dentro, algunos abusos institucionales que se cometen actualmente en la Iglesia. Éste es el caso institucional del Opus Dei, que cumple desgraciadamente a la perfección, casi toda la descripción negativa que Nietzsche tenía sobre los sacerdotes y su “Voluntad de Poder” (con demasiada frecuencia, sobre todo cuando saben organizarlo institucionalmente), y el auténtico veneno en el que puede convertirse el “ideal ascético”, según la crítica contenida en la filosofía nietzscheana. (*Sin embargo, la solución de Nietzsche es mucho peor, es radicalmente anticristiana, y también inhumana; y anuncia en mi opinión, algunas cosas que ocurrirán en el futuro, mucho peores que en la época de Hitler – hay mucha gente que vive muy engañada sobre esto).

Yo personalmente, creo que el catolicismo puede llegar a ser otra cosa, mirando más a Cristo (y al prójimo), descubriendo la dignidad de lo que es, ser “Hijo de Dios”, y la plena dignidad, de ser “Persona”. Hay muchísima gente en el mundo actual y en la Iglesia (este es el primer lugar donde esto debería saberse, y dejarse ya de una vez, de tonterías), que aún siguen sin saber lo que es, “ser Persona”.

Como síntoma de "Eterno Retorno de lo Mismo", y de más "Voluntad de Poder" en el Opus Dei, tenemos por ejemplo que al Prelado Echevarría, se le ocurrió nada menos, después de lo del Fundador, que lanzar la causa de canonización de Álvaro del Portillo (seguro que era otra buenísima y “paternal” persona, no lo dudo). En cambio, las causas de canonizaciones de seglares de la Obra (hombres y también mujeres), están todas estancadas.

En ese artículo justamente, iba a comentar que las dos alternativas posibles, y las únicas, para la interpretación del Opus Dei como institución, son las siguientes:

1. La noción de "desarrollo" en el catolicismo, según el Cardenal John Henry Newman.

Según esta opción, el Opus Dei constituiría un "desarrollo" auténtico de un carisma dentro de la Iglesia católica. Pero también, y no hay que olvidarlo (nadie ha insistido aún lo suficiente sobre este importante aspecto - en mi opinión, Newman tampoco lo ha hecho),  que favorecería el pleno "desarrollo", y el crecimiento armonioso de las personas.

Pero podemos comprobar:

a) Ha desembocado, por diversas causas históricas inducidas, en una "espiritualidad sacerdotal del Padre", cuando su misión originaria era la “santidad de los laicos”;

Pongo "espiritualidad" para mostrar qué dirección concreta han tomado, cuando en realidad, no es nada más, institucionalmente, que un enfermizo "clericalismo", y "Voluntad de Poder".

b) Los numerosos testimonios demuestran que se dan muchísimos casos de depresiones y enfermedades psíquicas, entre numerarios, agregados y supernumerarios (y disfunciones, y hasta divorcios, en las familias de éstos). La conclusión obligada, es que esa institución no favorece de ninguna forma, el "desarrollo y crecimiento de la persona".

2. El "Superhombre", la "Voluntad de Poder", y el "Eterno Retorno de lo Mismo", según Nietzsche.

El problema ahora, para evaluar esta "espiritualidad sacerdotal del Padre" (ya que actualmente, es lo único que ha conseguido la Obra), es el siguiente:

a) Puede constituir un "desarrollo" auténtico en la Iglesia y, sobre todo, para las personas, llevando a todos en la institución de la Obra, hacia la plena armonía de su persona; pero no sabemos dónde está entonces, la espiritualidad de los seglares;

b) Cuando se ha canonizado al sacerdote Escrivá, por diversas causas históricas inducidas (tanto por los mismos miembros "seglares", como por el Prelado y su séquito de sacerdotes), se puede haber querido erigir también como modelo, a un "Superhombre Sacerdotal", motivado por la "Voluntad de Poder" y el "Eterno Retorno de lo Mismo" (en la Iglesia-institución actual: “El Eterno Retorno del Mismo Clericalismo”). Es decir, lo que yo entiendo como la ausencia de un verdadero "desarrollo" temporal, de crecimiento auténtico en la Iglesia, tal como lo intuyeron y entendieron también, en su visión del “tiempo como desarrollo" en la Iglesia (yo creo que esto ocurre sobre todo, en las relaciones auténticas entre las personas), tanto San Agustín, como el Cardenal Newman.

El único en la Iglesia, que ha sido hasta ahora mucho más listo que Escrivá y todos los sacerdotes de la Iglesia (el Papa incluido), ha sido el mismo Jesucristo. Es el único en la Iglesia, que no ha querido que le llamaran "padre" en un sentido terrenal (esto lo ha dejado muy generosamente, para los demás seres humanos, deseosos todos de alguna forma, de ser "padres" y "madres" – y él quería que los seres humanos lo fueran también con él, y lo trataran bien), ya que él ha venido a revelarnos,  que él era Hijo de Dios Padre, y que nosotros también somos llamados, por divina adopción a través de Cristo, a ser "Hijos de Dios".

Ya veis cómo así (lo digo sólo, buscando soluciones), se puede conseguir "romperle el saque" al Prelado (y a todos los "prelados" del mundo), con su "espiritualidad sacerdotal del padre" (en cuanto sea sólo “Voluntad de Poder”). Esto que ocurre en su institución, no es realmente culpa suya (seguro que intenta hacer muchísimas cosas buenas en su Prelatura), en muchos aspectos, hay que compadecerlo muchísimo como persona, en cosas que posiblemente esté sufriendo (si uno pretende de verdad, ser cristiano).

Es muy comprobable, que la espiritualidad del padre del Prelado (a menos que Echevarría sepa también, y recurra en su vida, a lo de la espiritualidad del “Hijo de Dios Padre”), como herencia recibida de Escrivá, contiene elementos muy claros, de "Voluntad de Poder". Porque su "paternidad", Escrivá quiso recibirla en forma "egocéntrica", de una Institución. En vez, él como persona (pero esto lo sabrán los ex), intentar más, ser más atento (seguro que lo era también, cuando quería), con las personas individuales y concretas. No tengo dudas de que también lo ha intentado. Pero está también muy claro que hasta en sus propios escritos, está demasiado presente el aspecto muy interesado, de querer llevar a los demás, hacia su propia "Institución". A esto hay que llamarlo hoy: "Voluntad de Poder".

* A mí personalmente (pero no quiero polemizar con esto, no quise comentarlo antes), no me gustan demasiado los escritos de Escrivá (pero voy a ser muy generoso, y lo voy a atribuir, a una cuestión de gustos). Salvo una homilía suya, sobre la figura de San José, el padre terrenal de Cristo. Pero nada más. A los 22 años, mucho antes de la creación de esta Web y viviendo entonces fuera de España, rompí y tiré, por parecerme muy paternalista y manipulador, por su tipo de "apologética" (la forma de utilizar las "grandezas y miserias" del Hombre - el que lo haga, tiene que ser antes muy Cristocéntrico, y convertido de verdad en su propia vida, antes de pretender convertir y hacer "proselitismo" con los demás), su librito "Camino". Me lo había dejado un tío mío, para que me lo leyera con sentido filosófico-crítico. Tres años más tarde, descubrí la espiritualidad de los Ejercicios ignacianos, que a mí me llena mucho más. Pero existen más posibilidades en la Iglesia (por ejemplo, a quien le guste, hay San Francisco de Sales - por lo visto, trataba muy bien a las mujeres, y tenía una personalidad muy equilibrada -, que se encuentra entre los Doctores de la Iglesia).

En cambio, la relación de Cristo con la "paternidad", aparte su relación con sus padres, le venía no de una institución (con sus búsquedas muchas veces mediatizadas, de auténtica "voluntad de poder" sobre los demás), sino de su relación íntima, libre y personal, de verdadero Hijo de Dios, con "Dios Padre".

Los que tengan dudas con Escrivá como modelo de "Voluntad de Poder", que se lean su tesis doctoral teológico-histórico-canónica, sobre la "Abadesa de las Huelgas". Pero ya está canonizado, y la Iglesia-institución, la que está dirigida por sacerdotes, seguramente intentará sacar algo de la "espiritualidad sacerdotal del padre" (creo que intentarán ahora desarrollar algo, con los padres de familia). Y en caso de que las mujeres de la Obra empiecen a reclamar también, su propia "espiritualidad laical de la madre", el Prelado las animará seguramente a que saquen algo de la "Abadesa de las Huelgas". Si al Prelado y al Vaticano les fuera desde luego, muy mal con la "espiritualidad sacerdotal del padre" (según la Obra, y también en una crisis generalizada de la Iglesia, que ya hay algunos pensadores que anuncian que va a ocurrir), igual intentan algo radicalmente nuevo, con una "Prelada laica" (el "Prelado" lo sería ya sólo de la "Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz" – al final, eso es lo que va a ocurrir), pero ateniéndose también a las consecuencias (creo que indirectamente, las consecuencias ya las predice Escrivá con cierta ironía, en su tesis doctoral, sería otra vez: "búsqueda de poder").

No digo que el Vaticano no pueda salvar esa “Espiritualidad Sacerdotal del Padre”, y hacer que produzca frutos mejores que los actuales. Pero el Opus Dei tendrá que reconocer con humildad, que es lo único que han sabido alcanzar, y posiblemente quedarse con eso que han producido (por diversas causas históricas inducidas, eso es lo que ha ocurrido), y sus sacerdotes, vivirlo con una profunda conversión de corazón, dejando de una vez, de tiranizar a los demás. Si no lo hacen, el Mundo ya se encargará de todas formas (nadie es demasiado ingenuo como para no saberlo), de desarrollar una forma propia y extrema de “Voluntad de Poder” (esto ha sido profetizado y previsto desde hace muchísimo tiempo), que no será justamente, la “sacerdotal”.

No quiero llegar a decir barbaridades (he intentado evitarlas lo más posible), pero todo esto estaba contenido antes, en un articulo más largo (con ideas expresadas en forma más explosiva y polémica - en plan literalmente, "Bomba H"). Decidí finalmente echarlo todo a la papelera de reciclaje. Como lo estoy repitiendo ahora muy a menudo, el Opus Dei, tal como existe en la actualidad, como institución eclesial, es un tema muy malsano para cualquiera, y no quiero que salgan dañados los que no se lo merecen.

Finalmente, creo que la única solución verdaderamente auténtica, más que los "apaños teológico-canónicos" de la Obra, que no funcionarán (estoy seguro de que tanto ellos como el Vaticano lo intentarán, pero puede ocurrirles que se convierta todo en un inmenso fracaso), creo que hay que mirar más a Cristo, y en vez de dejarse dominar por "padres sacerdotales terrenales" (los de la Iglesia-institución, son los de temer de verdad), descubrir a través de Cristo, que le ha ganado hace tiempo a Escrivá siendo un "Hijo-sacerdotal" (lo digo por la terminología inversa, muy distinta; hay que ayudarles a mezclar aún más las cosas, con su "carisma fundacional"), que somos ante todo llamados a ser "Hijos de Dios Padre". Y descubrir gracias a ello, que somos ante todo "Personas".

Espero que con esto, los que han sufrido muchos abusos institucionales, encuentren las fuerzas necesarias, descubriendo que son ante todo "Hijos de Dios Padre" (y no los esclavos de una “prelatura”), y que se animen también a marcharse de esa institución, si lo ven necesario.

Si alguno lo consigue (tendrá que ser muy fuerte interiormente, y de auténtica madera de santo), que reforme esa institución desde dentro. Se merecerá de verdad, ser nombrado “santo”, y Doctor de la Iglesia – si es un laico, o una laica, serán absolutamente, como laicos, los primeros en ser nombrado Doctores, en toda la santa Historia de la Iglesia.

Pero quien sabe, igual Cristo es por ahora (junto con la Virgen y San José), el auténtico verdadero y único Doctor “seglar” de la Iglesia. Ya en su época, estuvo muy opuesto a todos los abusos del “clericalismo” dentro del judaísmo, que criticó muy duramente.

Un abrazo para Marypt, que ha sido quien me ha contestado.

'IgnaciodeLoyola'.

P.D. Otra cosa muy importante que apareció en el artículo, que acabé tirando. Entre los 33 Doctores de la Iglesia, no ha habido hasta ahora, ningún seglar "Doctor de la Iglesia" (son todos religiosos o sacerdotes). Todo esto se me ocurrió, pensando en Newman (por su teoría teológica del “desarrollo” histórico del catolicismo) e Ignacio de Loyola (por sus Ejercicios espirituales, que han ayudado a miles de personas), que acabarán estando entre los próximos doctores de la Iglesia.

Es posible que, por necesidad histórica, tenga que haber también "genios santos" (y "santos geniales") entre los seglares católicos. Como dice Simone Weil en su libro "Espera de Dios" (Attente de Dieu), hay que rezar por la aparición de una “nueva forma de santidad” en la Iglesia, que sería "el análogo de una nueva revelación sobre el Universo y el destino humano", y revelaría “una amplia porción de verdad y belleza, que habían permanecido disimulados bajo una espesa capa de polvo” (en Attente de Dieu, pp.81-82 - lo tengo apuntado, desde hace varios años, en un diario mío, porque me llamó mucho la atención). Según Simone Weil, hay que atreverse a pedirle a Dios, la “genialidad” (aunque siempre con equilibrio - con la ayuda de la "sana antropología" -, y sin asustar a nadie, claro). Tal vez así, se resuelvan muchos problemas que tiene la Iglesia actual, porque no ha conseguido aún superar, su antiguo modelo, que sigue siendo un poder de “tipo clerical” (las persecuciones que sigue haciendo a sus propios teólogos, lo demuestran).

Los 33 Doctores de la Iglesia (Wikipedia): [*Lo pongo como curiosidad.]

Esto evidentemente, será posible, solamente entre aquellos que se dediquen a buscar la verdad (la santidad del filósofo), e intenten también lo más posible, en lo que sea posible en esta vida (que a veces es complicada), "vivir en la verdad".

[Dicho sea de paso, Agustina, con la creación de este sitio Web, se encuentra entre aquellas personas que lo están intentando y favoreciendo. La nombraremos "santa" (si el término no está aún demasiado desprestigiado), y también "Doctora de la Iglesia", con estampa, una bella estatua para darle muchos abracitos (aquí hay muchos que querrán dárselos), y todo.]

Sería muy sorprendente que algo así ocurriera, o por lo menos empezara, en España. Hay otros países, como Francia (en el siglo XX, ha sido ella la Hija Primogénita de la Iglesia, por la cantidad y la calidad de intelectuales católicos que ha producido), cuyos católicos veo mucho mejor preparados para alcanzarlo. Tal vez fuera una forma que pudiera tener Dios, de compensar todo el daño que la Obra ha hecho en España y en el resto del mundo.

P.P.D. He escrito algunas reflexiones (a veces demasiado teóricas), pero soy consciente de que este sitio Web tiene ante todo, una función principal, para “ex-miembros” del Opus Dei. Para servirles entre otras cosas, de terapia. Hay algunos también, que están intentando encontrar explicaciones "teológico-canónicas". Están buscándose, como diría el filósofo Ortega y Gasset, su propia "razón vital".